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28 noviembre, 2013

Plataformas digitales y libertad creadora

En este caso Youtube pero podría ser cualquiera otra de las plataformas que millones de usuarios de internet usan a diario para crear y difundir contenidos en la red ¿Cual es el limite entre lo publico y lo privado? O ¿entre la censura y el buen gusto?
Una nota hecha por Infobae a Abbi Tatton, jefa de comunicación global de YouTube facilita algunas claves:
- "... YouTube no es algo que uno consume, sino algo de lo que uno participa. Por eso existen cosas como parodias, videos en respuestas de otros, remixes. Una canción como el Gangnam Style tiene 1. 8 billones de reproducciones,  pero los videos de gente cantándola o imitando el video suman 3 billones, y es igual de importante"
- "... porque no producimos contenidos, pero Spike Jonze, que es un director al que todos admirábamos, se encargó del show y lo hizo con total libertad.  Y lo que logró fue hacer algo impredecible y diferente tal como lo es YouTube, reflejando cómo la idea de lo que es un video musical ha cambiado en los últimos años"
- "... Macklemore y Ryan Lewis, un grupo de rap que se hizo conocido este año gracias a un video que apenas costó  5 mil dólares y ese bajo presupuesto no fue un obstáculo para convertirse en un fenómeno"
- "... una muestra de la televisión trabajando en conjunto con las nuevas plataformas, sin pensar que una tiene que eliminar la otra. Esto parte de la idea de que uno puede alcanzar un tipo de audiencia extra que de otra manera no podría"
-  "La libertad de expresión es crucial para nosotros y es crucial en Internet  Y cuando hablamos de conflictos, de protestas, son eventos que tal vez de otra manera no podrían ser vistos y que los canales de noticias, por diferentes motivos, podrían no estar cubriendo. Este hecho, que alguien que no tenga una acreditación de prensa pueda compartir las noticias, es algo de lo que estamos absolutamente orgullosos. De todas formas, esto no significa que el periodismo como lo conocemos no tenga sentido, sino que ahora la tarea es más compleja, hay más herramientas"
En Apocalípticos o Integrados Umberto Eco sostenía hace ya mucho tiempo que cualquier aumento en la circulación de ideas, aun aquellos que tuvieran una intención manipuladora, terminaba produciendo una ampliación de la libertad y la cultura humana. 
Con las plataformas digitales simplemente esta ocurriendo esa ampliación. Ni el estado ni los mercados mas concentrados han logrado limitar esta tan humana pulsión por la libertad creadora.
Cierto es que las grandes empresas de Internet - google por caso - se han visto envueltas en profundos debates por sus acuerdos y conflictos con algunos gobiernos particularmente amantes del control y la censura.
Cierto es también que las empresas tienen un ojo puesto en la libertad de expresión constitutiva de su núcleo de negocios y otro en sus balances. O dicho como pregunta ¿Hasta donde están las empresas de Internet dispuestas a poner en riesgo sus utilidades por defender la libertad de expresar y crear? 
No hay respuesta única a esta pregunta salvo la certeza de que en la era analógica ninguna de las grandes centrales de información tenían esta duda: simplemente privilegiaban sus balances.
Y esto que vale para la libertad de prensa también para la creación artística o la difusión de valores, derechos y particularismos culturales de todo tipo.
Los medios heredados de la era analógica están siendo fuertemente condicionados por esos impulsos que vienen de la participación de las personas a partir de las facilidades - incluso a nivel de costos de producción - que las plataformas digitales nos están brindando. 
Parafraseando a McLuhan: las plataformas digitales son el mensaje.

Notas Relacionadas:
¿Por qué plataformas digitales de acción cultural?

El espejo de Egipto: el lugar de google

07 febrero, 2013

¿Por qué plataformas digitales de acción cultural?


En una nota anterior informábamos que la Universidad de Avellaneda seleccionó un proyecto de investigación de cuya autoria hemos participado. Aquí publicamos el planteamiento del problema, sus antecedentes y la justificación.

El uso de las tecnologías digitales atraviesa, modificándolos, todos los campos de la experiencia humana y la acción cultural no es ajena a tales cambios. Antes bien, a las llamadas Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación se las ha asociado con profundas transformaciones en los modos mismos de percibir el campo de la cultura cualquiera sea la definición con que se lo aborde.
Sin embargo no hay, hasta donde se puede constatar, una taxonomía de las prácticas digitales que se imbrican con el mundo de la acción cultural.
Sitios, portales, blogs, redes sociales, grupos de discusión y toda suerte de combinación posible coexisten en los mundos virtuales sin solución de continuidad ni jerarquía. Coexisten, además, artefactos de acceso y producción de contenidos en red de las más diversas características: computadoras de escritorio, computadoras portátiles, teléfonos inteligentes, tablets, etcétera. Y por lo menos tres grandes familias de sistemas operativos: windows, linux y mac para citarlos por sus nombres más conocidos.
Cada sistema operativo despliega, además, las más variadas aplicaciones – programas específicos – muchas veces incompatibles entre sí.
También la conectividad misma a la red es heterogénea: desde el cable telefónico hasta las modalidades de tercera y cuarta generación (3G y 4G) proveen capacidades muy desiguales de transmisión y recepción de información.
Si bien es cierto que esta enorme disponibilidad tecnológica es revolucionaria en sí misma y favorece la más amplia libertad expresiva – inédita en la historia humana – no menos cierto es que los públicos se concentran en torno a grandes proveedores de contenidos relegando a las iniciativas independientes a lugares marginales dentro de la red.
La “concentración empresarial a gran escala” ocurre también en el campo de la cultura y de las redes con serio riesgo para la supervivencia de un sin fin de actores culturales reclamando nuevos conocimientos de estos procesos (Albornoz, 2011).
Si a esto se suma que el campo mismo de la acción cultural lejos está de tener formatos precisos se comprende rápidamente la necesidad de precisar fenómenos y conceptos como paso ineludible hacia el establecimiento de paradigmas más sólidos a la hora de proyectar la presencia de la acción cultural en los espacios virtuales.
Sin un inventario razonado de las prácticas digitales de los actores culturales, sin indicadores ciertos de eficacia comunicacional, sin modelos ciertos de optimización de recursos y objetivos la concentración de públicos se convierte en una amenaza significativa a la democracia y diversidad cultural.
Resulta, entonces, pertinente preguntarse: ¿Puede la concentración de públicos atentar contra la natural y deseable diversidad cultural de nuestros pueblos? ¿Qué condiciones favorecen la permanencia o la desaparición de los actores culturales en la red? ¿Es posible catalogar las diferentes prácticas culturales atendiendo a sus condiciones de visibilidad y sustentabilidad? ¿Qué tipo de intervenciones se pueden realizar desde el campo educativo para promover, también en la red, la más amplia interculturalidad? ¿Cuáles acciones son capaces de promover un amplio desarrollo de la ciudadanía cultural desde la red y cuáles resultan contraproducentes?

Mucho se ha escrito y dicho sobre el impacto cultural de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación. Y sobre la ontología misma de la red.
Desde el concepto de “Sociedad Red” definido por Castells (2004) o la idea de un tránsito hacia un mundo “Digital” Negroponte (1995) hasta los estudios de público que diversas consultoras realizan y ponen a disposición del público periódicamente.
Nosotros partimos desde objetivos más acotados: relevar, inventariar y clasificar las diversas formas de acción cultural que se realizan en y desde la red; sus protagonistas, fines, alcances y condiciones de producción y sustentabilidad.
Desde ese punto de vista son claves los modelos de Jeremy Rifkin (2000). En “La era del acceso” este autor propone una mirada muy crítica sobre la comercialización de contenidos culturales que describe como clave de un nuevo “capitalismo cultural”; y en “La tercera revolución industrial” describe un “poder lateral” asociado a una “era colaborativa”. Dos categorías de análisis que pretenden actualizar enfoques sobre fenómenos tecnológicos y culturales cuya centralidad es global.
También el Banco Inter – Americano de Desarrollo (Casacuberta, 2008) ha puesto la mirada sobre estos fenómenos en un informe titulado “Industrias Culturales basadas en Redes Distribuidas”. El mismo está orientado a promover modelos de negocios sustentables a partir de las llamadas “mejores prácticas” en el aprovechamiento de las TICs en las industrias culturales de Latinoamérica.
En el plano local un aporte especialmente relevante es la obra de Alejandro Piscitelli; en particular el último texto titulado “El proyecto Facebook y la Posuniversidad” (Piscitelli – Adaime – Binder, 2010) donde compila la experiencia de un conjunto de académicos volcados a analizar la incorporación del las TICs al proceso de aprendizaje; en el propone una serie de herramientas de análisis y clasificación cuya adaptabilidad al mundo de la acción cultural será parte de la investigación que estamos proponiendo.
Mundo, el de la gestión cultural, cuyos alcances y límites han sido tratados exhaustivamente por autores locales como Colombres, Olmos y Santillán Güemes (Cfr. Bibliografía) anclando diversas clasificaciones posibles cuya síntesis será parte de este trabajo.

Democracia y diversidad cultural están indisolublemente ligadas: una y otra se requieren mutuamente. En términos paradigmáticos ambas están consolidadas como derechos humanos fundamentales. Basta consultar los documentos de la UNESCO para verificarlo.
Pero ni la diversidad ni la democracia cultural son posibles sin plataformas materiales que las sustenten. O, dicho de otro modo, hay condiciones materiales concretas que condicionan el efectivo ejercicio de esos derechos humanos fundamentales.
En el caso que nos ocupa esa materialidad condiciona la proyección simbólica – continuidad y sentido – de todas y cada una de las culturas humanas y sus particularidades.
La visibilidad, la capacidad de expresión plena de la propia diferencia significativa y las posibilidades reales de intercambio y comunicación con otras culturas son parte indudable de esa materialidad. Una cultura que no puede proyectarse al mundo carece, materialmente hablando, de esos derechos.
En este orden de ideas hay una materialidad conformada por la infraestructura de red disponible para cada expresión cultural: hardware, software, conectividad, etcétera. Son los aspectos más visibles – y relevados – del fenómeno.
Pero hay también una materialidad que es clave para todas las demás: la capacidad de las personas para hacer un uso óptimo de sus disponibilidades cualesquiera ellas sean. Y que puede, en sus extremos, condicionar la eficacia de las herramientas disponibles, comprometiendo el ejercicio de aquellos derechos.
Estas son las competencias comunicacionales de las organizaciones que, en general, se conforman de un modo empírico y en base a procesos de prueba error. Procesos más bien aleatorios que aún cuando esquivaran el fracaso les insumirán a las organizaciones cuantiosos recursos de todo tipo tal que, frecuentemente, no logran superarlos.
Competencias comunicacionales que sumadas a la infraestructura de red disponible conformaran aquello que luego definiremos como capital telemático.
La taxonomía que pretendemos investigar permitirá construir las herramientas conceptuales necesarias para inventariar estas variables definiendo las fortalezas que las organizaciones pueden construir para aprovechar las oportunidades que las TICs les ofrecen y, simultáneamente, enfrentar las amenazas originadas en las tendencias a la concentración de audiencias ampliamente presentes en la red.
Una taxonomía como la propuesta puede brindar las herramientas para mapear el fenómeno en torno a focos de interés concretos construidos desde la acción cultural en la red y, sobretodo, producir modelos de proyección digital que acorten significativamente el proceso de aprendizaje organizacional.
Desde este punto de vista se trata de construir conocimiento académico fácilmente transferible a la comunidad: un abordaje conceptual que permita la construcción de guías para una óptima utilización de las plataformas digitales desde la acción cultural.

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Bibliografía entre gestión y cultura


18 agosto, 2011

2º Congreso Internacional de Gestión Cultural, los escenarios del futuro: un desafío

Los dìas 25, 26 y 27 de agosto del corriente se realizará en Mar del Plata, Argentina, el Segundo Congreso Internacional de Gestión Cultural.

Expondrán diversos especialistas de Brasil, Chile, Colombia, Cuba, España y Venezuela. Además, diversos especialistas de la extensa geografía cultural Argentina expondrán sus miradas sobre el estado y perspectivas de la Gestión Cultural. El listado completo de estos aportes está disponible para ser consultado en línea

El programa incluye diversas propuestas artísticas que seguramente enriquecerán las ponencias, debates y mesas plenarias.

La Asociación de Gestores Culturales Universitarios, entidad organizadora del congreso, ha tenido la gentileza de invitarme a dictar una conferencia. Expondré sobre “Gestión Cultural, identidad y comunicación: ¿El usuario es el mensaje?" Adelanto un pequeño resumen de la misma para invitar a nuestros lectores a encontrarnos en Mar del Plata:

Vivimos en una sociedad hiper comunicada en la cual, sin embargo, es cada vez más difícil comunicarnos efectivamente con nuestro público. Abundan las herramientas, los medios y los mensajes.

Desde alguna mirada – la llamada economía de la atención – se propone una paradoja: es tal la abundancia de mensajes que las personas tienen cada vez menos tiempo para percibirlos; los emisores pretenden resolverlo aumentando la cantidad de emisiones lo cual, naturalmente, no hace más que multiplicar exponencialmente el flujo de información.

El fenómeno llamado globalización aporta otra dimensión de análisis: se pretenden establecer códigos y estilos capaces de superar barreras idiomáticas, simbólicas y materiales que constituyen, la más de las veces, verdaderos ruidos comunicacionales.

Para la gestión cultural el debate supera – aunque incorporándolo – el campo de las comunicaciones para ubicarse en el paradigma de la interculturalidad: la coexistencia de culturas diversas en un mismo territorio.

¿Cómo lograr una plena comunicación entre cosmovisiones distintas cuando no contradictorias? ¿Alcanza el clásico esquema emisor – receptor para resolverlo? ¿A qué otras herramientas podemos recurrir? Proponemos un recorrido exploratorio más cargado de preguntas y frustraciones que de certezas.

Partimos de la hipótesis de que vivimos tiempos de cambios vertiginosos a los cuales solo hemos podido llamar posmodernos porque suponemos superados los repertorios que nos ocuparon durante la llamada era moderna. Pero la verdad es que no sabemos con un mínimo de exactitud qué mundo estamos construyendo.

Comunicar es permitir que el otro influya en nuestra acción pero ¿Que hacemos si el otro nos desconoce? O como dice el lenguaje popular: no nos registra.

Cuando no se comunica la gestión cultural desaparece. Y como creemos en lo que hacemos no queremos desaparecer. Pero ¿Estamos usando adecuadamente la enorme diversidad de herramientas disponibles?

16 agosto, 2011

Capacitación en comunicación y gestión cultural: una experiencia en Salta

En el marco del Programa de Cultura del Consejo Federal de Inversiones, fui invitada a la provincia de Salta con el objeto de capacitar a Directores de Cultura municipales, sus equipos y gestores culturales independientes sobre la temática “Políticas Culturales locales y Comunicación”.

Esta asistencia técnica se desarrolló en dos períodos. El primero, durante los días 30 de junio, 1 y 2 de julio en la ciudad de Salta y el segundo, durante los días 4, 5 y 6 de agosto en la ciudad de San José de Metán.

Con la presencia de representantes de los municipios de Cerrillo, Cafayate, Salta Capital, San José de Metán, el Galpón, Aguaray, Colonia Santa Rosa, La Poma, Las Lajitas y Tartagal; se realizaron talleres con el propósito de incorporar herramientas metodológicas para la planificación y gestión cultural en el espacio local.

Cada uno de estos dos eventos fue divido en dos etapas. En la primera jornada se expuso sobre los conceptos teóricos de gestión, por un lado, y de cultura, por el otro, para incorporar el término “Gestión Cultural” como la acción que todo promotor cultural debe llevar a cabo a partir de una evaluación previa del contexto territorial en donde va a operar. También, sobre el significado del ámbito municipal como el espacio de articulación donde la política cultural tiende a fortalecer la vida asociativa y el tejido social.

Durante la primera jornada del segundo evento, se analizó el esquema de comunicación de Shanon para entender los distintos códigos con los cuales se puede emitir un mensaje que pueda ser decodificado por el receptor; planteándose, asimismo, si este esquema es el adecuado cuando hablamos de una política comunicacional comprendida en el “vacío cultural” (dijera Kusch) que se produce cuando dos culturas se encuentran en el mismo contexto geográfico, histórico y cultural.

A fin de construir el conocimiento a partir de la práctica, se desarrollaron talleres utilizando herramientas para la evaluación de contexto, la planificación, la búsqueda de indicadores, el armado de una matriz de recursos y la formulación y ejecución de proyectos; como, así también, sobre las técnicas relacionadas con el análisis del mensaje y la política comunicacional.

En la última etapa de cada evento, se realizaron debates con las conclusiones de ambos talleres, donde se discutieron los lineamientos o criterios que deben orientar la organización de un plan municipal que involucre a todos los sectores.

En esta instancia, los participantes plantearon la problemática de algunos municipios de la provincia, los cuales poseen entre dos y más de diez comunidades originarias habitando el mismo contexto geográfico. También, se formularon algunos proyectos de construcción de espacios para la oferta cultural y se generó un proyecto interesante de participación y articulación entre un grupo independiente y los municipios para la capacitación de jóvenes y niños en herramientas audiovisuales con salida laboral.

El debate generado en este encuentro, facilitó el trabajo de los grupos del taller, quienes abordaron la siguiente temática:

• Integración de los pueblos originarios.

• Estilos de Gestión Cultural Institucional.

• Patrimonio Cultural.

• Creación Artística.

• Industrias Culturales.

• Comunicación y cultura.

Los resultados obtenidos mostraron un importante compromiso de todos los actores en defensa de la cultura como parte de la identidad local y provincial.

Como resultado de esta capacitación, se propuso para el año siguiente, capacitar a los equipos y gestores culturales municipales, segmentando a la provincia por regiones. Esto permitirá que, dentro de un mismo contexto regional, los municipios articulen satisfaciendo sus propias necesidades y, trabajando en equipo, puedan desarrollar proyectos socio-culturales comunes.

La cultura se está convirtiendo, cada vez más, no sólo en una herramienta para el desarrollo humano, sino también en una fuente de desarrollo económico. Este crecimiento debe colocar a los elementos del patrimonio tangible e intangible al servicio de la comunidad, estimulando el crecimiento económico en las regiones.

En esencia, administrar significa seguir las instrucciones, mientras que gestionar significa conseguir resultados. Por ello, es importante analizar la política cultural, a partir de la evaluación del contexto donde cada gestor va a operar.

En 1973, la UNESCO señalaba que “... los gobiernos han de tener una política cultural, como tienen una política de educación, de la ciencia, etc....”.

Nuestro programa, “Buscadores de Cultura”, intenta transformar a cada gestor “artesanal” en un gestor “profesional”.

Por ello, como señalaba Paulo Freire, haciendo referencia al papel del profesional en la sociedad:

"…cuanto más me capacito como profesional, cuanto más sistematizo mis experiencias, cuanto más me sirvo del patrimonio cultural que es patrimonio de todos y al que todos deben servir, más aumento mi responsabilidad con los hombres."

Lic. Lucía Isabel Nader
Agosto de 2011

Nota de Prensa:
Continúa desarrollándose el programa de capacitación en gestión cultural

25 abril, 2011

Diseño, identidad cultural y gestión en Ecuador

Entre el 12 y el 18 de abril estuvimos en el Encuentro Internacional de Diseño Gráfico organizado por la “Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión Núcleo del Chimborazo” en el marco del 19° Encuentro del Nuevo Mundo de las Artes.
Asistir a un evento internacional como este supone la responsabilidad de aportar el trabajo y los conocimientos por los cuales los organizadores nos han convocado.

Pero además supone la enorme oportunidad de aprender de esa cultura otra que nos ha convocado: la ciudad, los organizadores, el público que asiste a las diferentes actividades y, naturalmente, de los otros ponentes.

Desde ese lugar uno se pregunta si ha sido capaz de aportar, por lo menos, tanto como ha recibido.

En este último sentido nos han quedado sensaciones y aprendizajes de todo tipo sobre los temas del encuentro que iremos tratando de reflejar en sucesivos post. De todos ellos lo más significativo ha sido palpar de cerca la enorme profundidad de la cultura andina.

Se percibe en la gente de Ecuador una cultura tan puesta a flor de piel, cotidiana y profunda que ningún texto podría narrarla. Tenemos además la sensación – por largas charlas mantenidas con el diseñador peruano Zadir Milla – que esto que hemos dicho de la gente de Ecuador también podríamos decirlo de la gente del Perú. Viajes anteriores a las provincias de Salta y Jujuy en el noroeste argentino nos habían dejado la misma impresión.

La región andina es sin duda uno de los corazones culturales de nuestra América. Allí la multiculturalidad pasea por las calles. Una multiculturalidad afincada en una identidad cultural tan profunda que está siempre dispuesta a dialogar con el mundo.

Desde la región rioplatense siempre hemos dicho que nuestras ciudades son multiculturales por historia, por composición humana y por la plasticidad simbólica que heredamos de nuestros abuelos gringos, criollos y aborígenes. Como decía Leopoldo Marechal “… cualquier latido del mundo nos parece natural y asequible, puesto que Buenos Aires es un puñado de mundo”. Una categoría que compartimos – igual que el futbol y el tango – con Montevideo y, seguramente, las otras grandes ciudades de la región.

El diálogo entre estas dos grandes regiones americanas – la andina y la rioplatense – tiene una potencialidad cultural enorme que debiéramos explorar con más detenimiento. Sin mengua, naturalmente, de otros corazones tan americanos como los nuestros.

Como dijo Gabriel Cisneros, presidente de la Casa de la Cultura que organizaba el evento, estos encuentros sirven para mirarnos a la cara e intercambiar esos afectos y sentimientos que las pantallas de las computadoras no pueden transmitir.

Las diferentes actividades que teníamos programadas hicieron imposible asistir a todas las conferencias y actividades incluidas en el Encuentro de Diseño Gráfico. Sí pudimos disfrutar de las exposiciones de Franklin Cárdenas, Mariana Costa, Zadir Milla, y Peter Mussfeldt.

De esas ponencias recogimos un conjunto de ideas más o menos comunes a todas las exposiciones que vale la pena listar aunque su ampliación quede para otra oportunidad:

- la cultura como transformación
- trabajo, sistema y sacrificio
- el error como camino de aprendizaje
- la identidad cultural como emergente dinámico de una cultura en busca de su desarrollo
- el diseño como actividad creativa que atraviesa todas las actividades de la sociedad
- la interculturalidad como punto de encuentro de nuestras diversidades y como enorme capital simbólico capaz de impulsar nuestro desarrollo.

Párrafo aparte merece la calidad, en todo sentido, de la Casa de la Cultura Ecuatoriana – Núcleo del Chimborazo: su trabajo ha sido impecable tanto desde el punto de vista de la gestión del evento – su concepción, las temáticas seleccionadas, la amplitud de la convocatoria, la diversidad cultural e ideológica de los ponentes – cuanto la administración que hicieron del evento en sí – elección de los lugares para sesionar, la atención a los visitantes, la cuidada gastronomía, el cumplimiento de horarios, el transporte puesto a disposición de las diferentes necesidades, la cobertura de prensa, etcétera.

Por otra parte la propia naturaleza jurídica de la Casa de la Cultura es, para nosotros, una novedad muy interesante: siendo un organismo público con fondos gubernamentales disfruta de una absoluta autonomía para designar sus autoridades y desarrollar su propia oferta cultural. Esto permite una libertad de trabajo tanto en lo ideológico partidario cuanto en lo operativo. Desde ese punto de vista nos parece un ejemplo digno de ser replicado.

Queremos expresar nuestro profundo agradecimiento a toda la gente que participó de este evento empezando por los estudiantes que asistieron a nuestras ponencias y talleres: su participación, respeto y el afecto en el trato para con nosotros ha sido inigualable.

El personal y los voluntarios de la Casa de la Cultura cumplieron su tarea con una gran dedicación y mucho profesionalismo. Un agradecimiento muy especial a la Arq. Ximena Idrobo, coordinadora del Encuentro de Diseño Gráfico, quien aporto el profesionalismo imprescindible para el éxito del evento y, sobre todo, su gran calidad humana. Como decíamos al despedirnos: ojalá este sea el inicio de los más diversos proyectos y encuentros.

24 febrero, 2011

¿Qué son y adónde van los nuevos medios de comunicación?

En reiteradas oportunidades hemos llamado la atención sobre la necesidad de que la gestión cultural se involucre de lleno en el debate (y la práctica) de los nuevos medios de comunicación que emergen a partir de Internet. “Desde cualquier lugar y en todo momento parecen ser las condiciones constitutivas de los procesos comunicacionales de nuestro tiempo. Acelerando vertiginosamente, nos parece, los intercambios simbólicos entre personas y organizaciones; y las múltiples influencias culturales que esto supone. Decíamos en una nota titulada Nuevo periodismo y gestión cultural.”
Hablando de los públicos culturales en la era de Internet agregábamos: “La aparición de un nuevo medio de comunicación ha cambiado siempre los modos, no solo de los medios que le precedían, sino de la cultura misma sobre la que interactúan viejas y nuevas herramientas de comunicación.
Internet maximiza esta regla porque conlleva en sí misma la expansión de todo lo conocido. Gestión cultural que no lea adecuadamente estos cambios está destinada a desaparecer; en esto coincidimos. Pero la implantación de las nuevas tecnologías no es igual en todo tiempo y espacio; hay un mientras tanto diferente para cada lugar donde el valor del folleto puede ser diferente al descripto. No se trata del sentido del cambio sino su ritmo.
Hace unos días, el diario La Nación de Buenos Aires entrevistaba a Leo Laporte, verdadero showman de la convergencia entre radio e Internet. Veamos lo que dice este emprendedor norteamericano:
“…lo interesante es que al hacer tu podcast (programa de radio para Internet – N de la R) no sos la voz de una corporación o del que tiene dinero, podes hacerlo sin demasiada estructura. Prácticamente cualquier persona puede tener un podcast y si llegás a la gente vas a tener una voz salteándote a enormes como CNN. “(…) “…un diario de papel tiene una relación con Internet distinta a la de un medio nativo on line. No podés ser la próxima gran cosa si sos la última gran cosa. Sólo lo podes hacer si no tenés nada que perder y esa capacidad emprendedora se pierde cada vez más rápido. La innovación se detiene: le tomó 30 años a IBM, 20 años a Microsoft y 10 años a Google. De hecho se golpean contra la pared y no pueden ser la próxima cosa, Google está intentando evitarlo tratando de no ser una sola compañía sino ser varias pequeñas para mantener el espíritu emprendedor por eso es que hay muchos lanzamientos de cosas interesantes de ellos el mismo día.” (…) “Yo acá en Buenos Aires veo disquerías y en un año no creo que estén más. Me parece que en eso quizás están un par de años atrás pero en otros casos ustedes están más adelantados tecnológicamente porque, por ejemplo, tienen mayor penetración de celulares que en Estados Unidos. Creo que es un tema de tiempo para que el soporte on line sea aún más fuerte. Creo que Internet cambia todo porque es abierta y todo el mundo puede hacer contenido con muy poco costo.” (…) “Creo que nosotros estamos cambiando el mundo de a poco pero lo estamos cambiando, todos los que trabajamos en tecnología vamos a cambiar el mundo, es una revolución silenciosa. Porque mucha gente en San Francisco trabaja en tecnología porque quiere hacerse rica pero creo que la mayoría lo hace para cambiar el mundo. No creo que Mark Zuckerberg haya hecho Facebook para hacerse rico. Mark Zuckerberg cambió el mundo, de una manera rara que a muchos no les puede interesar, pero lo hizo y eso es mucho más que dinero (…) La Red es como el agua, no podés pararla.”
El testimonio incluye algunas reflexiones sobre la práctica misma de la actividad emprendedora que vale la pena leer. Pero desde el punto de vista de la evolución probable de los medios digitales hemos extraído lo sustancial. Ahora bien ¿Qué es un podcast? Podcastellano dice:
“Según la Wikipedia, podcasting consiste en crear archivos de sonido (generalmente en MP3 u OGG) y poder subscribirse mediante un archivo RSS de manera que permita que un programa lo descargue para que el usuario lo escuche en el momento que quiera, generalmente en un reproductor portátil. También se señala que se asemeja a una suscripción a una revista hablada en la que recibimos los programas a través de Internet. Las principales ventajas del podcasting frente a la simple colocación de archivos de sonido en una página web es la sindicación, es decir, la posibilidad de que un programa o un servicio web recuerde visitar cada cierto tiempo las fuentes y comprobar si hay archivos nuevos que descargarse para escuchar. Frente al streaming, o retransmisión de sonido mediante Internet, el podcasting ofrece independencia, movilidad y libertad de horario. Es decir, se puede oir en cualquier dispositivo portátil que reproduzca MP3 (o el formato elegido), en cualquier lugar, sin limitaciones de cobertura o conexión a la Red, y en cualquier momento, ya que está grabado.”
El portal en español Ivoox hace, en su sección preguntas frecuentes, algunas consideraciones interesantes sobre el funcionamiento del sistema:
“ iVoox es un kiosco para escuchar, una plataforma donde poder reproducir, descargar y compartir audios de todo tipo de temáticas (historia, deportes, humor, …), y géneros (programas de radio, podcasts, audiolibros, conferencias, …). Una plataforma web de publicación y suscripción social de podcasts, y una comunidad de oyentes donde recomendar y descubrir nuevos audios, programas y podcasts. Está operativa en beta desde mediados de Noviembre de 2008.” (…) iVoox NO es un disco duro virtual para el intercambio de discografías musicales, ni un espacio para los contenidos pornográficos, injuriosos, insustanciales, ni aquellos que vulneren las leyes de protección de menores.”
El mundo de la creación, distribución y consumo de contenidos está cambiando vertiginosamente delante de nuestras narices y no siempre lo vemos. Es cierto, como se ha dicho, que hay ritmos diversos en tiempos y espacios diversos. No estamos seguros de que en dos años desaparezcan las disquerías de Buenos Aires. Pero, matizadas por ritmos diversos creo que pueden distinguirse claramente algunas tendencias:

1- Los cambios tecnológicos en el mundo de las comunicaciones son una ideología en sí; tienen un programa que, como sostiene Laporte, en un extremo pretende cambiar el mundo. Esto está teniendo un fuerte impacto político y cultural tal como se ha discutido en torno a la revuelta egipcia. Pero además tendrá un alto impacto hacia el interior de las organizaciones e instituciones sociales aunque probablemente sea más difícil verlo.

2- Los nuevos medios son plataformas para crear, distribuir, compartir y recomendar socialmente contenidos de los más diversos tipos. Los casos más exitosos de este modelo (Facebook, Google, Twitter) son empresas comerciales. Los medios tradicionales, aun los que se digitalizaron exitosamente no han logrado su masividad, aunque esto no significa que vayan a desaparecer. Sí que van a estar expuestos a la expresión de una crítica social que no van a poder controlar; es probable que sus márgenes de fijar agenda se vayan diluyendo.

3- Los protagonistas de estos nuevos medios son personas que logran una cierta masa crítica – sea en talento personal, en equipos de trabajo, en prestigio en suma. La persistencia en el tiempo de estos personajes – Laporte, por caso – está todavía por verse. La motivación económica no sería, se dice, el principal motor de esos talentos. Pero la economía del fenómeno va a condicionar su desarrollo, aun de quienes quieren, simplemente, cambiar el mundo.

4- Estas nuevas plataformas mediáticas van hacia la confluencia de soportes, lenguajes, géneros y estéticas; todo va al multimedia. La comunidad de usuarios y consumidores lo es también de formatos. Y, quizás más lentamente, de culturas.

La gestión cultural tiene ante sí una enorme oportunidad y, nos parece, ninguna amenaza. Se trata de seguir relevando el fenómeno y proyectarlo en sus sentidos más participativos y democráticos. Nuestra experticia en diversidad cultural quizás sea nuestro principal activo. Sólo se trata de ponerlo en escena.

18 febrero, 2011

El espejo de Egipto: el lugar de Google

Sobre una nota anterior – El espejo de Egipto: desafíos culturales convergentes – recibimos un comentario de uno de nuestros habituales lectores. Se decía allí:
También creo que debemos analizar haciendo el esfuerzo de hacerlo desde el otro, porque podemos incurrir en el error conceptual de definir cuestiones que histórica y culturalmente son distintas… Porque es evidentemente distinto el concepto de democracia para un norteamericano, que para u haitiano o un egipcio.”
Tiene razón nuestro lector, no podemos opinar a la distancia sobre un fenómeno tan complejo como la rebelión popular que terminó con un régimen político con treinta años de anquilosamiento. De allí que utilicemos, desde el título, la figura del espejo para dejar claro que estamos hablando del reflejo que de la situación en el mundo árabe hacen los medios globales de comunicación.

Aunque, por cierto, Internet también brinda la posibilidad de acceder a la mirada de expertos que, como la española Amparo Tortosa, también llaman la atención sobre la emergencia del valor democracia entre los árabes: 
“Nadie puede seguir especulando a estas alturas que un islamismo oxidado o Al Qaeda están organizando entre bambalinas una revolución en los países árabes. Las manifestaciones son de carácter pacífico, desideologizadas, interclasistas, intergeneracionales, seculares y además introducen un elemento novedoso que es la utilización de los medios digitales. Ni tan siquiera claman contra Occidente o Israel, pues giran entorno a las dos reinvindicaciones más básicas que pueden hacer digno a un pueblo y a su sistema de organización social: mejoras de vida y unas libertades públicas plasmadas a través de un sistema político democrático.”
Hace ya tiempo hemos sostenido – en una ponencia accesible desde este blog – que nuestra mirada sobre Internet se propone “… un recorrido del fenómeno de las TICs desde la gestión cultural apelando a la metáfora de la luz y la sombra para tratar de captar la integralidad del fenómeno. Apelando en consecuencia a un estilo de gestión cultural más abierto a aquellos aspectos que por menos espectaculares no suelen ser parte de las agendas de las administraciones culturales.” 

Los medios globales tienen tanta luz como sombra pero también abren la posibilidad de acceder a niveles de información que eran impensables para la ciudadanía hasta hace un par de décadas. Y eso es, en sí mismo, un gran avance para la cultura humana.

También debemos aclarar que Google, Facebook , Twitter y otros similares constituyen medios de comunicación muy distintos de los tradicionales: no crean contenidos, solo una plataforma para que la gente se exprese sin importarle qué expresa la gente. Su negocio es la expresión y no el contenido; recurren a una idea que tiene ya tres décadas: hágalo usted mismo, según la formula acuñada por Alvin Tofler.

Las empresas siempre tuvieron un roll político, me parece que esto no está en discusión, ni requiere de mayor justificación. Pero en estas plataformas el roll político es clave, casi constitutivo de su foco de negocios. Esto ha sido muy claro en el lugar que ocupó Google en la crisis egipcia.

Tan así que uno de sus gerentes se convirtió en una suerte de líder popular al decir de la propia empresa
"Estamos muy, muy orgullosos de lo que Wael Ghonim ha sido capaz de hacer en Egipto", dijo Schmidt en el Congreso Mundial de la Telefonía Móvil que se celebra en Barcelona. (…)"En Egipto fueron capaces de utilizar toda un amplio panorama de tecnologías, que incluyó a Facebook, Twitter y otros instrumentos para expresar la voz del pueblo, y eso es un buen ejemplo de transparencia. Les deseamos lo mejor. He hablado con él. Estamos muy, muy orgullosos de lo que ha hecho", (…) Ghonim, responsable de marketing de Google para Oriente Medio y el Norte de Africa, creó una página en Facebook que influyó en la organización de la revuelta, que finalizó con la salida del poder del presidente egipcio Hosni Mubarak. El joven ejecutivo de 30 años también apareció en una emotiva entrevista televisiva, poco después de ser liberado por la policía tras 12 días de detención, reimpulsando la protesta justo cuando ésta parecía estar languideciendo.”
La revolución – en la mirada de Google – ya no baja de la selva ni está encabezada por míticos guerrilleros sino por un prosaico gerente de marketing de una plataforma de alcance global. No sé si Lenin hubiera reivindicado un protagonismo tan fuerte para los periódicos bolcheviques en la revolución rusa.

Tan claro es el ejemplo que el gobierno dictatorial encarcela al joven gerente de marketing pero debe liberarlo ante la presión internacional.

Pero Google también vive otras situaciones. Brasil fue campeón mundial de la censura en Google, titula el diario Clarín de Buenos Aires comentando un informe del Centro Knight y el Comité de Protección a los Periodistas (CPJ). Se dice allí: 
“… el célebre buscador fue obligado por las autoridades judiciales brasileñas a retirar 398 notas, el doble que en Libia segundo país de la lista. El grueso de esas exigencias se verifico durante el periodo de la carrera presidencial, entre junio y fines de octubre, cuando los partidos políticos tanto oficialistas como opositores accionaron la justicia electoral para demandar la retirada de circulación de informaciones.”
No es lo mismo acatar una medida judicial que resistir el encarcelamiento de su gerente de marketing, eso está claro. Pero el acento puesto por la empresa en una y otra situación no ha sido el mismo ¿Será que la política consiste en cumplir restricciones autoimpuestas?

Detrás del lugar de los medios – los tradicionales y los novísimos – está la situación sociocultural que vive el orden global.

Una nota firmada por Rosendo Fraga en el diario La Nación llama la atención sobre la enorme cantidad de jóvenes que, en el mundo, no trabajan ni estudian: 
“El segmento de los jóvenes inactivos es crucial, porque implica que se está generando una población totalmente fuera del sistema laboral y educativo. (…) Pero cabe reiterar que es un fenómeno mundial. Como se dijo, está en esta situación el 20% de los jóvenes argentinos; el 25% de los egipcios; el 50% de los que habitan la Franja de Gaza; el 16% de los italianos; y el 15% de los españoles. Se trata de un fenómeno social globalizado que está detrás de conflictos tan diversos como la rebelión en Egipto y el debate sobre la baja de la edad para la imputabilidad penal en la Argentina.”
Luces y sombras de un tiempo fascinante tan cargado de oportunidades como de amenazas. Y reflejados por un sistema global de significación capaz de inventar sus propias místicas revolucionarias.

17 febrero, 2011

Programa de Gestión Cultural de la Universidad de Barcelona enlaza nuestro blog

Cultural UB es un blog que se define como “Espacio de debate del Programa de Gestión Cultural de la Universidad de Barcelona”.
Estos amigos y amigas de Barcelona han decido enlazar nuestro blog lo cual, desde ya, agradecemos y responderemos con la reciprocidad habitual en los espacios virtuales.
Pero además lo enlazamos porque su contenido es muy interesante para quienes nos dedicamos a la gestión cultural. En particular si creemos que la geografía humana que utiliza el español como lengua común merece encontrase y conocerse desde sus particularidades.
Cultural Ub ofrece tanto artículos en catalán como en español. La portada del día de la fecha incluye tres artículos dedicados a México, Chile y Buenos Aires además de aquellos referidos a su propio espacio cultural.
Especial atención merece el espacio Cultural Box que ofrece videos sobre gestión cultural en diferentes idiomas. Vale la recorrer este blog.

05 febrero, 2011

El espejo de Egipto: desafíos culturales convergentes


Finalmente el choque de civilizaciones no ocurrió. Como tampoco había finalizado la historia con la implosión del pacto de Varsovia. Ni Estados Unidos podía sostener su pretensión de superpotencia única y absoluta.
La agitación que vive hoy Egipto y otros países árabes, las modestas explosiones europeas - Grecia, Francia, Italia - y las sucesivas revoluciones informáticas así como la pertinacia políticamente conservadora del partido comunista chino plantean escenarios muy distintos de aquellos que se previeron en el último fin de siglo occidental.
Esta segunda década de nuestro siglo 21 parece responder mejor a Tofler que a Huntington.
Las bases materiales de la cultura humana se reparten caoticamente en las tres olas que describió aquel autor: la agraria, la industrial y la pos industrial también llamada del conocimiento por otros autores.
Aunque parezca obvio, la humanidad necesita de esos tres soportes para asegurar su continuidad. Y si bien la convivencia entre los bloques históricos interesados en cada ola es conflictiva nada hace suponer el triunfo de unos sobre otros sino mas bien su yuxtaposición en bloques de complejidad creciente.
Un solo ejemplo: las semillas destinadas a la agricultura fundan su valor agregado en el conocimiento y su puesta en el mercado en sofisticados sistemas de marketing y logística mas propios de la era industrial.
Cada bloque histórico juega sus fichas en la mesa del poder mundial con las armas fácticas que cada situación le otorgan.
Y lo hacen con el menor escrúpulo posible tal como ocurre desde los tiempos históricos.
Se conspira, se presiona y se negocian intereses con, casi, la misma obstinación que describió Maquiavelo.
En el plano material hay poco espacio para la ilusión: el poder fuerza los límites de lo humano tanto como puede. Y todavía puede demasiado. 
Pero además de base material la humanidad es esencialmente horizonte simbólico.
Un horizonte simbólico cuya construcción acumula historicidades milenarias sintetizadas desde hace un siglo por un actor que en sus orígenes parecía de reparto: las industrias culturales y sus naves insignia, los sistemas masivos de comunicación - radio, cine, televisión, internet.
Ellos han instalado en el imaginario humano dos elementos culturales trascendentes: el capitalismo y la democracia y los estilos cotidianos que idealmente se les asocian.
Capitalismo y democracia son presentados como los supuestos básicos de lo humano mismo sin importar demasiado qué cosas signifiquen el uno y la otra. O aún más: asignándoles significados no solo diversos sino francamente contradictorios.
Frecuentemente se los presenta como los peores valores existentes si se exceptúa todo lo demás. Trascendencia insuperada de la cultura tal y como ella es hoy.
Entre la base material de cada cual y ese horizonte simbólico implantado en el living de cada hogar vamos, los humanos, construyendo el camino hacia una humanidad definitivamente planetaria.
Pero visto que las bases materiales y los horizontes simbólicos tienen la precariedad de lo humano aquí y ahora el camino resulta inevitablemente sinuoso y desprovisto de toda certeza.
Según los medios -otra vez su preeminencia- los egipcios arriesgan su vida por libertad y trabajo pero  ninguna garantía tienen de que el régimen que emerja de la crisis pueda asegurarlos.
Es mas, no falta analistas mediatizados que alerten sobre el riesgo de una involución medieval de la sociedad egipcia y, naturalmente, de una parte significativa del mundo árabe.
El común de los mortales poco o nada sabemos de cómo impactará todo esto en el explosivo equilibrio del Islam y el mundo árabe. Tampoco de cómo serán afectados los intereses estratégicos de occidente.
Será la antesala de un vasto movimiento participativo y contradictorio o el inicio de una renovada experiencia autoritaria. O, lo mas probable, la apertura de una crisis estructural en la identidad cultural del mundo árabe.
Conclusiones apenas informadas por una pedagogía nacida de las pantallas de nuestro televisores, computadoras y celulares.
Simplificando puede decirse que la escuela de Frankfurt había previsto esta preeminencia de la cultura de masas sobre la cultura académica o mas refinada.
Pero, en los hechos, perdió la batalla discursiva. Entre otros aspectos porque la cultura de masas resultó más dinámica y flexible que la cultura académica.
Apocalíptica e integrada, diría Umberto Eco, la cultura de masas llevó el arte y el conocimiento - devaluados hasta cierto punto, es cierto - a casi todos los rincones  de la experiencia humana.
Sabemos de Egipto solo aquello que narran los sistemas globales de significación.
¿Pero acaso la enciclopedia británica era más veraz que la CNN? Ni una ni otra pueden asegurarnos que lo que ocurre en Egipto coincide con su relato.
De lo que podemos, casi, estar seguros es que no será la última revuelta que transcurra por fuera de los canales institucionales del estado, esa creación inconclusa de la modernidad.
La diferencia estriba en que la modernidad era un horizonte simbólico cerrado, previsible hasta en sus atrocidades.
En cambio los de hoy - ya se ha dicho - son tiempos de incertidumbre aunque paradójicamente menos crueles.
Los cientos de muertos de la revuelta egipcia son una tragedia para cada víctima y su entorno. Para ellos cada muerto es todos los muertos.
Pero en perspectiva histórica son irrelevantes ante los horrores de la modernidad. Baste mencionar la guerra civil española, el holocausto o los treinta mil desaparecidos de la ultima dictadura argentina.
Claro que, como los de Vietnam, los muertos egipcios están televisados al living hogareño. Significados por la industria cultural: los humanos toleramos mejor la muerte que el espectáculo mortuorio.
El régimen de Mubarak pretendió, apagón tecnológico mediante, detener la historia de su caída deteniendo el relato que de ella hacia la industria cultural.
Tarde. La historia posmoderna esta sobredeterminada por su relato pero ocurre en un territorio concreto, con sus proyectos y complicidades.
Un horizonte simbólico alimentado por los mass media, es cierto. Pero también sustentado en pactos territoriales que amalgaman intereses y símbolos otros que se constituyen en socios inestables de una negociación perpetua.
Global y local a un tiempo la experiencia humana oscila entre polos materiales y simbólicos todo el tiempo.
La modernidad construyó los escenarios privilegiados para ese transcurso: las ciudades. Allí, y casi excluyentemente allí, se construye la historia humana. Frenéticamente en los excepcionales períodos revolucionarios, sutilmente en los espacios mas grises de la cotidianeidad.
Pareciera - es nuestra tesis - que las ciudades son, lo sepan o no, glocales: su cotidianeidad está anclada en el territorio y su sustentabilidad en la capacidad de acceso a los sistema globales de significación.
Esos que hoy alimentan la ilusión capitalista y democrática de las clases medias urbanas.
Los sistemas globales de significación se expresan a través de las industrias culturales. Son las industrias culturales pero también otra cosa: redes institucionales prestigiosas y con la capacidad de subrayar espacios crecientes de la agenda publica global. También allí hay contradicciones, alianzas y negociación permanente.
Si este fuera el escenario de las próximas décadas de cultura humana ¿Que margen de maniobra tendrían las culturas nacionales?
Lo primero es decir que un personalismo treintañero sostenido a fuerza de terror no es una cultura nacional sino mas bien el emergente perverso de una cultura sometida a condiciones extremas de supervivencia.
Condiciones extremas en las que el occidente capitalista y democrático tiene una cuota no menor de responsabilidad.
Lo segundo es asumir que las condiciones de autonomía cultural que se perdieron en el siglo veinte no se recuperaran en el veintiuno. Alianza atlántica, pacto de Varsovia, tercero o cuarto mundo da lo mismo; la historia no vuelve por sus heridos.
Las culturas nacionales sí podemos ampliar, redefinir, fundar nuestras autonomías en las condiciones materiales y simbólicas del siglo veintiuno.
Las condiciones materiales están, como siempre ha ocurrido, vinculadas a las capacidades de acumulación, las disputas y negociaciones multilaterales, las guerras comerciales, la dinámica de los bloque regionales y, quizá en mayor medida que en cualquier otro tiempo histórico, a las bruscas oscilación en las porciones de rentabilidad que obtienen los distintos bloques capitalistas.
El horizonte simbólico de la cultura humana se construye, irremediablemente, en el marco de los sistemas globales de significación donde las culturas nacionales tienen su lugar si saben cuál es.
Google versus China y Microsoft versus Unión Europea muestran claramente cual no es y cual puede ser el lugar de la cultura nacional bis a bis los sistemas globales de significación.
El apagón tecnológico de Mubarak lisa y llanamente no califica en estos escenarios: es un burdo intento por tapar el sol con la mano.
Las culturas nacionales no están legitimadas hoy frente a las clases medias urbanas globales para regular los contenidos de los sistemas globales de significación.
Cualquier intento en este sentido es inmediatamente condenado por el emergente sentido común planetario.
Todo el poder material del secretario general del partido comunista chino no alcanza para desarmar el mayor prestigio simbólico del Dalai Lama.
Cierto es que la pertinacia conservadora puede darle algunos quinquenios de sobrevida al orden político chino. Un lujo posible en virtud del tamaño, enorme pero único, de su mercado.
El resto de las culturas nacionales pagarán, como le ocurre hoy a Egipto, a precios crecientes sus intentos por limitar los contenidos de los sistemas globales de significación.
Las culturas nacionales pueden sí intervenir en las condiciones materiales de acceso de las clases medias urbanas a los sistemas globales de significación a condición de que las medidas tomadas no sean percibidas de ningún modo como excusas discursivas para el control ideológico.
Paradigmáticos en este sentido son los recursos anti monopolicos interpuestos por la UE ante Microsof; o las preferencias por el software libre impulsadas por Brasil, Francia o Rusia y la propia China por citar algunos casos.
Otro espacio de acción autónoma son las medidas de fomento a las propias industrias culturales.
Es que las clases medias urbanas están irremediablemente convencidas de la existencia de una cultura humana capitalista y democrática a la cual quieren acceder del modo más rápido posible.
En pos de esa reivindicación legitiman al espacio local tanto publico como privado o gubernamental. Y lo hacen con la misma pertinacia con  que reniegan de él si sospechan que se les imponen barreras de acceso de cualquier origen e intensión.
Mas allá de como termine el episodio egipcio de esta historia, esa es la tendencia de largo plazo: la convergencia cultural de las clases medias urbanas en torno a los sistemas globales de significación.
Claro que hay otros actores, otros intereses y otras reivindicaciones. Lo no urbano, las clases no medias, los regímenes conservadoramente territoriales. Pero nada hace suponer que logren poner en retirada la protagónica preeminencia de las clases medias urbanas y su opción preferencial por los sistemas globales de significación.
Alguien propuso alguna vez, pensar global, actuar local. Hoy ese límite, si acaso existe, está muy diluido. Es necesario pensar y actuar global y local a un tiempo.
Conflictos intra locales e inter globales siempre los hubo, baste recordar las guerras - extremo conflictivo - de los últimos cien años.
Pero habrá que sumar a estos - hasta hoy menos dramáticos que los de la modernidad - los conflictos propios de todas las convergencias posibles.
Hay bloque geográficos (América, Europa, Asia, etc.) comerciales (Asean, Mercosur, Nafta) lingüísticos (Hispanoamérica) culturales (Iberoamérica) e incluso alianzas de seguridad específicas frente a fenómenos delictivos globales como el lavado de dinero, la trata de personas o el narcotráfico.
Se trata de las mas diversas yuxtaposiciones de los diferentes modelos - y necesidades - de convergencia.
Las culturas nacionales y sus organizaciones (gubernamentales, públicas y privadas) tienen para la construcción de sus márgenes de autonomía un recurso privilegiado: promover el acceso de sus poblaciones a los sistemas globales de significación tanto en términos de consumo pero sobretodo de producción cultural.
Combinando los aspectos duros de la ecuación (costos de transacción, aranceles aduaneros, tasas de interés, etcétera) con componentes simbólicos de largo plazo. Esto supone políticas culturales más públicas que gubernamentales descartando todo intento de partidización.
Lo contrario supone correr el riesgo de quedar entrampados en la imagen que el espejo egipcio le devolvió al régimen de Mubarak: el masivo rechazo de las clases medias urbanas globalizadas a todo intento por salvar su continuidad; incluso los formulados por el presidente de los Estados Unidos.

10 marzo, 2010

Observatorios culturales: informe para el debate

Gestióncultural.org, boletín electrónico del Portal Iberoamericano de Gestión Cultural ha publicado un informe sobre el desarrollo de los Observatorios Culturales. Hay además un artículo sobre el Mapa Cultural de la Provincia de Valencia, España, del cual se dice:

Este producto supone, en la práctica, una herramienta de primer orden para el análisis cultural territorial y parte, metodológicamente, tanto del concepto de observatorio como del de mapa cultural, con una vocación de actualización constante de la información agrupada en torno a una concepción integral de la cultura.”

Nuestro blog se ha ocupado varias veces de los Observatorios y Sistemas de Información Cultural así como de los mapas culturales entendiendo la importancia de estas herramientas de gestión cultural. Fenómenos que, aunque heterogéneos, podían considerarse como íntimamente vinculados.
Publicamos entradas sobre el Sistema de Información Cultural de Chile, el Mapa Cultural de Puerto Rico, el Sistema de Gestión e Información de las Conferencias Iberoamericanas de Cultura, el Sistema de Información Cultural de la Argentina, el Laboratorio de Industrias Culturales de la Provincia de Jujuy (Argentina), o el Catálogo Digital del Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires.
El informe Nuevos Retos de los Observatorios Culturales firmado por Cristina Ortega y Roberto San Salvador del Valle aporta una mirada sistémica absolutamente necesaria.
Desde lo metodológico el informe destaca la falta de una definición única del fenómeno priorizando aquellos que integran alguna de las diversas redes dedicadas al tema. Algunos datos y conceptos a destacar:
- Los observatorios surgen en Europa hacia fines del siglo xx aunque ya había experiencias anteriores a 1970 asimilables al concepto Observatorio Cultural; el 55% de ellos está ubicado en ese continente y el 36% en América.
- Se trata de un “escenario que se va modificando constantemente”. Y en este sentido, agregamos nosotros, es de esperar que estas modificaciones se aceleren a partir del crecimiento del ancho de banda y la velocidad de conmutación entre routers que anuncian las empresas del sector informático.
- Surge de la necesidad de sistematizar la información parcial existente convirtiéndola en una de carácter más global.
- Su objetivo principal es facilitar la transferencia y el acceso a la información y el conocimiento. Esto, claro está, en el marco del paradigma de la sociedad del conocimiento.
- Facilitan la toma de decisiones con vistas al buen gobierno de la cultura. Sin hacer una cuestión semántica nos parece preferible hablar del buen gobierno de las administraciones culturales y de la gestión de la misma. De hecho, en varios párrafos, el informe lo refiere a las políticas culturales.
- Ubica los nuevos retos de los observatorios culturales en torno a los vertiginosos cambios que se están produciendo en los fenómenos asociados al: tiempo, los rasgos sociodemográficos, la esfera socioeconómica, el ámbito sociopolítico y los mestizajes identitarios.
El informe incluye una serie de consideraciones sobre el comportamiento del público frente al consumo cultural así como a los valores implícitos en las opciones culturales de las personas que vale la pena leer cuidadosamente.
Desde la Argentina – y toda Sudamérica, supongo – debiéramos incorpora al debate una serie de aspectos geoculturales, entre ellos el referido al tiempo.
Es cierto que los profundos cambios políticos, sociales y tecnológicos ocurridos a partir de la implosión del estado soviético han alterado, en lo substancial, la relación tiempo espacio. Pero no es menos cierto que en nuestros países conviven tiempos disímiles y no sólo entre las grandes urbes y los espacios rurales. Definitivamente nuestra multiculturalidad incluye también al tiempo.
No son los mismos tiempos organizativos ni valorativos los del carnaval como producto turístico que los de las comparsas familiares de la quebrada de Humahuaca por sólo citar un ejemplo.
En nuestras tierras a los retos listados en el informe que venimos citando debemos incorporar una consideración más profunda sobre los particularismos locales y su articulación con la cultura global. Lo contrario sería condenar nuestras creatividades populares al mero ejercicio de la copia o condenarlas a un atavismo sin destino.

07 enero, 2010

Nuevo periodismo y gestión cultural


En un extenso reportaje al experto Roberto Igarza publicado por el portal chileno Observatorio Fucatel se pone en discusión el rol del periodismo de cara a las profundas transformaciones culturales producidas por las tecnologías de la información y la comunicación. Se trata de una lectura imperdible para aquellos que hacen del periodismo y los medios su profesión. Pero tiene también enormes implicancias para la gestión cultural: sea porque equipara la función del nuevo periodismo con la curaduría de arte, sea porque la comunicación es un componente clave de cualquier proyecto cultural. Veamos algunos párrafos:

Entre las Industrias de Contenidos, categoría que los medios tradicionales evitan, el complejo industrial-periodístico ha sido lento para reconocer el impacto de las nuevas formas de consumo cultural y de los cambios ambientales en la concepción misma de lo que significa leer. El complejo editorial, en su conjunto, libros, revistas y periódicos, se aferró al soporte papel en lugar de activar sus saberes para actualizar los modos de producir nuevo conocimiento y de distribuir sus contenidos.”
(…)
“La desmaterialización propia de la cultura digital hace que los productos de la creatividad interactúen de manera diferente con el contexto social (cultura, valores y creencias), con el contexto material (formas materiales espacio-temporales y medioambientales) y el contexto institucional (instituciones políticas, marco normativo).”
(…)
“En la era industrial los productos eran finitos, acabados. En la era de la desmaterialización, los productos son, ex profeso, inacabados, abiertos, comentados, remixados, son no lineales, hipervinculados, de acceso inmediato, antecronológicos, mestizos. En la era de la desmaterialización, los productos son votados y ordenados por los usuarios. Los blogs, los wikis y los RSS son propios de la nueva era.”
(…)
“Es indispensable pasar a la acción con un plan, lo que llamo, el “paradigma de transición”, que a diferencia de otros paradigmas no es socialmente reconocido, probado, instalado, conclusivo… Se trata de integrarse decididamente a la era de la desmaterialización teniendo en cuenta la mejora (capacidad, polivalencia, ergonomía) de las tecnologías y las nuevas competencias profesionales de quienes pueden no ser centrales, pero son indispensables: los periodistas.”
(…)
“En ese contexto, si debe destacarse una competencia profesional entre todas las necesarias, esta es la capacidad de gestionar contenidos. Entender la gestión en todas sus dimensiones: organizacional, cultural, tecnológica, normativa (derechos), financiera. Entender cómo gestionar el talento colectivo. Entender el modelo del negocio en el que se mueve. Entender los Medios de Comunicación como una metared de ciclo combinado (periodistas profesionales más periodismo-ciudadano) que pertenece al universo de las Industrias de Contenidos y que se desarrolla en un mercado hipercompetitivo donde todos los medios, independientemente de su naturaleza de origen, ofrecen información y entretenimiento.”
(…)
“Lo más importante es que con los nuevos medios, ese saber distribuido, inteligencia de muchedumbre, conforma una metared de conocimiento que se derrama con facilidad en Internet. Una metared que no posee centro, aunque en ciertas actividades algunos nodos sean más determinantes que otros.”
(…)
“Cómo será el ecosistema mediático-cultural al que nos dirigimos, no lo sabemos. Pero sí sabemos que nos trasladamos hacia un espacio mucho menos “autoritativo”. Un modelo que combina la difusión vertical y la comunicación horizontal. Un modelo que, al menos en la transición, podríamos llamar modelo social, construido con una mayor influencia de los más jóvenes. Un modelo sustentado en los contenidos compartidos cuyo valor es personalizado y dónde la lectura se realiza en comunidades.”
(…)
“Por ejemplo, The Guardian, sustenta su estrategia de reputación en la web ejerciendo el rol de curador. Promueve la ampliación de la lectura hacia dónde existe contenido de calidad, no importándole si éste se encuentra más allá de sus fronteras virtuales. Lo importante es que se posiciona como el curador de la red para sus usuarios que reconocen la calidad de su trabajo en la selección, en la manera de organizar y presentar las posibilidades de ampliación y contraste.”
(…)
“Ahora, se gana con argumentación, influencia y persuasión, en conversaciones múltiples y simultáneas, dónde el saber se comparte más informalmente que institucionalmente. La capacidad de la red para convertir anónimos en estrellas en un lapso de tiempo tan breve demuestra su impacto social, al menos, en algunos segmentos etáreos. Lo formal, instructivo y asimétrico empieza a ceder a favor de la construcción de comunidades, redes de relaciones y conocimiento compartido.”
(…)
“Allí, la función “curaduría” es significativa. Aun cuando la web se transforme y se semantice, apropiarse dinámicamente (significado apropiado y contextualizado) de la información entrante de una realidad cambiante exige capacidades que el usuario solo no puede realizar. En una Sociedad Red, donde el conectivismo se ha vuelto una práctica social tan difundida, continuamente los nodos se revalorizan como resultados de las operaciones en las que participan.”
(…)
“El valor del nuevo medio, en términos de negocios, equivale al valor de las comunidades que aglutina. Dime con quienes (cantidad, calidad) estás conectado y te diré quien eres. El mayor desafío reside en cómo monetarizar esas comunidades.”
(…)
“Lo que sucede es paradojal y reafirma que nuestra visión no es equivocada cuando decimos que la Convergencia no es solo un fenómeno tecnológico, sino que es, sobre todo, un fenómeno cultural y transmediático, es decir, que desborda ampliamente las fronteras de los medios, aun considerando sus versiones on line.”
(…)
“Es un espacio de compromisos mutuos con millones de nanoaudiencias. Una suma de canales complementarios de relación con consumidores que navegan promiscuamente entre n fuentes de información y, raramente, pero de manera creciente, alternan entre el rol tradicional de consumidor y el de productor de conocimiento. El nuevo ecosistema es una red de conexiones para desarrollar influencias. Una forma asequible de empoderamiento de las audiencias, una forma genuina y novedosa de construir comunidades.”
(…)
“… esta nueva etapa se caracteriza por la capacidad interactiva de los modelos de comunicación para promover la inclusión de los usuarios en el proceso de producción del discurso, un nivel superior de interactividad que facilita al lector la intervención sobre lo que se publica. Vota, establece rankings, hace socialbookmarking. Comparte mucho, a veces comenta, algunas veces remixea, la amplia mayoría de las veces navega fuera del microuniverso de las versiones on line de los medios tradicionales.”
(…)
“Al comando de sus máquinas comunicantes, las personas viven hiperconectados. El ocio y la fruición se hacen participativos. El contexto espacio-temporal del ocio y el entretenimiento ha cambiado. Todo se comparte virtualmente, todo el tiempo, desde cualquier lugar.”
(…)
“La Economía de la Atención Escasa exige que los contenidos sean competitivos, es decir, capturen durante un lapso tiempo lo más prolongado posible la atención del usuario. Recordemos que uno de los principios básicos de la publicidad indica que es el cruce de cantidad de impactos con el tiempo de exposición al mensaje lo que se traduce en una mayor efectividad de la inversión.


Desde cualquier lugar y en todo momento parecen ser las condiciones constitutivas de los procesos comunicacionales de nuestro tiempo. Acelerando vertiginosamente, nos parece, los intercambios simbólicos entre personas y organizaciones; y las múltiples influencias culturales que esto supone.
Hace unos meses, en una nota sobre Economía de la atención y gestión cultural, hablábamos de cómo el marketing está utilizando al arte como soporte de sus estrategias de marca y de producto.
Esta propuesta del nuevo periodismo como curaduría de arte abre una mirada todavía más profunda: como en una exposición, el recorrido mismo se vuelve significado. La capacidad de organizar recorridos coherentes entre contenidos diversos se vuelve una habilidad básica para la gestión cultural ¿Será, como propone el autor, un paradigma de transición? O habrá llegado para quedarse.

Nota Relacionada:
Contenidos digitales y gestión cultural

28 octubre, 2009

Economía de la atención y gestión cultural

El suplemento económico del diario Clarín de Buenos Aires publicó el último domingo algunos artículos que pueden resultar útiles para pensar la economía de la gestión cultural.
Citando, entre otros, al Premio Nobel Herbert Simon se refiere a la llamada economía de la atención titulando: “Riqueza de información, pobreza de atención”.
Lo explican con una cita de Simon: “lo que la atención consume es bastante obvio: la atención de sus receptores. De esto se deduce que una riqueza de información produce una pobreza de atención”.
Para entenderlo cabalmente basta con una simple comprobación: trate usted de recordar cuántos mensajes, de todo tipo, recibe a lo largo del día y a cuantos realmente le presta un mínimo de atención.
El crecimiento exponencial de los volúmenes de información lleva a que aumente el valor de la atención de las personas. Y esto porque estaríamos aplicando recursos escasos – la atención de las personas – a fines infinitamente múltiples – los mensajes disponibles en un tiempo y espacio determinado.
Claro que la comunicación involucra, además, aspectos simbólicos de todo tipo que pueden hacer que un mensaje se vuelva más o menos relevante para uno u otro receptor. Y eso, en un extremo es cultura y, desde el vamos, arte.
Un ejemplo muy interesante al respecto lo trae el mismo suplemento en la nota de contratapa titulada. Tickets, sponsors y rock and roll: el negocio de los recitales en la Argentina.
Se analizan allí las diferentes modalidades que caracterizan al negocio de los recitales lo cual, a nuestro juicio, está enmarcado en aquello que en otra entrada de este blog hemos caracterizado como un verdadero cambio cultural en la industria musical.
Hay artistas que financian la actividad con la venta de los Tickets – entradas – al recital y subsidiariamente algún recurso publicitario. Otros, cuya convocatoria es decididamente masiva invierten la fórmula: el foco económico está en los anunciantes que utilizan su concierto para atraer la atención del público.
Aunque, como sostiene la gerenta de marketing de una empresa que suele participar como sponsor de grandes marcas: “No hay una relación con la venta directa, pero salta en la afinidad de la marca con el mundo de la música”.
Además hay marcas – Personal Fest, Quilmes Rock y Pepsi Music, según la nota – que se superponen directamente con la propuesta artística relegando, hasta cierto punto, al artista a un segundo plano. Simplificando la mirada podríamos decir que el artista importa porque participa en ese evento.
El arte se vuelve vehículo para captar o asociar la atención del público con una propuesta comercial determinada. Esto, por cierto, actualiza los debates de todo tipo habidos sobre la relación entre arte, cultura de masas y mercados.
Simplificando podríamos decir que el arte o la producción artística para ser más exactos construyen tres tipos de relación no necesariamente excluyentes entre sí:

- El arte sostenido por la atención de su propio público.
- El arte como vehículo de las marcas que necesitan convocar la atención del público
- El arte subsumido en las estrategias de marketing de grandes empresas

La verdad es que, como gestor cultural, convivo mejor con los dos primeros modelos que con el último. Pero lo cierto es que todos ellos existen y hay muchos (y muy buenos) artistas que no dudan en recurrir a las más diversas combinaciones posibles.

Nota Relacionada:
Públicos culturales en la era de Internet

07 septiembre, 2009

Sistema de información cultural de Chile

El Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile ha puesto en marcha su Sistema de Información Cultural. Dice en la portada de su página web:


En este espacio se entregan datos de oferta y demanda de las disciplinas artísticas.
En general los datos están referidos a la identificación del comportamiento regional de cada variable, proporcionando la posibilidad de descarga de información a través de archivos xls, jpg y pdf.
Se utilizaron como fuentes de información para la primera publicación del SIC el anuario “Cultura y tiempo libre, informe anual 2005” y la “Encuesta de Consumo Cultural 2005”, ambos elaborados por el INE en convenio con el CNCA.


Se trata de una herramienta muy útil para quienes nos dedicamos a la gestión cultural ya que permite recabar rápidamente información sobre las actividades culturales y artísticas de ese país.
Entre otra información se destaca la referida a “Cultores y espacios”, “Proyectos en cultura”, “Directorio carreras artísticas” y “Estadísticas e indicadores”.
Particularmente interesante resulta descargar el informe “Fuentes de financiamiento cultural” – formato pdf – que lista los diferentes fondos que pueden gestionar los actores culturales de Chile.

Notas Relacionadas:
Mapa Cultural de Puerto Rico

Sistema de Información y Gestión de las Conferencias Iberoamericanas de Cultura

Nuevos Servicios del Sistema de Información Cultural de Argentina

15 agosto, 2009

Un blog para el planeamiento cultural estratégico

Santander Crea Tejido Cultural” es un blog editado por Pancho Centeno que se propone como “…una herramienta de comunicación con el sector cultural y la ciudadanía en general para el proceso de indagación, debate y diseño del Plan Estratégico de Cultura para el Departamento de Santander.” Sobre el proceso mismo de planificación se dice:

Establecer un Plan Estratégico de Cultura parte del reconocimiento, respeto y garantía de los derechos culturales individuales y colectivos, y de la interpretación de la realidad cultural del territorio con sus múltiples influencias: la globalización, los efectos de frontera, el modelo de Estado, los procesos históricos propios, los procesos culturales acumulados (acertados y desacertados), la capacidad de creación y producción cultural, los movimientos migratorios (naturales y forzados), la multiculturalidad, el nivel de apropiación tecnológica, el nivel de transformación del conocimiento, los niveles de riqueza y pobreza, y el nivel de empoderamiento de lo cultural en el escenario político y otros marcos del desarrollo, lo que exige pensar y actuar a largo plazo.”
(…)
“El Plan se construyó a partir de dos escenarios: el primero de diagnóstico de las condiciones actuales de los componentes culturales, y el segundo de diseño de estrategias y proyectos de actuación que respondieran a una visión deseada de futuro.Se constituyeron 14 mesas temáticas en la ciudad de Bucaramanga, las cuales tuvieron lugar en la Casa de la Cultura Custodio García Rovira, 6 conversatorios provinciales que se cumplieron en Barbosa, Socorro, San Gil, Barichara, Barrancabermeja y Málaga, un foro realizado en el Centro Cultural del Oriente y una serie de entrevistas con personalidades culturales de Santander. Complementando los encuentros presenciales, se utilizó la Internet, en la que se creó el blog www.santandercrea.blogspot.com y el grupo Facebook yo también tengo una idea para mejorar la cultura en Santander, al que se suscribieron más de mil personas.La indagación se focalizó sobre tres preguntas elementales:– Cómo es el escenario actual de lo cultural(Diagnóstico del sector: fortalezas y debilidades/factores críticos)– Cuál es el escenario cultural deseado para Santander(Visión de futuro para 2019)– Qué actuaciones se deben implementar desde ya para materializar esa visión de futuro(Marco estratégico)


La lectura del documento completo es de absoluto interés para quines nos dedicamos a la gestión cultural. Y una experiencia muy interesante para seguir habida cuenta de la combinación que hacen de herramientas tradicionales – encuentro, conversatorios, etcétera – con herramientas digitales tales un blog o un grupo en Facebook.
En particular nos parece de suma utilidad la descripción de los aspectos metodológicos que hace el editor del blog: un verdadero manual para el trabajo cultural.

Notas Relacionadas:
México: Programa Nacional de Cultura 2007 / 2012

Mapa Cultural de Puerto Rico

Cultura por Mendoza: Plan Estratégico 2005 – 2010

07 mayo, 2009

Mapa cultural de Puerto Rico

Recomendamos recorrer detenidamente el blog Mapa Cultural de Puerto Rico como ejemplo de articulación entre política cultural y nuevas tecnologías.
Desde su portada definen, con una cita de Jesús Martín Barbero qué tipo de artefacto sea un mapa cultural:
[…] un mapa no para la fuga sino para el reconocimiento de la situación desde las mediaciones y los sujetos, para cambiar el lugar desde el que se formulan las preguntas, para asumir los márgenes no como tema sino como enzima." (Jesús Martín Barbero, "Oficio de Cartógrafo")"
El blog ofrece una serie de ensayos y avances de investigación y sobre todo espacios de participación para quienes integran el campo cultural de ese país:

Se incluyen aquí las primeras fichas de organizaciones culturales independientes levantadas por el proyecto Mapa cultural del Puerto Rico contemporáneo. Comenzamos dando prioridad a cooperativas culturales, una alternativa que ha tomado auge en nuestro país en los últimos años. También incluimos entidades que buscan defender derechos de los(as) artistas y promover la organización del sector cultural. Pero éste es sólo el inicio. Nos interesa hacer disponible aquí información de otras organizaciones como colectivos de creación, grupos que ofrecen talleres, y espacios culturales alternativos, entre otros, así como de creadores, gestores, educadores, críticos e investigadores independientes. Tú puedes contribuir en esta tarea llenando la ficha con tus datos o los de tu organización. Nos comprometemos a verificarlos e incluirlos en este blog.”

Nos parece un excelente ejemplo de construcción de herramientas de gestión cultural de bajo costo y alto impacto. El tiempo dirá si el intento funciona pero en cualquier caso estamos seguros de que habrá valido la pena.
Todos sabemos que “el mapa no es el camino” pero cuando se hace con la participación de los involucrados directos las precisiones serán seguramente mayores.

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26 marzo, 2009

Los odios no son virtuales

La Nación de Buenos Aires publicó en estos días una nota titulada “Odio en las rede sociales” donde se analiza el fenómeno de los grupos que Facebook se constituyen para promover el odio hacia determinadas personas, grupos religiosos o étnicos.

Pero son miles de usuarios más los que día a día se suman a otros grupos en donde el odio es la consigna convocante. "Odio a los bolivianos y a los paraguayos"; "echemos a los floggers de Facebook"; "muerte a los negros villeros" son algunas de las consignas que agrupan a miembros de Facebook, la red social de la gustan decir que, si fuera un país, sería el octavo del mundo, pues tiene más población que Rusia y que Japón.
"No hay que demonizar a la Web, Internet sólo refleja un problema cultural grave que existe en la sociedad donde es protagonista el odio y la discriminación", dijo a LA NACION María José Lubertino, titular del Inadi.
Ese organismo recibe por día unas 50 denuncias sobre sitios de Internet en los que se discrimina a personas. "No hay una legislación que regule esos contenidos; entonces, debemos regularlo según las leyes existentes, porque la Web no es un mundo paralelo", opinó Lubertino.


Algún lector intentó terciar en el debate:
Y daaaale que va con Facebook... como si hubiera cambiado la naturaleza humana. Desde las cuevas de Altamira hasta Facebook y lo que venga en el futuro, se reflejará el alma del hombre. Lo bueno, lo malo, todo.

Ciertamente Internet no ha cambiado – ¿debería? – la naturaleza humana. El odio y la discriminación del humano otro u otra en razón de su condición – cualquiera ella fuera – son algunas de los rostros más perversos de la humanidad desde el principio de los tiempos.
Lo que Internet cambia son el tiempo y el espacio en que estas lacras se desenvuelven. Y lo que todavía no aprenden los estados es a moverse en ese tiempo acelerado que acorta todos los espacios. Incluso suelen terminar perdiendo la dimensión espacial que está detrás de todo hecho virtual incluido, por supuesto, el odio en todas sus formas.
Porque las personas que sufren los ataques no son virtuales, ocupan un tiempo y un espacio cierto. Lo mismo sus atacantes. Ninguno de ellos está – o debiera – fuera del alcance de las leyes.

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09 enero, 2009

Libros digitales: nuevo cacharro cultural

Una nota firmada por Juan González de la Cámara para el portal español PC – Actual propone la idea del libro digital como “la trampa del cacharro nuevo” para incentivar la lectura en particular y con ello la cultura en general.
Parte de un dato sobre la sociedad española: casi el 34 por ciento de los españoles no lee nunca. En primer lugar desmitifiquemos junto al autor esto del libro digital o e-book:

…la gran ventaja del e-book se concreta en haber convertido en la solución a tres necesidades actuales: elimina el sobrepeso en la mochila de los jóvenes; reduce el coste en la compra de libros (por eliminación de costes de papel, almacenaje y distribución) sin por ello menguar el consumo de lectura; y cuida el medio ambiente, por disminución de la tala de árboles con los que producir papel. Hasta no hace mucho tiempo, saltar de la máquina de escribir al ordenador parecía descabellado, hoy estamos ante esto otro reto. Para decidir incorporar el hábito de la lectura a través de un soporte electrónico, es necesario conocer de antemano el producto, verlo para desterrar mitos. Leer en un libro electrónico no es igual que hacerlo en la pantalla del ordenador, puesto que no cansa la vista al contar con una tecnología e-ink (tinta electrónica sin luz que no daña la vista).

La nota realiza un análisis del origen de las resistencias a este nuevo formato y las adjudica, en buena medida, a los intereses existentes en el mercado editorial. Postula lo que, a nuestro juicio, es el dilema de oro de la edición digital:

Si se le exige al usuario que pague por un libro digital, cuando también tiene la opción de descargárselo gratuitamente, debemos ofrecer un mejor coste y concienciar sobre la importancia de pagar las ideas para que opte por la primera de las opciones. El camino para ello es ofrecer servicios añadidos a los que sólo se puede acceder a través de la compra del e-book como encuentros digitales con el autor, dedicatorias personalizadas, adquisiciones parciales de capítulos concretos, incluso, impresiones en papel como ediciones únicas y limitadas, etc.

El mundo editorial está cambiando y los libros no van a escapar a esa tendencia; es muy probable que el formato papel tarde mucho en desaparecer e incluso que no desaparezca nunca. Pero sin duda habrá de cambiar.
Al modelo tradicional se le están agregando los formatos digitales, la impresión a demanda y todos los cruces que podamos imaginar.
Un caso interesante es el de Editorial Teseo que tuvimos oportunidad de conocer con motivo del encuentro de emprendedores creativos de Buenos Aires del que participamos en noviembre pasado.
Otro caso interesante es El Aleph que propone a los autores servicios de edición y distribución de libros en formato pdf desde la gratuidad hasta un servicio avanzado con un costo de 59 dólares.Para la gestión cultural la edición digital es una oportunidad inmensa desde todo punto de vista. Pero también un desafío: no se trata de ofrecer texto en una pantalla sino de crear contenidos digitales para un público que también habrá que ayudar a construir.


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