14 junio, 2013

Equipos creativos y gestión cultural





Un artículo de Neuronilla.com recupera algo que siempre supimos: hablar de creatividad y sobretodo, hacer creatividad, es hablar de un fenómeno muy complejo que no se puede reducir a las meras técnicas de movilización creativa. Es muy interesante el planteo de la creatividad en tres niveles:
  • Personal
  • Equipo
  • Organización
El artículo recorre luego diversas dimensiones de los procesos creativos incluyendo la siguiente cita:
Tal como afirma Mihaly Csikszentmihalyi “La creatividad es el equivalente cultural del proceso de cambios genéticos que dan como resultado la evolución biológica”. Considera que la creatividad es “el resultado de la interacción de un sistema compuesto por tres elementos: una cultura que contiene reglas simbólicas, una persona que aporta novedad al campo simbólico y un ámbito de expertos que reconocen y validan la innovación”(modelo de sistemas).
Fenómenos como el de Florencia entre 1400 y 1425 y el de Silicon Valley desde 1970 sólo se entienden desde una perspectiva contextual.
Una forma de potenciar la creatividad es facilitar las condiciones para que se dé un determinado contexto que a su vez alimente la creatividad; o bien, aprovechando eficazmente las oportunidades que brinda un determinado entorno.
La administración y la gestión cultural – el campo de acción de este blog – sin creatividad son meros discursos burocráticos alejados del sentido más profundo de la cultura.
Pero creatividad es algo más que tener cada tanto una idea brillante. Supone métodos de trabajo – de investigación y entrenamiento creativo – así como la capacidad de plasmar lo creado. Sobre esto ya hemos escrito algunas cosas:

Es decir, se necesita una mirada sistemática que salte por sobre la capacidad creativa individual hacia el desarrollo de verdaderos equipos creativos.
Equipos cuyo centro de gravedad esté puesto en la calidad del producto colectivo más que en el lucimiento individual, que ante el error se enfoque en la solución y no en la culpa, que tenga los más amplios circuitos de comunicación formales e informales, que sea capaz de construir espacios extra cotidianos para potenciar sus capacidades.
En síntesis: mirada sistémica del proceso creativo y equipos adecuadamente entrenados son condiciones imprescindibles para la gestión cultural. Sin ellas somos meros burócratas con ínfulas artísticas.

04 junio, 2013

Educación a distancia o educación digital e interactiva


Un artículo del suplemento económico del diario Clarín de Buenos Aires hace un análisis del escaso desarrollo que tiene entre nosotros la “educación a distancia”. Se dice allí:
"Con el desarrollo de las tecnologías de comunicación, la educación “a distancia” creció en oferta y en modalidades. Sin embargo, según los resultados de un relevamiento reciente de Universia y Trabajando.com, sólo el 22% de los universitarios argentinos cursó alguna carrera en este formato"
Se analiza la existencia de un proceso educativo cuya característica central es "la distancia" entre profesor y alumno la cual resulta "mediada" por la tecnología.
La pregunta es si esta característica central no es más una disquisición del siglo XX que una realidad de nuestro siglo.
Efectivamente, las TICs han cambiado los fundamentos mismos de la civilización humana: el tiempo, el espacio y el conocimiento han resultado "revueltos" por la revolución de internet.
¿Cuanta "distancia" hay en un aula de 300 alumnos con un profesor que dicta una clase magistral? ¿Es acaso menor que la "distancia" entre una docente y su alumno que se comunican diariamente a través de sus computadoras?
La contra cara de esto es la idea de un estudiante que "aprende" sólo mediante procesos de búsqueda, lectura y comprensión realizado desde su computadora. Esto podría llamarse auto formación o, en el mejor de los casos, investigación para el caso de que estemos frente a un investigador previamente formado en esa tarea.
De tal manera podríamos preguntarnos si la pregunta más adecuada no es por el nivel de "interacción" entre docente y estudiante. Donde la "distancia" no es más que una convención atada a los modos de movilidad de los cuerpos propios de la modernidad.
¿No es mejor acaso un video chat entre docente y estudiante que una clase de 300 alumnos donde no hay ninguna posibilidad física de que el docente responda una pregunta por persona? Desde ese lugar la "distancia" es irrelevante.
Si partimos de este supuesto cambian radicalmente las variables de análisis del problema.
1- En primer lugar habría que analizar el ratio entre equipo docente y cantidad de estudiantes en términos de posibilidades concretas de personalizar la atención.
2- En segundo lugar aquello que alguna vez definimos como "capital telematico" tanto del docente como del estudiante. Aquí las disponibilidades al nivel de la locación de unos y otros adquiere una relevancia superior a la distancia.
3- Por último la "pertinencia" de los contenidos que circulan en el proceso de aprendizaje tanto en términos de expectativas y necesidades del estudiante cuanto en términos de actualización del conocimiento del docente.
Si estamos en lo correcto habría que empezar a definir el tema como educación digital e interactiva donde, quizás, el principal desafío sea lograr del estudiante el desarrollo de sus capacidades de auto aprendizaje.
Esto último, debe quedar claro, es lugar de llegada y no de partida: una habilidad muy valiosa que el propio proceso de educación digital interactiva debiera lograr.
Cierto es que algunas prácticas de educación a distancia han sido pensadas como una suerte de masificación del acto pedagógico; una industrialización del conocimiento que, como un fordismo tardío, pretende dar un curso a cada habitante a condición de que todos quieran el mismo curso.
Pero eso es una práctica y no una condición del modelo. En realidad la educación digital e interactiva tiene mejores condiciones de producción personalizada para muchas personas que ningún sistema previo.
Pero que tenga las condiciones técnicas de producción ideales para hacerlo no significa que lo este haciendo. Falta todavía mucho por recorrer en materia de formación docente y de entrenamiento de los estudiantes.

03 junio, 2013

Desafíos estratégicos globales: la emergencia de África al mercado global


La implosión del estado soviético primero y la explosión de las llamadas (entonces) nuevas tecnologías
de la información y la comunicación cambiaron el mundo en que vivimos. Los parámetros y las ideologías del siglo xx son, cuando menos, insuficientes para explicar los fenómenos sociales, políticos y económicos de este nuevo siglo.
Las teorías finiseculares que proponían el fin de la historia, el fin de las ideologías y su consecuencia inmediata, el choque de civilizaciones, tampoco fueron capaces de preveer los profundos cambios que el siglo xxi traería aparejados sobre los escenarios internacionales.
Un mundo, este del siglo xxi, que es heterogéneo, cambiante, complejo y conflictivo como nos lo recuerda siempre Santillán Gúemes y cuya única permanencia es el cambio.
Y sobre el cual no tenemos más que algunas pocas certezas y una enorme cantidad de preguntas; algunas de ellas en el borde de la desesperación.
¿Sabemos? que la ecología de nuestro hábitat está gravemente dañada, que la matriz energética basada en los combustibles fósiles debe ser cambiada más temprano que tarde; que la crisis alimentaria podría estar a la vuelta de la esquina, que el capitalismo financiero sin más no logra salir de su crisis y pocas cosas más.
Hay datos, descripciones parciales de los nuevos escenarios y la tarea enorme de rearmar el rompecabezas global en un mapa inteligible que permita producir las estrategias de vida necesarias para convivir mejor en un mundo cada día más pequeño. Y, parafraseando a Rodolfo Kusch, eso ya es cultura.
Sabemos también que cultura es creación social e histórica y no mero ejercicio de iluminados. De tal modo no pretendemos ser capaces de producir ese mapa ni, mucho menos, esa cultura del nuevo siglo.
Nuestra única capacidad es proponer el debate, acercar algunos datos o incentivar algunos núcleos temáticos posibles. Eso hacemos desde nuestro programa de radio: Buscadores de cultura.
Les dejamos un audio sobre la realidad del continente africano hoy.



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