27 enero, 2009
Música es cultura
Desde los países hispanohablantes de la América podríamos suscribir muchos de los supuestos y reclamos que hacen en España. Claro que no ha de ser la misma situación, sobre todo en el campo legal, en cada una de nuestras naciones.
Pero más allá de ello compartimos la idea de que el campo musical está sometido a múltiples tensiones provocadas, nos parece, por la concentración de públicos en unas pocas productoras discográficas globales, la indiferencia de los grandes mediios hacia estilos y repertorios no masificados y por la piratería que, si bien ayuda a derribar barreras de distribución también perjudica la posibilidad de remunerar a creadores e interpretes.
Desde este lugar adherimos a la idea de que los estados nacionales deben intervenir en este mercado en favor de la diversidad creativa, la democratización del acceso y la formación de públicos. Con este objetivo difundimos el manifiesto madrileño.
MANIFIESTO POR UNA LEY DE LA MÚSICA
Manifestamos: Que existe un trato de no igualdad e indiferencia hacia la música en relación a otros sectores culturales, como puede ser el teatro o el cine.
Además, la música popular no está considerada cultura ni existe una regulación cultural de la misma.
Nunca ha habido una ley de la música y todos los que trabajamos en este sector, sobre todo del directo, sentimos una indefensión que va, desde un trato discriminatorio a los artistas y músicos en general, hasta una indefinición asombrosa para los profesionales y las salas de música en directo.
Que, en cambio, el sector de la música popular está compuesto por un conglomerado rico y complejo, con una importantísima iniciativa privada y diferentes estamentos que la hacen posible:
.- Una importante base artística, compuesta por autores, intérpretes, músicos y artistas.
.- Varias entidades de gestión de derechos.
.- Una industria discográfica, actualmente en fase de remodelación.
.- Los conciertos, de gran importancia cultural, de comunicación artística, de generación de empleo y de creación de nuevos públicos.
.- Y un público con demanda creciente de calidad y diversidad musical.
Por ello RECLAMAMOS:
Una Ley de la Música:
a) Que reconozca que todas las músicas son cultura y que garantice al público el derecho constitucional de acceso a la cultura y el de la libertad de expresión a los creadores.
b) Que dignifique la música popular atendiendo a los criterios de calidad, diversidad cultural e independencia, capaz de potenciar y defender el mercado nacional, entendiendo por éste la música que surge dentro del Estado español.
c) Que contemple normas de excepción cultural en pro de la pluralidad cultural.
d) Que regularice el sector desde un punto de vista cultural, regulando las competencias de las diferentes administraciones.
e) Que marque un modelo de gestión sobre las músicas, coordinando todos los organismos que afectan al fomento de las mismas.
f) Que propicie la creación del Estatuto del Músico, con el fin de dignificar su condición.
g) Que se potencie la creación de un Código de Buenas Prácticas dentro del sector.
h) Que se cree un convenio artístico que regule la especificidad del sector: colegiación de profesionales, marcos de actuación, seguridad social de artistas, etc.
i) Que se cree una licencia homologada para las salas de música en directo que considere la labor cultural de estos espacios.
A nuestros representantes en las administraciones y a los legisladores,
EXIGIMOS:
Que se lleven a cabo las medidas ejecutivas y legislativas necesarias para llevar a la práctica las reclamaciones enumeradas anteriormente y apoyaremos las iniciativas que se propongan desde el INAEM, desde el ministerio de Cultura y el resto de Instituciones Públicas, siempre y cuando vayan en esta dirección.
Invitamos a los músicos, autores e intérpretes, a las asociaciones, a los profesionales de la música y al público en general, que se adhieran y hagan suyo este Manifiesto".
El Manifesto puede suscribirse enviando por correo electrónico con nombre, apellidos y Nº de DNI a: info@salasdeconciertos.com. Hoy mismo se han adherido la SGAE y la AIE.
El acto, por otro lado, ha recibido el espaldo de la European Composers & Songwriters Alliance (ECSA), que agrupa a 30 organizaciones de 22 países, han decidido "suscribir el Manifiesto con el que el sector de la música en directo español reclama una Ley de la Música que aspira a lograr las mejores garantías para sus profesionales y el público".
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27 febrero, 2008
El valor de la cultura
El Boletín Informativo del Laboratorio de Industrias Culturales, dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación, ha publicado, en enero del 2007, un artículo referido al análisis de la Cuenta Satélite de Cultura durante el período 2005.
Allí se afirma que, durante ese año, las principales actividades e industrias culturales han aportado al desarrollo del valor agregado nacional, el 3% del PBI argentino.
Sostiene, también, que luego de la devaluación, estas actividades e industrias crecieron un 58% mientras que la economía lo hizo en un 27%.
Recomendamos la lectura de este artículo, donde el valor de la cultura se ve expresado en pesos y en su incidencia dentro del mercado económico nacional.
20 febrero, 2008
Políticas culturales: Chile 2005 – 2010
La versión original del mismo es un PDF con un peso de poco más de tres megas.
Para facilitar su descarga hemos preparado una versión más liviana disponible desde este enlace. El documento en sí mismo es un plan estratégico que formula un conjunto de políticas culturales tendientes a ubicar el desarrollo cultural en el centro de la agenda política de Chile.
“La mirada respecto de la cultura de este documento implica que ella sea puesta efectivamente en el centro del desarrollo de Chile. Esto significa que la cultura no sea sólo un aderezo que se considere ocasional y episódicamente, sino que pase a ser reconocida como parte de la esencia de lo que constituye nuestra identidad nacional. Y es preciso, además, que se reconozca que es justamente esta identidad la que sustenta la integración de Chile en este mundo globalizado. Igualmente, es necesario que la cultura sea aceptada ya no sólo como generadora de valores estéticos y de sentido, sino también en tanto industria, generadora de riqueza y empleo e impulsora de nuevos horizontes para la economía del país.”
Una de las claves de esa planificación es lo que el documento llama la “nueva institucionalidad cultural” de la cual el Consejo mismo es un ejemplo claro. Veamos algunas definiciones y antecedentes:
“El presente documento, que propone definiciones de política cultural para el período 2005- 2010, es el fruto de un esfuerzo colectivo encabezado por el Directorio Nacional del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), que comprometió la participación de los trece Consejos Regionales y de los Comités Consultivos. La primera Convención de la Cultura, celebrada en Valparaíso en agosto del 2004, en la que participaron más de 110 miembros de la institucionalidad cultural, se abocó a elaborar y discutir recomendaciones relevantes para la política cultural nacional 2005 - 2010.”
“...los informes del Departamento de Estudios del CNCA, los Anuarios de Cultura y Tiempo Libre realizados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la Encuesta de Consumo Cultural en la Región Metropolitana realizada por el INE y el CNCA el 2004, los estudios estadísticos de la Cámara del Libro y los de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, los trabajos realizados en el marco del Convenio Andrés Bello, los informes estadísticos de la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos (DIBAM) y los múltiples aportes de académicos y estudiosos del tema cultural, han permitido sortear las carencias de información y construir un diagnóstico, si no preciso, al menos suficientemente documentado del sector.”
“En mayo de 2000, el Presidente Ricardo Lagos anunció su programa de gobierno en cultura y nombró a Agustín Squella como Asesor Presidencial, encomendándole la tarea de coordinar a los organismos públicos de la cultura y elaborar el proyecto de la nueva institucionalidad, el que finalmente vio la luz en julio del año 2003. La Ley 19.891 creó el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, y el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes.”
“No es posible imaginar las políticas culturales al margen del contexto en que vivimos los chilenos. En tal sentido, hay que decir que en estos años hemos experimentado cambios importantes en nuestras condiciones y modos de vida, los que se manifiestan en particular en ámbitos relacionados con la cultura. El 72,6 % de los chilenos vive en casa propia y el 90,7 % de estas viviendas responden a estándares mínimos de calidad. El 79,1% de los hogares, frente al 61,1% en 1992, tiene acceso a electricidad, agua potable, alcantarillado, ducha y combustible para cocinar. Más del 80% de los hogares tiene refrigerador, lavadora y TV a color. Más de la mitad de la población tiene acceso a teléfono fijo y celular. Todo esto significa un considerable cambio con respecto a la situación de hace apenas diez años.”
“Entre los cambios que el país ha venido conociendo en los últimos años está el afianzamiento y consolidación del sistema democrático, caracterizado por el respeto a los derechos humanos. Situaciones de común ocurrencia en el pasado reciente son hoy rechazadas unánimemente y la sociedad chilena se encamina hacia una creciente tolerancia y respeto a la diversidad. Por ello es preocupante el hecho que el 60% de la población se limite a un consumo cultural de pobreza, es decir, a un consumo cultural marcado por la oferta de los medios de comunicación. Se ha demostrado que estos consumos mínimos están asociados a falta de sociabilidad, menor valoración de la diversidad y menor valoración de la democracia como forma de gobierno.”
La lectura del documento completo revela la potencialidad que esa “nueva institucionalidad cultural” tiene para el impulso de un desarrollo cultural más justo, participativo y democrático. Constituye –más allá de los debates que naturalmente protagonizan las ciudadanas y ciudadanos de Chile – un claro ejemplo de cuánto puede aportar una gestión cultural pensada más como política de estado que como “aderezo ocasional y episódico”.
Está, además, profundamente anclado en una amplísima información sobre la ubicación de Chile en el mundo y la dimensión y modalidades de su estructura cultural.
Contextualización e institucionalidad, largo plazo y participación parecen ser las claves de las políticas culturales de la hermana república con vistas al bicentenario ¿Cómo andaremos en las otras repúblicas americanas que celebraremos hacia el 2010 este bicentenario compartido?
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31 enero, 2008
Mexico: Programa Nacional de Cultura 2007 / 2012
- Un encuadre político firmado por el presidente de la nación, la secretaria de educación pública y el presidente de CONACULTA.
- Un prefacio y una introducción que explicitan el marco de políticas culturales desde donde se formula y la estructura técnica del plan
- Ocho Ejes generales de planificación en torno a los cuales se van a ir desagregando las diferentes problemáticas.
- Una descripción de las instituciones de administración cultural concebidas como modelo en sí de la política cultural mexicana.
- La asignación de roles para cada institución en relación a los ejes de planificación donde, naturalmente, una misma organización puede estar involucrada en más de un eje.
- Establece un número de “estrategias generales” que van a orientar todo el accionar.
- Fija y desarrolla para cada eje los objetivos generales y las estrategias específicas para el cumplimiento de cada objetivo.
Digamos – en rapidísima síntesis – que el plan parte de un marco general, describe el estado de la administración cultural mexicana, establece ocho grandes ejes de trabajo, fija objetivos para cada uno de ellos, partiendo de un diagnóstico sectorial, y determina estrategias para cada objetivo.
El plan contiene además una serie de anexos, de los cuales el más rico – a nuestro juicio, claro – es el acuerdo al que llegó la Reunión Plenaria de Titulares de Cultura de las Entidades Federativas y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes realizada en Ixtapan de la Sal, Estado de México, 19 de julio de 2007 y que da fundamentos políticos e institucionales al Programa.
Los ocho ejes son: 1. Patrimonio y diversidad cultural 2. Infraestructura cultural 3. Promoción cultural nacional e internacional 4. Estímulos públicos a la creación y mecenazgo 5. Formación e investigación antropológica, histórica, cultural y artística 6. Esparcimiento cultural y lectura 7. Cultura y turismo 8. Industrias culturales
Hemos realizado un extracto del programa con el objeto de facilitar su descarga y lectura. Como recorte de un texto mayor es, desde ya, opinable. La intención del mismo es mostrar la estructura de planificación, ejemplificarlo con la apertura de uno de los ejes, recorrer lo sustancial de las definiciones y diagnósticos de cada eje y consignar completo el acuerdo al que hacíamos referencia párrafos atrás.
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24 septiembre, 2007
Convención sobre “Protección y la Promoción de la diversidad de las expresiones culturales”
La convención fue adoptada por la UNESCO en 2005; bajamos su texto completo y lo hemos subido a nuestra lista de distribución para que puedan consultarlo.
Recomendamos, por supuesto, leerlo, pero vaya a modo de introducción el listado de objetivos que el organismo internacional persigue a través de esta convención:
a) proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales; b) crear las condiciones para que las culturas puedan prosperar y mantener interacciones libremente de forma mutuamente provechosa; c) fomentar el diálogo entre culturas a fin de garantizar intercambios culturales más amplios y equilibrados en el mundo en pro del respeto intercultural y una cultura de paz; d) fomentar la interculturalidad con el fin de desarrollar la interacción cultural, con el espíritu de construir puentes entre los pueblos; e) promover el respeto de la diversidad de las expresiones culturales y hacer cobrar conciencia de su valor en el plano local, nacional e internacional; f) reafirmar la importancia del vínculo existente entre la cultura y el desarrollo para todos los países, en especial los países en desarrollo, y apoyar las actividades realizadas en el plano nacional e internacional para que se reconozca el auténtico valor de ese vínculo; g) reconocer la índole específica de las actividades y los bienes y servicios culturales en su calidad de portadores de identidad, valores y significado; h) reiterar los derechos soberanos de los Estados a conservar, adoptar y aplicar las políticas y medidas que estimen necesarias para proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales en sus respectivos territorios; i) fortalecer la cooperación y solidaridad internacionales en un espíritu de colaboración, a fin de reforzar, en particular, las capacidades de los países en desarrollo con objeto de proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales.
Como se ve, un conjunto de objetivos ambiciosos en sí mismos. Aún si sólo fueran parte de un plan nacional de acción cultural debieran matizarse en el tiempo; con metas y etapas más realistas.
¿Cómo lograr, por ejemplo, la equidad en el acceso a los mercados masivos de las expresiones identitarias de las regiones más alejadas de las grandes ciudades? ¿Cómo lograr que las culturas letradas acepten equiparar en su dignidad a las culturas predominantemente orales?
Y sin embrago, con “Convención ...” o sin ella son objetivos imprescindibles si pretendemos vivir en sociedades justas y seguras en el más amplio sentido del término.Pensada desde allí no es extraño que sea una legisladora local quien reclame al parlamento nacional una respuesta.
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21 septiembre, 2007
Julio de 1987: Adiós Crisis

A poco de los alzamientos militares de la semana santa de 1987 veía la luz la revista Fin de Siglo, bajo la dirección periodística de Vicente Zito Lema. Venía a reemplazar –intento sin éxito por cierto – a la ya entonces mítica revista Crisis.
El editorial se título, precisamente, “Adiós Crisis”. Un texto clave para pensar la relación entre cultura y política. Y -¿por qué no?- para pensar algunos mecanismos de gestión derivados de ese debate.
Es necesario, por elemental honestidad con nuestros lectores, decir que no coincidimos con los supuestos políticos, ideológicos y culturales del autor de aquel texto. Pero Crisis fue uno de los grandes hitos de la cultura argentina como lo habían sido, en otros tiempos y contextos Martín Fierro y Sur. Dice el editorialista:
“Saben de Crisis, la revista de nuestra juventud, en la que escribimos desde el principio, que luego dirigimos y que nos llevó al destierro como a niños de la mano. Saben del regreso junto a Federico Vogelius; del sueño otra vez en marcha. Saben del cancer de nuestro editor, de los herederos que cumpliendo con su voluntad mil veces manifestada nos permiten continuar con el proyecto. Saben del “Punto Final”, que separó las aguas y obligó, ya sin tapujos, a sacarse las máscaras. Saben de la llegada del Papa, de las duras críticas que publicamos por una elemental cuestión de conciencia. Saben de la discrepancia con nuestra línea editorial de algunos integrantes del equipo original, que se marchan. Saben que los editores, contrariados por nuestras posturas – éticas, más que políticas – clausuran la revista y despiden a cada uno de los periodistas que la hacíamos.
Pero también es bueno que se sepa: 1) La familia Vogelius sólo pagó el 50% de las indemnizaciones, lo que fue aceptado en algunos casos por necesidad y en otros por la esperanza de que nos permitieran seguir por nuestra cuenta con la publicación. 2) La familia Vogelius, a la par, nos dio su palabra de cesión del nombre Crisis, e incluso nos ofreció su ayuda, sabiendo que así cumplían con los deseos del fundador de la revista. 3) La promesa no se concretó; quizás por miedo, o por desmedido afán de riquezas de quienes heredaron el patrimonio pero no el coraje civil de Federico Vogelius. Esto coincide con la aparición – casi estereotipada – de un estanciero millonario con veleidades culturales. 4) El estanciero, aun en conocimiento de nuestras tratativas y de nuestros derechos sin papeles, ofreció una altísima suma de dólares y se quedó con la revista (no con su historia). 5) Simultáneamente nos invitó a continuar en la dirección – que fue también la propuesta de los vendedores -, pero a cambio estaba la “sugerencia” de “flexibilizar la línea editorial”. 6) Nuestra respuesta fue la única que correspondía.
Cerramos el pasado sin ocultar la pena, pero con la misma firmeza que mueve al trapecista a seguir avanzando sobre la cuerda tendida. No hay mayor abismo que el miedo. No hay otro remedio contra el miedo que seguir avanzando. Así de simple.
Adiós Crisis, adiós. Todas las cuentas esta noche quedan saldadas. (...)
Quizás abundemos, pero cuesta esta noche dejar la máquina de escribir. Por ello puntualizamos:
Seguiremos creyendo en la belleza, aunque hoy tenga su rostro quemado.
Seguiremos creyendo que la primera obligación de un intelectual es comprometerse en la defensa de la condición humana.
Seguiremos creyendo que nuestra estructura social está irremediablemente podrida y hay que construir otra más justa y solidaria, donde el deseo no sea enemigo de la razón y el orden admita la importancia del caos.
Seguiremos creyendo en la imaginación, en la paciencia, la firmeza y el coraje. El buen análisis y el mejor debate.
Seguiremos creyendo que es necesaria la unidad, no sólo de la izquierda, sino de todos los que sueñan que la vida puede más que la muerte y estén dispuestos a lograrlo.
Seguiremos creyendo que la sociedad es un territorio para la lucha de clases. Pero hay otra lucha profunda por la libertad que se libra cotidianamente en cada cuerpo, en cada espíritu.
Seguiremos creyendo que la cultura es un arma decisiva para que nuestra obstinación se cruce algún día con la historia. Vicente Zito Lema
La cultura aparece como subordinada – “es un arma” – a una posición ideológica muy específica. Pierde así su autonomía y, naturalmente, su flexibilidad. Más que como estrategia de vida aparece como estrategia de poder. Que ni siquiera responde a un colectivo social significativo sino más bien a un grupo más o menos auto proclamado.
Pero además se convalida sólo una visión de la realidad política: miembros del “equipo original”, los “herederos” y el nuevo mecenas – finalmente Vogelius también era un empresario – son apartados de toda consideración en virtud de la “única respuesta que correspondía”.
Pareciera ser que la muerte del mecenas original –Federico Vogelius – desata las sucesivas rupturas de un proyecto que, como el de Crisis, era a nuestro juicio mucho más amplio.
Es natural que las revistas culturales se involucren de un modo u otro en la lucha política de su tiempo. Lo que vemos aquí es como llevado a un extremo se convierte en subordinación política que cancela proyectos culturalmente valiosos. Crisis reflejó cabalmente un momento del pensamiento progresista porteño y – por extensión – urbano.
Se puede o no estar de acuerdo con ese modo de ver la política pero Crisis era un producto culturalmente valioso aún para los que pensábamos desde otros lugares. Ninguno de los variados intentos de recrear ese espíritu logró su esplendor.
Un tema aparte es el debate puntual sobre derechos patrimoniales y laborales entre los “herederos” y el equipo periodístico. También aquí aparece la sobre carga de temas ideológicos por sobre cuestiones más elementales para la gestión: los derechos no registrados quedan a merced de la buena voluntad de las partes y esto, como se vio, es una amenaza que puede liquidar la mejor de las intenciones.
Los proyectos culturales pueden tener – y de hecho tienen siempre – supuestos e implicancias políticas. Pero también deben tener autonomía, profesionalismo y sobre todo, convocatorias más amplias tanto en tiempo y espacio como en comunidades humanas.
20 septiembre, 2007
Cultura por Mendoza: Plan Estratégico 2005 – 2010
Una particularidad es la participación de una universidad de la hermana república de Chile en los equipos de apoyo; interesante experiencia ya que uno de los ejes de trabajo ha sido el posicionamiento de la provincia en el corredor bioceánico.
Entre los aspectos metodológicos se puede mencionar el FODA realizado en relación a cada uno de los ejes estratégicos propuestos. Vale la pena imprimir y estudiar a fondo el trabajo hecho por mendocinos y mendocinas como un ejemplo susceptible de ser replicado en otras escalas.
El rigor metodológico y la generosidad comunicativa que distinguen a este plan estratégico permiten pensarlo en esos términos. Agregamos unos pocos párrafos extractados del documento que, insistimos, conviene leer como modelo a seguir:
"Mendoza es la concreción de un sueño de transformación que hizo de su cultura un conjunto heterogéneo, diverso pero particular: con rasgos propios y diferenciables.
Su estratégica ubicación, su proyección internacional, su inagotable producción artística, su decidida inserción económica, su rol protagónico en la historia nacional, han construido su identidad desde el entrecruzamiento y el aporte de miradas y valores de distinto origen.
Hoy, la dinámica de la modernidad exige el uso de herramientas científicas de planificación que determinen prioridades, orienten recursos y aporten capital social que permita, desde la cultura, la construcción de ciudadanía y la elevación de la calidad de vida de sus habitantes.
Con el aporte técnico de la Universidad Nacional de Cuyo, el asesoramiento metodológico externo de la Universidad de Valparaíso (Chile), y el financiamiento del Consejo Federal de Inversiones (CFI), el Plan Estratégico Cultura x Mendoza pretende superar la actual situación cultural producto de muchos años de cierto desconcierto.
En un contexto de crisis y deterioro político, económico y social, la cultura dejó de ser en Argentina una malla de contención y articulación de las aspiraciones de la sociedad para pasar a ser un elemento secundario dentro de las limitaciones de un Estado al que se le exige preste atención inmediata a la salud, la justicia, la seguridad o el trabajo.
...
Tras la discusión, el debate y el consenso final (y con toda esa información sistematizada), se propone la determinación de una visión que guiará las acciones en un horizonte de trabajo próximo hasta el año 2010. Es la gran meta que se pretende alcanzar, el lugar que se anhela como destino común compartido. Asimismo, se hace expresa mención de la misión que tendrá el
organismo a cargo de la aplicación de las políticas culturales: la Subsecretaría de Cultura del Ministerio de Turismo y Cultura de la Provincia de Mendoza, quien tendrá la responsabilidad de liderar este proceso y articular las políticas que crea pertinentes, pero que sin embargo no será el único en ejecutarlo: tal tarea también alcanza al ámbito privado y al tercer sector.
...
VISIÓN
Consolidar a Mendoza, como un polo cultural de trascendencia internacional, que asuma la diversidad y aporte a la calidad de vida de sus ciudadanos y ciudadanas.
MISIÓN
La promoción de un desarrollo cultural que fortalezca las expresiones auténticas y genere oportunidades de inserción simbólica y productiva en la región, el país y el mundo.
Objetivos estratégicos generales:
• Consolidar un sistema cultural participativo que contenga y fomente las iniciativas, que tienda a la descentralización territorial y el afianzamiento de los desarrollos locales.
• Estimular la creación artística, la investigación y la promoción sociocultural, asegurando su adecuada difusión.
• Rescatar, conservar, promover y difundir el patrimonio cultural, tangible e intangible.
• Apuntar a la trascendencia regional, nacional e internacional de sus hacedores y sus obras, en cualquiera de las disciplinas tanto del arte como de la ciencia.
• Optimizar y desarrollar la infraestructura cultural, así como la puesta a punto y/o creación de los espacios físicos necesarios que permitan la expresión y el encuentro ciudadano.
Objetivos estratégicos específicos:
• Generar consensos sobre los principales problemas y objetivos del campo cultural de Mendoza.
• Presentar un esquema de objetivos, programas, proyectos e indicadores de resultados, de las distintas áreas y organismos de la Subsecretaría de Cultura para el período 2005/2010.
• Producir herramientas para la planificación y gestión de servicios culturales para la población de Mendoza.
• Establecer una red de trabajo coordinado y consensuado entre los distintos sectores del campo cultural de Mendoza.
• Colaborar en el mejoramiento de la calidad de los servicios y producciones culturales de Mendoza.
• Implementar acciones que apuesten a la equidad y a la diversidad de manifestaciones culturales de Mendoza.
• Impulsar actividades culturales que generen capital social y humano.
• Crear un programa permanente de seguimiento y monitoreo del Plan Estratégico de Cultura Mendoza 2005-2010.
Enlace de esta Entrada:
CulturaXMendoza 2005 - 2010
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18 septiembre, 2007
Plan Estratégico de la Región Centro: Cultura
En ese marco han formulado un plan estratégico con un capítulo dedicado al sector cultura que está disponible en la Web.
Van aquí algunos párrafos extractados del mismo para que podamos ver cómo se perfilan sus grandes líneas de trabajo. El documento completo está disponible en el enlace al pie.
En el documento la información está desagregada hasta el nivel de proyectos lo cual, de paso, nos permite ver una técnica de planeamiento.
“Obviamente que en este enfoque el rol predominante se lo estamos asignando al
colectivo social, es decir a la propia población que, a través de su participación, da
vida a las definiciones de cultura que precedentemente citábamos: proceso continúo
de sustentación de una identidad, mediante la coherencia lograda por un consistente
punto de vista estético y un estilo de vida. Desde esta perspectiva, decimos que la
región no es sólo una entidad político administrativa, es una instancia de producción
de sentido y esto se logra en la comunidad mediante su participación plena, en un
marco equitativo y de inclusión social, desde todos los núcleos sociales.”
“Las tres provincias poseen una estructura que da vida al accionar cultural. Lo hacen
desde rango jerárquico de importancia destinada al desarrollo y ejecución de las
políticas. Más allá de las misiones y funciones que se ponen de manifiesto en la norma que crea cada área; del producto de accionar; se reconocen múltiples campos y actividades que tienen que ver con (i) el desarrollo de las artes interpretativas -teatro
danza y música-; (i) la promoción de las bellas artes, como -literatura, pintura y
escultura-; (iii) la preservación del patrimonio; (iv) la actividad de la industria cultural y
(v) la apertura de espacios culturales.”
“Para que la Región Centro se conforme como tal, necesita instalarse como principio
espiritual, como conciencia moral. Esto aparece con la puesta en marcha de acciones
en la dimensión cultural. Estas acciones apuntan a fortalecer el sentido de pertenencia
a toda una región, con sus similitudes y matices, constituyéndose finalmente en la
base de sustentación imprescindible para el desarrollo de un Plan Estratégico
Regional.”
“La creación de símbolos identitarios es un aspecto fundamental en el proceso de
conformación regional. Las fiestas, los actos, los iconos compartidos, entre otros, son
los cimientos de esta nueva solidaridad. Este es el contexto en el cual se forja la
identidad, imagen en la cual se autoreconocen los miembros de una misma
comunidad.”
“Existen hoy tres dimensiones para comprender el alcance del concepto de Industrias
Culturales (IC). La primera de carácter simbólico y conceptual; la segunda, la forma
jurídica que adopta para su puesta en marcha y ejecución; y una última esfera que -
desde la región- pone en relación esta actividad con lo nacional y lo internacional.”
“El esfuerzo entonces por profesionalizar los procesos; que los productos y servicios
culturales sean reconocidos por igual como los demás bienes, vuelve al acto creador
artístico más previsible y envasado en serie, espantando al artista y a los gestores
culturales a integrarse a un diseño de IC común e imposibilitando una política regional
integrada del sector.”
“En el marco del rescate y divulgación de la identidad de los pueblos que integran la
Región Centro, el Turismo Cultural es una herramienta de gestión para valorizar las
producciones locales en un espacio integrado y constituido por las propias
comunidades, creando un lugar de intercambio nacional e internacional, para la
exposición de los bienes tangibles e intangibles de una comunidad, como así también
para la promoción genuina de empleo y el desarrollo de regiones postergadas. Se
propone, potenciar la singularidad de los pueblos y hacer junto a ellos una
revalorización de sus modos de vida, usos y costumbres; relevar museos,
monumentos y lugares históricos e integrarlos en circuitos turísticos culturales.”
“Tendiente a revalorizar los bienes culturales de la Región como parte de la sociedad
que constituyen el legado y sustento de la memoria histórica y de nuestra identidad
cultural. Se propone abordar un plan maestro de patrimonio para ordenar todas las
acciones de la región, valorizando la puesta en común de sus distintos bienes y
relevando la existencia y estado de todos los bienes que la conforman. Asimismo, se
busca el desarrollo de estos espacios conformando políticas comunes de fomento.”
“La proximidad de la celebración histórica del Bicentenario de la emancipación
argentina es una oportunidad inmejorable en el Proyecto común iniciado por las
Provincias de Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe, para programar iniciativas de
consolidación de los lazos que involucren a la comunidad regional en su conjunto, de
modo de crear en todos sus habitantes una conciencia histórica de la trascendencia
del Bicentenario y la posibilidad de emprender un proyecto común de región.”
El actual proceso electoral que vive la república, el cambio de elenco gubernamental en la provincia de Santa Fe, más lo que finalmente ocurra en las otras dos provincias – especialmente la de Córdoba – determinaran la verdadera vitalidad del proyecto y el compromiso que estás políticas han generado en sus respectivas sociedades. Si el plan estratégico sobrevive a los cambios políticos será un ejemplo para el resto del país.
Enlaces de esta entrada:
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04 septiembre, 2007
Carta Cultural Iberoamericana
"Iberoamérica es un espacio cultural dinámico y singular; en él se reconoce una notable profundidad histórica, una pluralidad de orígenes y variadas manifestaciones.
La consolidación de un espacio iberoamericano que reconoce la multiplicidad de matices, conlleva voces que dialogan con otras culturas.
Es necesario fortalecer las estructuras regionales de cooperación con la finalidad de crear mejores condiciones para la inserción de Iberoamérica en el escenario global.
En este marco se promoverán las afirmaciones, ideas y valores consagrados en la presente Carta Cultural como líneas rectoras en la construcción de un espacio cultural iberoamericano."
El documento recorre los diferentes aspectos que hacen a la vida cultural de este espacio humano y geográfico que por esas cosas de la historia se define como ibero-américa.
Una lectura imprescindible para quienes nos dedicamos a la gestión cultural.
Carta Cultural Iberoamericana
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