29 mayo, 2009

Estado, cultura y política: un debate eterno

JOSÉ MARÍA LASSALLE, Diputado del PP español firma un artículo de opinión en El Pais.Com bajo el título: “Cultura y modelo de crecimiento”.
Sin que esto se interprete en modo alguno como una adhesión a su postura política nos parece un excelente punto de partida para plantear algunas ideas sobre la relación entre cultura, política y estado. Debate que imaginamos eterno como la cultura misma: sujeta, por definición, al cambio, la innovación y la polémica.
No es nuestra intención opinar sobre el fondo de las cuestiones que afirma sobre la realidad española sino ver en qué medida sus postulados pueden sernos de utilidad para nuestros países.

Entrado el siglo XXI no puede seguir hablándose de la cultura y proyectar sobre ella las sombras de una confrontación ideológica ensayada por los totalitarismos de entreguerras. Ya está bien de que se sigan asumiendo esquemas gramscianos que quieren monopolizar la visibilidad y representación pública de la cultura. En este sentido, no puede continuar alimentándose el desencuentro y la hostilidad.”(…)
“Hoy, la cultura exige un modelo de gestión que sirva y estimule la esencia de aquélla sin apriorismos dirigistas ni intervencionistas. Esto es, un modelo abierto que sirva a la libertad del creador, que defienda el talento y el genio creativos, que impulse el acceso igualitario y cosmopolita a la cultura, pero que al mismo tiempo tenga la capacidad institucional de orillar las banderías ideológicas o partidistas, de desterrar los localismos, así como las prácticas reduccionistas que han convertido la política cultural de algunas comunidades autónomas en una especie de erial al servicio del clientelismo.


La política – entendida como búsqueda y conservación del poder y aún como arte del bien común – es un emergente de la cultura y no a la inversa. Gramsci es inseparable de la cultura italiana como Adam Smith de la inglesa. Pero es cierto que Europa – el mundo en general – no son hoy lo que fueron en 1850, ni siquiera en 1930 o 1980.
Desde ambos puntos de vista es cierto que mantener las políticas culturales ancladas en los conflictos de entreguerras es, cuando menos, un despropósito. Probablemente debiera decirse otro tanto de los debates de posguerra en torno a las industrias culturales.
La fenomenal democratización de los medios de comunicación que siguió a la implosión del estado soviético ha ampliado a niveles impensables la participación de las personas en los mercados culturales.
Pero no hizo desaparecer las tendencias monopólicas de ciertos capitalismos ni la concentración de audiencias en unos pocos grandes difusores ni, mucho menos, la disparidad de accesos a la cultura que sufren muchos colectivos y aún regiones enteras del planeta.
Ningún estado – ni toda su burocracia cultural junta – podrá generar jamás un Picasso o un Borges. Pero sin el estado muchos todavía no sabrían leer ni podrían ir a una galería de arte ni, mucho menos, acceder a una educación artística.
Tachar de “dirigista e intervencionista” la activa participación del estado en el campo cultural de modo apriorístico es tan antiguo como debatirla exclusivamente en términos marxistas. Párrafo aparte merece el tema de “desterrar los localismos”, pero sobre esto volveremos luego.

Precisamente, hoy, cuando el siglo XXI trastorna buena parte de los contenidos que corresponden a la cultura, se echa de menos un Estado que fortalezca su proyección cultural a la hora de impulsar interiormente la vertebración común de nuestra nación, su imagen exterior y el aprovechamiento de todas las utilidades económicas asociadas al desarrollo de nuestras incipientes industrias culturales.”
(…)
“España tiene ante sí el reto de hacer de su cultura plural, pero común gracias al soporte del castellano, un sector estratégico al que orientar sus energías emprendedoras. Juan Carlos Giménez ha destacado el "valor económico del español" asociado al poder de compra e intercambio que tiene un club internacional con 450 millones de hablantes en todo el mundo. Nuestras industrias culturales son plenamente conscientes de ello, pero no nuestra sociedad ni tampoco nuestros poderes públicos. La disgregación de competencias, el solapamiento de instituciones, la fragmentación y la carencia de una estrategia de Estado lastran las posibilidades de acción en este ámbito. España no necesita un modelo dirigista que emule el diseño de excepcionalidad planteado por Francia. (…) El modelo de crecimiento que debemos ser capaces de impulsar debe confiar en la fortaleza de sus emprendedores y el talento genial de sus creadores. Ha de encontrar estímulos para que alcance por sí solo su mayoría de edad, no corsés que asfixien la extraordinaria potencialidad de crecimiento que aloja en su seno. Debe coordinar y poner en unas solas manos una acción de fomento que, despojada de retóricas nacionalistas y estatistas, canalice toda nuestra energía cultural hacia el exterior.


Estos son tiempos de explosión global. Tanto por el impulso ya imparable que tiene la formación de una cultura planetaria cuanto por la crisis derramada desde los mercados financieros hacia la economía global. La proyección de la propia cultura como estrategia de desarrollo –coincidimos con el diputado español – es o debiera ser el objetivo prioritario de nuestros estados.
Porque la planetarización de la cultura no será igual si reproduce las hegemonías de la guerra fría que si resulta de la interacción más o menos igualitaria de la compleja, heterogénea y cambiante diversidad cultural de la experiencia humana.
¿Y lo local? Partamos del mismo ejemplo: las 450 millones de personas que hablamos castellano no queremos ser reducidas a la categoría de hispanohablantes.
Muchas de esas personas tiene además una segunda lengua: catalán, mapuche, aymará o gallego por citar algunos ejemplos bioceánicos.
Otras muchas hablamos también inglés como segunda lengua o como lengua del habitar cotidiano, tal el caso de los hispanohablantes de Estados Unidos.
El idioma porta la identidad cultural y la expresa pero la identidad cultural excede al idioma conteniendo otros aspectos de la cultura de los pueblos. Esos aspectos ocurren en un territorio concreto, un hábitat culturizado que no puede ser considerado un simple localismo a “desterrar” sin más.
El negocio de la lengua común tiene el valor de las capacidades, talentos y convivencias que seamos capaces de poner en juego las personas e instituciones que la usamos cotidianamente. Y nada mejor para impedir la convivencia que la imposición de una identidad apriorística aunque sea a excusa del común idioma.
Cultura, política y estado deben articularse en la proyección global de la diversidad humana, enriqueciendo las culturas territoriales y fecundando la cultura global con los valores, estéticas y prácticas que hombres y mujeres vivimos cotidianamente en nuestros territorios, tengan el tamaño que tengan. Alguien llamó a esto cultura glocal.


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27 mayo, 2009

Juan Carlos Barreto, gestor cultural

No es fácil pensar en un funcionario público como en un emprendedor cultural pero tal es el caso del Director de Cultura de la Intendencia Municipal de San José, República Oriental del Uruguay, nuestro amigo Juan Carlos Barreto.
Lo conocimos en oportunidad de dictar algunos seminarios en ese país invitados por la Agencia Española de Cooperación Cultural.
Barreto es artista plástico, administrador cultural público e integrante de una exitosa agrupación del carnaval uruguayo. Todo esto nos lo narra en una entrevista que hiciéramos vía mail en los últimos meses. Veamos algunas de las afirmaciones que compartió con nosotros:

Al entrar de lleno al mundo del diseño y la publicidad empiezo a darme cuenta que a esos "talentos y creadores" les faltaba algo.
Su tiempo al crear, meses de preparar un espectáculo teatral, temas adecuados para la grabación, la mejor exposición pronta para mostrar pero… no sabemos como venderla, como "gestionarla".
Así que ese "clic", se hace en mí entrados los años 90, cuando hablar de publicidad, diseño y gestión en Uruguay era una rareza.
La relación entre la creación y la gestión, deben "sí o sí" estar plenamente conectadas entre la elaboración y preparación de un producto cultural y el modo de comunicación que desarrollaremos para "poner en escena, editar, mostrar o presentar" ante nuestros "potenciales clientes".

(…)
El perfil profesional creo que comienza cuando te das cuenta que necesitas más herramientas y quieres ser más perfeccionista en tus acciones
(…)
"Mi gran reto en gestionar bien entonces lo argumento en tres conceptos básicos “diseñar, innovar, y comunicar”

Vale la pena leer la entrevista completa para ver cómo se va conformando una carrera profesional que va del creador artístico, al emprendedor y gestor cultural y de allí a la administración cultural pública.

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24 mayo, 2009

Concurso de cortometrajes realizados por mujeres


El boletín electrónico Cultura La Plata informa la convocatoria al "10º Concurso nacional de cortometrajes realizados por mujeres" y agrega:

"Podrán participar películas y videos realizados a partir del 1° de agosto de 2007, que no hayan competido en ediciones anteriores del Concurso organizado por La Mujer y el Cine.Para participar en el concurso serán considerados cortometrajes los trabajos de hasta 30 minutos incluyendo los títulos.
Las interesadas pueden solicitar información en nuestra página Web
, La Mujer y el cine, donde encontrarán la ficha de inscripción que deben completar e imprimir y enviar junto con el DVD del trabajo a concursar en un mismo sobre, a las realizadoras que envíen sus trabajos por correo postal, se aceptaran los envíos hasta el 30 de julio (por el matasellos) a la dirección que se consigna a continuación."

22 mayo, 2009

Discriminación: ignorancia, mala praxis y mala fe

Discriminar es, básicamente, juzgar a una persona por su condición y no por sus conductas. Así se le adjudican a una identidad cultural (cualquiera ella fuera) unas conductas disvaliosas sin más.
Poco importa cuál sea esa identidad: judío, sudaca, negro, homosexual, rubio o enfermo. Lo propio de la discriminación es hacer foco en la identidad cultural, de género, socioeconómica o de cualquier tipo.
Cuando se ataca un micro porque transporta a un enfermo por su nacionalidad se está discriminando.
No solo se ejecuta una violencia irracional en sí misma sino que en lugar de promover en este u otros enfermos una cultura preventiva para protegerse a sí mismo y a los demás, se lo condena por su sola condición.
Cuando se ataca a un grupo de personas que están celebrando la cultura judía (o cualquier otra) se está discriminando: no se juzgan, debaten y confrontan las políticas del Estado de Israel, tan legítimo como juzgar, debatir y confrontar las políticas de cualquier estado u organización política sino que se agrede lisa y llanamente a la condición humana.
Para que la discriminación exista, nos parece, deben confluir por lo menos tres factores: ignorancia, mala praxis y mala fe.
Ignorancia en tanto personas que por falta de igualdad de oportunidades para el acceso a los bienes y servicios culturales (educación incluida) resultan terreno fértil para discursos y prácticas retardatarias y manipuladoras.
Mala praxis de un estado (el de Argentina) que no ha sabido o no ha podido promover el acceso de todos los habitantes a la cultura común de tolerancia que establece su constitución.
Mala praxis cuando las fuerzas de seguridad no logran garantizar la integridad de un grupo de personas que celebran su identidad cultural tal como deben hacerlo de acuerdo a esa misma constitución.
Mala praxis cuando ese mismo estado cierra las rutas aéreas con el hermano pueblo de México de un modo absolutamente inopinado e ineficaz.
Ignorancia y mala praxis son debilidades de nuestra cultura sobre las cuales debiéramos ponernos a trabajar con dedicación prioritaria.
La mala fe corre por cuenta de grupúsculos que abusan de la ignorancia de unos y las incapacidades de otros. Que esconden sus ambiciones detrás de formulaciones ideológicas carentes de toda legitimidad.
No podemos controlar las amenazas, pero no tenemos perdón si nos hacemos los distraídos con nuestras propias debilidades. O si las adjudicamos sin más al gobierno de turno para obtener una oportunística ventaja electoral.
Son debilidades de una cultura que pareciera no superar viejas violencias simbólicas y materiales que mucho nos han costado en un pasado no tan lejano. Como gestores y gestoras culturales tenemos la obligación de no mirar para otro lado.

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Periferia y gestión cultural

La Fundación Abaco convoca a participar de su proyecto “Imágenes Paganas” destinado a difundir “conocimiento sobre aquellos proyectos de gestión cultural que se ubiquen en la periferia de la promoción de las artes y la gestión de los asuntos culturales.
Agrega la gacetilla que nos hicieron llegar que “El criterio de interés está ligado a una experiencia de carácter periférico, ya sea por su contexto (político, presupuestario, geográfico), por la problemática artística que aborda, por las condiciones de los productores de contenidos, los destinatarios o cualquier otra situación. En ese marco, se entiende a la gestión cultural en un sentido amplio: producción de actividades artísticas, dinámicas de circulación de obra, industrias culturales, nuevas estrategias de comunicación, entre otras. Aquellos interesados en contar de qué se trata su tarea en este ámbito y deseosos de trabajar en red, pueden presentar sus desarrollos que no necesariamente tienen que abordarse de manera teórica: la narración de una experiencia de gestión cultural que se ciña a algunos de los criterios anteriormente enumerados, también califica para Imágenes Paganas como un valioso aporte.
Podrán participar de esta convocatoria “ciudadanos de cualquier país de Iberoamérica” presentado trabajos con una extensión mínima de 2000 palabras (unas cuatro páginas A4, aproximadamente). Más información en el portal Gestión Cultural.

08 mayo, 2009

Programa para la creatividad

Fomentar en una sociedad los impulsos creativos supone promover la sensibilidad estética desde la más temprana edad, capacitar en ciencias y promover la diversidad cultural.
Así parece entenderlo el Gobierno de España con vistas al año europeo de la creatividad e innovación según una nota que publica el portal La Verdad:

"Son muchos los objetivos que se persiguen con tal celebración, aunque los de mayor calado son: 1) Estimular la sensibilidad estética, la intuición y la creatividad en todos los niños desde las etapas más tempranas de su desarrollo; 2) Aumentar la sensibilización social sobre la importancia de la creatividad, la innovación y el espíritu emprendedor, tanto para el desarrollo personal como para el crecimiento económico y el empleo, y promover la mentalidad empresarial, especialmente entre los jóvenes; 3) Fomentar la educación de las capacidades matemáticas, científicas y tecnológicas básicas y avanzadas favorables a la innovación tecnológica; 4) Impulsar la apertura al cambio, la creatividad y la resolución de problemas como competencias favorables a la innovación; 5) Sensibilizar a los jóvenes sobre el hecho de que en una era en que los cambios tecnológicos avanzan con rapidez, la creatividad, el conocimiento y la flexibilidad son importantes para una vida próspera y plena, y proporcionar medios para que la gente pueda mejorar sus oportunidades laborales; 6) Promover unos vínculos más estrechos entre las artes, el mundo empresarial y las escuelas y universidades; 7) Desarrollar la creatividad y la capacidad de innovación a través de actividades no formales e informales dirigidas a la juventud; 8) Fomentar el diseño como una actividad creativa que contribuye de forma significativa a la innovación, incluyendo nociones básicas sobre la protección de la propiedad intelectual; y 9) Hacer hincapié en la apertura a la diversidad cultural como medio."

Impulsar un programa semejante supone mucho más que un año de trabajo; se trata de instalar un cambio cultural profundo en los modos de articulación de la sociedad que en este breve punteo se propone como “Promover unos vínculos más estrechos entre las artes, el mundo empresarial y las escuelas y universidades”.

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Innovación, creatividad y gestión cultural

07 mayo, 2009

Mapa cultural de Puerto Rico

Recomendamos recorrer detenidamente el blog Mapa Cultural de Puerto Rico como ejemplo de articulación entre política cultural y nuevas tecnologías.
Desde su portada definen, con una cita de Jesús Martín Barbero qué tipo de artefacto sea un mapa cultural:
[…] un mapa no para la fuga sino para el reconocimiento de la situación desde las mediaciones y los sujetos, para cambiar el lugar desde el que se formulan las preguntas, para asumir los márgenes no como tema sino como enzima." (Jesús Martín Barbero, "Oficio de Cartógrafo")"
El blog ofrece una serie de ensayos y avances de investigación y sobre todo espacios de participación para quienes integran el campo cultural de ese país:

Se incluyen aquí las primeras fichas de organizaciones culturales independientes levantadas por el proyecto Mapa cultural del Puerto Rico contemporáneo. Comenzamos dando prioridad a cooperativas culturales, una alternativa que ha tomado auge en nuestro país en los últimos años. También incluimos entidades que buscan defender derechos de los(as) artistas y promover la organización del sector cultural. Pero éste es sólo el inicio. Nos interesa hacer disponible aquí información de otras organizaciones como colectivos de creación, grupos que ofrecen talleres, y espacios culturales alternativos, entre otros, así como de creadores, gestores, educadores, críticos e investigadores independientes. Tú puedes contribuir en esta tarea llenando la ficha con tus datos o los de tu organización. Nos comprometemos a verificarlos e incluirlos en este blog.”

Nos parece un excelente ejemplo de construcción de herramientas de gestión cultural de bajo costo y alto impacto. El tiempo dirá si el intento funciona pero en cualquier caso estamos seguros de que habrá valido la pena.
Todos sabemos que “el mapa no es el camino” pero cuando se hace con la participación de los involucrados directos las precisiones serán seguramente mayores.

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