26 marzo, 2008

Artesanías y turismo cultural en Salta

Noticias Iruya.com informa los resultados de la articulación entre gestión cultural, turismo y artesanos de la provincia de Salta.
Durante la última semana santa la provincia recibió lo que el medio define como “un importante” número de turistas que “...se encontraron con la novedad que todos los museos de Capital e interior estuvieran abiertos durante Semana Santa, por primera vez en 30 años.
Esta importante movida fue acompañada por una exposición de artesanías “los salones del Centro Cultural América recibieron hasta ayer la visita de miles de turistas que pudieron apreciar los trabajos de más de 40 maestros artesanos representantes de pueblos de toda la provincia, elaborados con notable calidad y con la seguridad que se trataban de piezas originales de la cultura de Salta.”
Se destaca que dos de ellos, Juan Alfredo Ortega de San José de Metán y Asunción Gallo de Salta capital, recientemente ganaron el premio de nivel nacional de reconocimiento a la excelencia de la producción artesanal otorgado por UNESCO y Mercado de Artesanías Tradicionales de la Argentina (MATRA).
Como resultado de esta articulación y “Según informaron los artesanos las ventas superaron el 50 por ciento las ventas de cada uno de los participantes de doce localidades del interior y representantes de barrios de la capital, respecto a otras ferias provinciales similares.
Los mercados artesanales tienen una enorme potencialidad creativa y también comercial en tanto la producción esté suficientemente jerarquizada; es decir que no resulten invadidos por producciones industrializadas y seudo artesanales. En ese sentido parece estar trabajando el MATRA – Mercado Nacional de Artesanías Tradicionales Argentinas.
Aparece claramente en la noticia la potencialidad económica de una política cultural atenta a los movimientos económicos del contexto. El crecimiento del turismo, la decisión de mantener abiertos los museos y la certificación de origen de las artesanías parecen ser los fundamentos del resultado obtenido.

25 marzo, 2008

El turismo cultural puede ser peligroso

El director de Icomos-México, Javier Villalobos, expresó preocupación por la falta de expertos en conservación del patrimonio, en las estructuras administrativas de algunos gobiernos de centros y ciudades históricos, que han sido declarados Patrimonio Mundial y que requieren, como recomienda la UNESCO un plan de manejo.
La nota, publicada por la Jornada de México, expone detalles referidos al manejo del patrimonio cultural en la nación azteca. Pero algunas de estas afirmaciones tienen, nos parece, una validez que va más allá del caso puntual:

Para la restructuración urbana y salvaguarda de los centros y ciudades históricos es de vital importancia contar con un equipo de expertos en arquitectura, planeación urbana, diseño urbano, urbanismo, antropología, sociología, conservación de monumentos, restauración y gestión cultural, entre otros, que participen en la elaboración de los planes de manejo.

Cada sitio tiene sus características, cada monumento, cada conjunto tiene sus formas, materiales, riquezas, dimensiones, fragilidad.

El turismo presiona, los inversionistas que tienen los grandes negocios de hoteles quieren seguir afectando las zonas de manglares y alterar la ecología, ésa es una verdad; hay que controlar el turismo. Por otro lado, los turistas vienen a ver cosas originales y si vamos perdiendo la autenticidad, ¿adónde vamos a ir?: ¿vamos a enseñar cosas falsas? Vamos a mostrar cosas hechas hace unos días y no hace 200 años.

El turismo cultural es una fuente de recursos incalculable que, como se señala aquí, depende de la autenticidad del patrimonio – material o inmaterial – que lo convoque. En tal sentido no hay contradicción entre conservación y disfrute.
La verdadera contradicción está en si se aplican o no los recursos necesarios para su puesta y permanencia en valor. Y si se cuenta o no con el capital humano adecuado.
Opciones por detrás de las cuales está o no la voluntad política del estado para articular economía y cultura de un modo sostenible. Tal, nos parece, es el verdadero debate.

18 marzo, 2008

Marcas Culturales Globales

Cristina Fuentes La Roche es Directora de Proyecto del “Hay Festival Cartagena de Indias” y directora de Programación del “Hay Festival Segovia” y autora de un artículo publicado por el Real Instituto El Cano bajo el título “Globalización de marcas culturales:
¿neocolonialismo cultural o inversión en creatividad?

Desde finales de los años noventa ha surgido una tendencia a la internacionalización de “marcas” del sector cultural, que incluye la exportación no solo de la “marca” de prestigio, sino también del know-how (experiencia de gestión), los contratos de edición, las colecciones, etc. Esta tendencia es compartida por diferentes sectores de la cultura, como los museos (Guggenheim, Louvre), los festivales literarios (Hay Festival) e incluso los grandes espectáculos de rock (Rock in Rio).
Una de las claves que la autora analiza es la convergencia en estas iniciativas de actores sin fines de lucro – fundaciones principalmente – los estados tanto nacionales como locales que aspiran a posicionar a sus espacios culturales en el mudo global, así como grandes empresas multinacionales que buscar posicionar sus propias marcas comerciales junto a prestigiosas marcas culturales.
La autora – protagonista ella misma del fenómeno – expone cifras y niveles de inversión de cada uno de los sectores analizando, incluso, rentabilidades esperadas y logradas.
Algunas de las tendencias que subyacen al fenómeno son:

Es sabido que cuando arte y artistas se trasladan a zonas menos favorecidas ello suele traducirse en un progreso cultural y económico de aquéllas, aumentando el número de visitantes e incluso de residentes, atraídos por la existencia de ambientes creativos y con oferta de ocio de alta calidad. Grandes ciudades como Londres o Nueva York deben una gran parte de su identidad a museos como la Tate Gallery y el MOMA, por no hablar de lo que representan el Prado o el Louvre para Madrid o París. Si el objetivo de estos grandes núcleos urbanos es ser reconocidos como líderes en el negocio global, las estrategias de desarrollo no se pueden separar de la necesidad de atraer a la gente más preparada y creativa. Si el arte importa a esa gente, también será importante para la ciudad.

El interés de los países receptores, por otra parte, surge de los potenciales rendimientos producidos por la instalación de esas marcas de prestigio. Las ciudades están incrementando la utilización de eventos culturales para mejorar su imagen, estimular el desarrollo urbano y atraer visitantes e inversiones. Esta tendencia se hace patente en el éxito de distinciones como el Patrimonio Común de la Humanidad de la UNESCO o convocatorias como la “Capital Cultural Europea” de la Unión Europea o la “Capital Mundial del Libro” de la UNESCO, que se construyen también a través de una “marca” y que se perciben como oportunidades para la consecución de dichos fines.”

La tradición de promoción de las letras en el mundo hispano se caracteriza por la organización de Ferias del Libro abiertas al público, siendo la primera prioridad la venta y sólo después la actividad cultural (charlas, coloquios, etc.). El modelo del Hay Festival, por el contrario, centra la prioridad en los escritores como estrellas de los acontecimientos, y sólo adicionalmente, después de cada encuentro (que en Cartagena de Indias y en Segovia han sido de una media de 50) se realizan firmas de libros por su autores.”

La expansión del Guggenheim ha recibido críticas de algunos sectores que lo ven como un caso más de “Coca-colanizacion”; un ejemplo de neo-colonialismo en el que la Fundación Guggenheim pone su prestigio en alquiler como si se tratase de una marca comercial, con efectos más allá de lo puramente mercantil. Detrás de la formación de una marca global podría además haber ambiciones de predominio cultural y, con él, de control de los mercados culturales globales.”

En un principio prevalece en los contenidos la cultura del país de origen, pero poco a poco va adquiriendo componentes locales que se incorporarán a la “organización madre” y podrán proyectarse a través de ella al resto del mundo por medio de sus sucursales o filiales. En este proceso, los países recipientes adquieren conocimiento y experiencia de gestión, y al mismo tiempo tienen la oportunidad de dar a conocer su propia producción artística. Aceptan la influencia cultural ajena a cambio de la posibilidad de formar parte de una multinacional cultural a través de la cual podrán proyectar su propia influencia.”

Las nuevas marcas culturales internacionales, al instalarse en otros países, generan por sí solas un intercambio cultural en ambas direcciones, a través de la red de filiales de la institución de origen. La instalación de la Fundación Guggenheim en Bilbao ha traído consigo una vía de entrada para el arte contemporáneo internacional, y al mismo tiempo permitirá que la nueva colección de arte hispano sea divulgada en el exterior.”

La creación de la Agencia Internacional de Museos en Francia, así como la figura de presidente de las colecciones mundiales en el Reino Unido expresan el interés de los Estados en estas nuevas formas de cooperación cultural, pero cabe destacar que en estos casos las agencias gubernamentales están adoptando formatos propios del sector privado (consultoría y exportación de know-how y de marcas, y búsqueda de financiación en el mercado).

Hasta aquí un extracto arbitrario de un texto cuya lectura es casi un acto a ejercer en defensa propia; pero es en la conclusión final de la autora donde debiéramos, desde nuestros intereses culturales, iniciar un debate más profundo. Concluye la autora:

Mientras que en el siglo pasado la promoción cultural internacional, y en cierto grado el intercambio cultural, circulaba principalmente por canales oficiales tales como el Instituto Goethe, el British Council o los institutos franceses, y dando prioridad a las manifestaciones artísticas propias, estos nuevos fenómenos de globalización de marcas culturales van más allá de la promoción nacional del país de origen, primando la promoción internacional de la excelencia cultural independientemente de su nacionalidad.”

Unas pocas preguntas para interpelar un fenómeno que – en nuestra opinión – llegó para expandirse por el orbe más temprano que tarde.

1- ¿Puede desarrollarse la creatividad de nuestros artistas si los canales de consagración están concentrados en unos pocos actores globales? ¿Y la diversidad?
2- Si, como decíamos, esta tendencia va hacia el largo plazo ¿Podrán las administraciones culturales de nuestros estados operar sobre el fenómeno?
3- Nuestras organizaciones de la sociedad civil ¿Están viendo el fenómeno? Y, en su caso ¿Contarán con financiamiento suficiente de nuestras empresas?
4- Y, en todo caso ¿Somos capaces de crear sinergias suficientes para participar del fenómeno reivindicando el derecho a nuestra propia diversidad?

De poco valdrá debatir si esto es o no Coca-colanización. Profesionalizar nuestra propia administración cultural, tener la audacia de promover nuestros ritmos, estilos y colores parecen acciones más útiles. Y sobre todo aprovechar creativamente los espacios que estos reordenamientos del escenario cultural global sin duda irán dejando.

17 marzo, 2008

Cultura y desarrollo: tema del segundo congreso argentino de cultura

La Secretaría de Cultura de la nación informó sobre la realización de la Asamblea Federal de Cultura durante la cual se trató la realización en San Miguel de Tucumán del Segundo Congreso Argentino de Cultura entre los días 2 y 5 de octubre próximos.
El tema que articula el programa del Congreso –aprobado en detalle durante la Asamblea– es “Cultura y desarrollo”, y los cinco ejes que se abordarán en las 15 mesas redondas son “Las relaciones entre cultura y desarrollo”, “Cultura y economía”, “La identidad nacional y los procesos de desarrollo”, “Diversidad cultural y derecho a la cultura”, y “Cultura y comunicación. Las industrias culturales y las TIC”. “Hoy se entiende que ni siquiera el territorio es una realidad natural, sino que es una creación cultural. Desde este punto de vista, hablar de desarrollo local implica necesariamente una fuerte dimensión cultural. Plantear los vínculos entre los niveles municipal, provincial, regional y nacional se quedaría corto si no se tratara la relación entre cultura y desarrollo local como un problema central”, explicó Nun (Secretario de Cultura de la Nación)
El tema planteado resulta estratégico para pensar las políticas culturales hacia el largo plazo; la participación de todas las expresiones de la sociedad argentina su mejor garantía.

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Relaciones culturales internacionales

El Real Instituto El Cano ha publicado un documento titulado “Los compromisos internacionales de España en materia de cultura” firmado por Lorenzo Delgado Gómez-Escalonilla y Marisa Figueroa.
Su contenido completo – unas 21 páginas – puede bajarse en formato pdf. El artículo está referido principalmente al caso español pero aporta algunas pistas sobre esta verdadera dimensión diplomática de las políticas culturales.
Dicen los autores: “Los acuerdos culturales han discurrido casi en paralelo con la evolución de la política cultural exterior, e incluso precedieron a la organización sistemática de aquella por parte de los Estados. Sus antecedentes cabe situarlos a finales del siglo XIX, concentrándose en materias tales como la protección de derechos de autor, el intercambio de publicaciones, el establecimiento de instituciones culturales y la equivalencia de títulos. Pero cuando adquirieron mayor densidad fue a partir de la segunda mitad del siglo XX, abarcando nuevas facetas e implicando a un número creciente de Estados. En la actualidad la firma de tales acuerdos es práctica común de las relaciones bilaterales y la diplomacia multilateral.” (...)
"... muchos de los intercambios culturales que se desarrollan en la esfera internacional se desenvuelven actualmente al margen de los Estados, mediante convenios entre universidades, museos, bibliotecas, centros de investigación, asociaciones y organismos no gubernamentales, etc. Por otro, las diversas tradiciones jurídicas de los Estados condicionan su preferencia por relaciones más regularizadas o más pragmáticas, más dependientes de la esfera estatal o de la sociedad civil, lo que tiene su correspondiente traslación al terreno que nos ocupa.
Se reconoce que muchas de estas iniciativas de diplomacia cultural tuvieron poco de inocencia:
En sus orígenes estuvo la proyección cultural asociada a la intervención colonial o la exploración de espacios como paso previo a imperios formales (dominio político-económico directo) o informales (dominio diferido sin control territorial). Los fenómenos de aculturación fueron un correlato de la expansión mundial de las metrópolis industrializadas. En la visión de esas metrópolis los conceptos de civilización y progreso emanaban de la lógica de la potencia y de los avances técnicos y científicos, que colocaban en la cúspide de la evolución mundial a Occidente (Europa). Según tal concepción, las metrópolis tenían que asumir una misión civilizadora respecto a las sociedades menos desarrolladas que estaban bajo su tutela.
El documento analiza esa evolución histórica y sus principales protagonistas europeos: Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido de Gran Bretaña.
La dimensión cultural empezó a barajarse como un nuevo elemento de política exterior susceptible de reportar múltiples aportaciones: acrecentar el prestigio y la influencia del país en la escena internacional; abrir cauces a la colaboración política y la penetración económica; atraer a los cuadros dirigentes extranjeros y a la opinión pública, o en caso de contar con colonias de emigrantes en otros países mantener su sentimiento de nacionalidad y convertirlas en agentes difusores de su cultura de origen. Se sentaron entonces las bases de una política cultural exterior sustentada en la expansión del conocimiento de la lengua y de las creaciones intelectuales, artísticas y científicas de cada país.
También las guerras y los conflictos económicos tuvieron, en el relato que hacen los autores, un correlato cultural: “...La propaganda cultural se concibió como un instrumento idóneo para ese campo de combate. Si las naciones totalitarias desarrollaron sofisticadas técnicas de manipulación de masas y no dudaron en sumar el concurso de la cultura a su arsenal, sus adversarios les dieron la réplica.” ... “EEUU fue uno de los primeros países en advertir que había que modificar las anteriores prácticas de corte unilateral, que remitían de una u otra forma a la política tradicional de las potencias dominantes con el resto de sus interlocutores de segundo orden (...) que el radio de la política cultural debía extenderse a colectivos que antes habían permanecido ajenos a la misma, lo que implicaba incrementar la actuación en terrenos como la educación y los avances científico-técnicos. La fórmula que comenzó a ponerse en circulación, "cooperación cultural, educativa y científica", respondía al cambio aludido en el horizonte de las relaciones culturales, pero también ponía el acento en el intercambio como mecanismo para romper con el desequilibrio implícito en conductas pretéritas.
Los cambios registrados en las últimas décadas son descriptos en términos de “...los retos planteados por la globalización han tenido efectos apreciables sobre la dimensión cultural. Bien con la emergencia de universos culturales relativamente homogéneos, que han atraído el interés de los Estados más poderosos y las empresas multinacionales, bien con la reivindicación de identidades culturales de naciones, comunidades o minorías, en respuesta a lo que interpretan como un renovado intento de contaminación cultural.
Concentrados ya en el caso español revisan los convenios suscriptos a lo largo de su historia nacional apuntando la notoria preeminencia de los acuerdos con nuestros países de habla hispana. Aún cuando:
... el mapa de compromisos internacionales asumidos por España en materia de cultura abarca la casi totalidad de los estados americanos y europeos. En Asia-Pacífico ha tenido una destacada importancia la zona de Oriente Medio, con una perceptible tendencia a estrechar los lazos con otros países más lejanos del continente. En África se aprecia una marcada atención hacia los países ribereños del Mediterráneo.
Sobre las materias de las políticas culturales se sostiene:
... apuesta por una cooperación cultural extendida que abarca ámbitos cada vez dilatados –que van desde la enseñanza y el arte al intercambio científico o los asuntos medioambientales–, y por afianzar la presencia e implicación en los organismos internacionales multilaterales.

Una lectura que nos ayuda a comprender la complejidad de las políticas culturales de estos principios del siglo veintiuno. Complejidad porque los actores exceden al clásico mundo de los estados en los dos últimos siglos y por la emergencia de dominios culturales más extendidos. Complejidad también en el sentido de la cantidad de variables que van construyendo identidades culturales globales y locales a un tiempo; con temporalidades tanto propias como ajenas.

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Gesión de la ciudadanía global en Galicia

14 marzo, 2008

México: Vela rinde cuentas de su gestión cultural

La Jornada de México informa sobre la comparencia del titular de CONCULTA frente a la comisión de cultura de la cámara de diputados de ese país.
Ante los cuestionamientos que los legisladores realizaron a los viajes del funcionario al exterior Vela respondió “... que fueron hechos con apego “a las medidas de austeridad”. Como resultados concretos de su estancia en el extranjero dijo que se ha conseguido que México sea invitado de honor en los carnavales de Valparaíso, Chile; que en 2009 el país tenga “una presencia especial” en Japón, con un programa de exposiciones y artes escénicas, así como ser el invitado de honor tanto en el Salón del Libro en París, Francia, como en el Kennedy Center y en el Festival del Centro de Folklore Smithsonian, de Washington; también que el Museo Británico de Londres exponga la muestra Moctezuma, y que venga a México el Ballet Real Británico.
Otras quejas fueron más a fondo: “el público ha presenciado la muerte del promotor cultural a manos del poder burocrático al que no pudo, o no quiso, hacer frente para convencer, promover y posicionar a la cultura entre las prioridades nacionales”, argumentó el perredista Alfonso Suárez del Real.
Sobre el largo plazo “Vela se refirió al turismo cultural como el bastión principal del Plan Nacional de Cultura 2007-2012, sobre el cual volvió a ofrecer los detalles, sin mayores cambios, que ya había dado a conocer el pasado diciembre. El funcionario se comprometió a entregar en dos semanas un reporte puntual “de lo planteado y de lo ya ejecutado” del presupuesto del consejo, el cual, reiteró, no se utiliza de manera discrecional en la institución a su cargo.
La verdad es que la gestión de Vela ha estado envuelta en sucesivos debates que hemos ido siguiendo desde nuestro blog habida cuenta de la trascendencia que CONACULTA tiene como caso específico de administración cultural. Sin que esto suponga opinar sobre el fondo de la discusión política.
Si nos interesa la contraposición entre “promoción cultural” y “poder burocrático” que plantea uno de los diputados ¿Puede el poder burocrático “matar” a un promotor cultural como sin duda lo es Sergio Vela? ¿Puede el turismo cultural ser “el bastión principal” de un proyecto cultural de largo plazo?
Pareciera, aún asumiendo el riesgo de opinar a la distancia, que estamos ante un debate más profundo sobre el sentido y la misión misma de la administración cultural. Una contraposición – falsa a nuestro juicio – entre valor económico y valor simbólico de la cultura.
Las industrias culturales – entendiendo al turismo cultural como una de ellas – no pueden desarrollarse sin un respaldo simbólico que le permita diferenciarse dentro del contexto abigarrado que propone el orden global. Y en tal sentido requieren de un equilibrio sumamente dinámico que siempre desafía la capacidad de adaptación de los aparatos burocráticos del estado. Quizás este sea uno de los principales desafíos que plantea este nuevo siglo a la administración cultural.

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12 marzo, 2008

Museo y gestión cultural

Una nota firmada por Luis Miguel Vila Rodríguez en Diario de León propone una mirada muy amplia sobre la instalación museo, su función en el aprendizaje de una herencia cultural e incluso sobre el impacto económico de una correcta gestión cultural:

Desde que se promulgó la Ley de Patrimonio Histórico Español en 1985 el concepto de museo se entiende no sólo de servicio a la tutela del patrimonio cultural nacional sino que da una primacía a su naturaleza colectiva, a la función social que los Bienes de interés cultural tienen, entendiendo como Bienes de interés cultural no sólo las ramas de la cultura tradicionales como el arte o la arqueología, sino también las de valor científico y etnográfico, es decir, nuestro patrimonio cultural tienen una utilidad social y ha de ser disfrutado por la sociedad que lo ha producido.” (...)
La concepción de todos estos templos culturales de nuevo cuño rompe con la tradicional idea de los museos y se deja llevar por cada vez más atrevidas y atractivas veleidades a favor de la idea de la interactividad, en la que los visitantes no son espectadores pasivos, sino que participan en la experiencia y las sensaciones allí expuestas, el valor de una obra se define entonces desde las emociones que evoca su visualización. Es la aproximación al conocimiento a través de una forma lúdica, moderna, e incluso mediática lo que asegura la asimilación de los conceptos expuestos por sectores sociales muy variados.” (...)
Las teorías de rendimiento económico en el mundo de la cultura ha convertido al beneficio económico en algo positivo y cuya búsqueda es deseable y beneficiosa. La aparición de modernos proyectos museísticos, el auge del turismo cultural, el gran costo que tiene el ofrecimiento de estos espacios en las condiciones óptimas y las dificultades para financiarlos por instituciones que aún no creen fehacientemente que la cultura supone un excelente yacimiento de empleo y riqueza, son factores que hace que se vaya imponiendo el uso las técnicas de marketing empleadas en el mundo empresarial a la organización y gestión del museo” (...)
Es en la gestión de un equipo competente de profesionales, de la que depende el éxito mediático, reconocible y cuantificable de un museo, en contraste con una gestión correcta pero anodina que haga languidecer el proyecto en un anonimato y falta de interés por todos aquellos que no sean de su entorno inmediato.” (...)

En una entrada anterior nos preguntábamos ¿Qué es un museo? En esta nota escrita en España, nos parece, hay algunas preguntas más interesantes todavía.

10 marzo, 2008

¿Qué es un museo?

Una nota publicada por El País de Montevideo repasa la realidad de los museos del Uruguay:
En Uruguay no existe un organismo que centralice la información sobre los museos. Nadie sabe cuántas personas los visitan, qué presupuestos manejan y de dónde obtienen ese dinero. De hecho, ni siquiera hay una ley que defina qué es un museo.
De hecho la nota, reflejando la opinión de un especialista, sostiene que "al no haber una ley de museos, aparece un señor que tiene objetos de colección en su casa y ya quiere que sea un museo".
Una encuesta realizada por dos estudiantes referida a si el público está dispuesto a pagar para visitar los museos arroja los siguientes datos:
Según el estudio, el 56% de los entrevistados compraría un ticket de un promedio de $ 28 para ingresar.
Un rápido recorrido por el archivo de nuestro blog muestra diferentes miradas sobre instalaciones que bien pueden pensarse desde la categoría museo:

Patrimonio cultural audiovisual: Colombia firma convenio con el BID

Designan por concurso al director del Museo Nacional de Bellas Artes

Emprendimientos Culturales: La Protegida, almacén museo

Día de la tradición en un almacén museo

Gestión del patrimonio y la identidad cultural

Gestión cultural en museos: no hay que inventar el hilo negro

Podemos construir nuevos patrimonios

Los Amigos del Museo cumplen 25 años

Patrimonio cultural hospitalario

La sola lectura de los títulos muestra la enorme diversidad que caracteriza a la instalación museo. Si además recorremos las descripciones y problemáticas según sus protagonistas comprenderemos la dificultad de formular – más allá del rito académico – una definición univoca para la gestión de un museo.
Está claro que los estados pueden dictar leyes para clasificar actividades culturales y definir condiciones para su tratamiento presupuestario e impositivo.
Pero la cultura es aquello que hacen los pueblos a través del tiempo y el espacio. Y la gestión cultural la disciplina que pretende interactuar entre ambas realidades. Respetando la museología por supuesto, recreando la diversidad de los museos también.

Gestión cultural en una vidriera

Una nota de Pagina / 12 relata que “una obra de danza contemporánea se desarrolla en una vidriera, creación de Diana Theocharidis, una coreógrafa hace tiempo interesada en trabajar en espacios no convencionales.
Al explicar el sentido de la puesta dice la coreógrafa: “Transformamos la vidriera en una caja negra y usamos la cortina como telón, como si fuera un escenario a la italiana (...)Este procedimiento me permitió poner de relieve que es la obra la que construye el espacio. Una caja negra no es un espacio sino un lugar neutro que permite que cada obra genere su espacio. En danza, no se trata de desplegar cuerpos en el espacio, porque el espacio no existe de antemano, sino que es creado por el intérprete. El gesto de un bailarín puede generar un espacio infinito o, por el contrario, opresivo. El teatro es simplemente el lugar. En los lugares no convencionales, como en esta vidriera, sucede algo más: las características propias del lugar son tomadas como material de la danza. Eso demuestra que el espacio no es el lugar; es el cuerpo el que lo construye.
Esto que se dice del lenguaje estético – y sus instrumentos – como constructor del espacio escénico bien puede aplicarse a la gestión cultural: cierto es que hay espacios dedicados y consagrados a su ejercicio; pero la gestión puede - y debiera - construir lugares.
Claro que esto supone el dominio de una técnica – dicho en el sentido más amplio posible – y la vocación por la experimentación. Las declaraciones de la coreógrafa son una invitación para ambos caminos.

07 marzo, 2008

Empresa Pública de Gestión Cultural

Un medio español informa las actividades de la que será la “Sociedad Don Quijote de Conmemoraciones Culturales de Castilla-La Mancha
La consejera de Cultura y presidenta de la empresa pública Don Quijote de la Mancha, Soledad Herrero, ha presentado esta mañana en Toledo la convocatoria de ayudas a los municipios de la región que deseen desarrollar a lo largo de 2008 proyectos relacionados con conmemoraciones culturales. La convocatoria de ayudas, que hoy entra en vigor tras su publicación ayer en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM), es fruto de la colaboración entre la Empresa Pública Don Quijote y Caja Castilla La Mancha (CCM), con una aportación por parte de cada una de ambas entidades de 200.000 euros.
Esta empresa lleva realizadas más de 2000 actividades en las que han participado dos y medio millones personas lo que ha constituido, según los funcionarios “... un antes y un después en la vida cultural de Castilla – La Mancha
Entre las actividades proyectadas se dice que “A lo largo de 2008, la nueva Sociedad Don Quijote de Conmemoraciones continuará la labor de difusión de la cultura con la organización de varias exposiciones y con la entrega de más de 10.000 productos a las bibliotecas públicas y centros educativos de la región, que se unen a los 32.000 libros distribuidos ya durante los años 2006 y 2007.
Un modelo diferente de organizar la gestión cultural: una empresa pública con capacidad para convocar al sector privado y, simultáneamente, estimular las actividades culturales de los gobiernos locales.
Leyendo la nota completa se ve con claridad cómo esta articulación entre diferentes sectores económicos y gubernamentales se da también en torno a los contenidos: la historia nacional española junto al protagonismo de las historias locales, los creadores y la formación de públicos. Articulación temática e institucional sostenida desde una identidad construida a partir de un personaje de ficción. O una figura emblemática para ser más justos con la literatura,

Notas relacionadas:
El prestigio del Quijote

06 marzo, 2008

¿Cuatro zonas culturales para el conurbano bonaerense?

En enero pasado publicamos una entrada titulada “Gestión cultural bonaerense con acento en las regiones” comentando alguna declaraciones de Juan Carlos D´Amico, presidente del Instituto Cultural Bonaerense.
En esa nota concluíamos que A nuestro juicio el conurbano debiera subdividirse en, por lo menos, cuatro regiones más pequeñas y agrupadas en torno a los diferentes corredores de transporte. El “concepto de región cultural” tendría, de ese modo, un sentido más participativo.
Una nota de Diario Popular informa precisamente la conformación de cuatro zonas dentro de la región conurbano. Tal decisión se habría tomado en una reunión entre el presidente del ICB con los intendentes del conurbano.
Lamentablemente la nota del diario no específica cuales son las cuatro subzonas ni los mecanismos de coordinación. Tampoco pudimos encontrar esos datos en el apartado del sitio del ICB dedicado a las regiones culturales.
Pero aún esta información incompleta nos parece una excelente noticia en el camino de acortar distancias entre la sociedad y los centros de formulación de políticas culturales.

04 marzo, 2008

La descentralización es un cambio cultural

La Opinión – Rafaela publica un reportaje a Mónica Bifarello, Secretaria de Regiones, Municipios y Comunas del Ministerio de Gobierno y Reforma del Estado de la Provincia de Santa Fe.
En el mismo la funcionaria explica el plan de regionalización que está promoviendo el gobierno de Binner.
Dice la funcionaria: “no venimos a imponer nada; esto es un proceso del cual todos formarán parte; esto implica un cambio cultural para todos, principalmente para los funcionarios...la regionalización cambiará la cultura de los funcionarios, de los que hacen las políticas; en un esquema descentralizado el funcionario no se puede quedar en su escritorio, tiene que recorrer el territorio. Por supuesto que queremos que los presidentes comunales vengan a discutir los temas para el desarrollo de sus regiones, pero hay que tener en cuenta que no se puede gobernar encerrado en un escritorio".
La nota tiene más que ver con las políticas públicas en general y el modo en que se organiza el estado para formularlas, ejecutarlas y controlarlas. Sin embargo buena parte de lo que allí se dice es perfectamente aplicable al campo de la administración cultural.
Y sobretodo a su planeamiento estratégico puesto, en la propuesta de la funcionaria, al nivel del territorio más inmediato a los ciudadanos. Quienes trabajan en la administración cultural pública no debieran dejar de leerla.

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Gestión cultural bonaerense con acento en las regiones

Patrimonio cultural audiovisual: Colombia firma convenio con el BID

Una noticia generada en Colombia por el portal Entrada Libre da cuenta de un dominio en el que no siempre reparan las administraciones culturales: el patrimonio cultural audiovisual. Dice la noticia:
La ministra de Cultura, Paula Marcela Moreno Zapata, y Cosette Alves, Presidente de la Fundación Interamericana de Cultura y Desarrollo (ICDF), firmaron hoy en Washington (Estados Unidos) un convenio de cooperación para apoyar la preservación y conservación del patrimonio fílmico colombiano. Uno de los compromisos de la Fundación Interamericana de Cultura y Desarrollo (ICDF), entidad adscrita al Banco Interamericano de Desarrollo, será aportarle a Colombia asistencia técnica e institucional y transferencia de tecnología para la preservación del Patrimonio Audiovisual Colombiano.”

Entre los problemas que relata la nota se destaca que: “En la actualidad, el acervo de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano está constituido en un alto porcentaje (cerca del 65%) por materiales en soporte de cine (16 mm, 35 mm, 8 mm y súper 8mm) y no ha sido posible lograr la transferencia de estas obras a formatos de video que faciliten la consulta.Por este motivo, el Convenio de Cooperación firmado entre el Ministerio de Cultura y la Fundación Interamericana de Cultura y Desarrollo (ICDF) disminuirá la brecha tecnológica en la que se encuentra el país, ya que facilitará la adquisición de equipos de vanguardia para los procesos de conservación y permitirá la formación en nuevas tecnologías para la recuperación de imágenes en movimiento y el entrenamiento específico en técnicas de restauración de preservación para la operación del área técnica.

La rápida aparición, obsolescencia y cambio de los soportes de registro de imágenes y datos plantean efectivamente el problema de la conservación y el recupero de ese patrimonio. La explosión tecnológica de las últimas décadas ha permitido que se democratice la capacidad de registrar pero esto también provoca la superabundancia de información no siempre bien catalogada.
De nada sirve la mera conservación, patrimonio que no se usa no es patrimonio. Los registros audiovisuales son un reservorio de las identidades culturales cuya puesta en valor requiere – como otros temas culturales – de políticas públicas de largo aliento.

03 marzo, 2008

Gerencia cultural: balance del Centro León de la República Dominicana

Listín Diario de la República Dominicana publica un reportaje a las autoridades del Centro León de ese país centroamericano.
Allí se define a la gestión cultural como gerencia cultural. En la nota se cuenta cómo se organizan y llevan adelante las actividades de este centro cultural dominicano:
Desde sus orígenes, el Centro León fue concebido como un espacio público que auspicia la construcción colectiva del patrimonio cultural dominicano dentro del contexto caribeño. Para mantener una dinámica de diálogo con la comunidad local, regional, nacional e internacional, se llevan a cabo tres programas interrelacionados: (a) acopio y presentación del acervo cultural a través de exposiciones, (b) documentación/investigación y (c) educación/animación cultural (...)Su misión es compartida por dos funciones básicas: una de difusión e intercambio cultural y otra de generación de productos culturales de impacto a todos los públicos. Únicamente con una verdadera gestión cultural participativa se puede llevar adelante una labor como esta que requiere, por un lado, de una exigente planificación para la acción en todas sus unidades internas que forman una red policéntrica de trabajo y, por otro lado, una compleja coordinación interinstitucional con otras entidades, agrupaciones, grupos y agentes culturales, tanto del sector público como del sector privado.
Una trama de gestión que sus protagonistas definen como “red policéntrica de trabajo” y la que podríamos pensar, desde otra mirada, como una trama abierta de liderazgos múltiples.Centro