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05 noviembre, 2015

Políticas culturales en el medio rural y el rol de los actores sociales

En el marco del tercer Congreso Internacional Sobre Socialización del Patrimonio en el Medio Rural
que se realiza por estos días en la ciudad de Benito Juarez - Buenos Aires - Argentina estamos presentando una ponencia sobre políticas culturales en el medio rural.
El medio rural es hoy – al igual que el mundo en sí – sustancialmente distinto del que era solo una generación atrás; sin abundar en cifras debemos decir que vivimos un acelerado proceso de urbanización de la experiencia humana que, si no se detiene, vaciara nuestros espacios rurales en pocos años.
Digamos, como dato ilustrativo, que según datos del Banco Mundial la población rural de la Argentina alcanza solo a un 8% del total. Es decir que, más allá de los muchos y muy interesantes debates teóricos sobre qué es la ruralidad hoy, podemos pensar que evolucionará hacia las pequeñas ciudades y los espacios rurbanos de transición.
Debemos decir también que la ruralidad es, en general y particularmente en Argentina, un fenómeno profunda y constitutivamente heterogéneo
Deberíamos, en este sentido, hablar de una expresión espacial del poder que instrumenta al territorio - en este caso el rural - como parte de redes productivas globales que lo subordinan cada vez más al poder de la ciudad.
Relaciones de poder que devienen cultura, es decir estrategias de vida superpuestas y contrapuestas según el lugar más instrumental o más trascendente que el suelo ocupe en esas sub culturas específicas.
Si el suelo es ese lugar que desmontamos primero y envenenamos después con agroquímicos para sembrar transgénicos sin ninguna prevención ambiental o la tierra sin mal a la que habremos de santificar para construir nuestro domicilio existencial.
Pensemos, a modo de extremos, en la ruralidad de las comunidades aborígenes pauperizadas del norte argentino y las comunidades rurales de nuestra pampa húmeda que también ha sido llamada pampa gringa.
Indios y gringos son, ambas, categorías culturales pero cargadas de profundas diferencias sociales.
Destacar esta diferencia entre categorías culturales y categorías socio económicas no es caprichoso: supone atreverse a pensar la relación entre particularismos culturales y poder social.
La marginación, material y simbólica de unas culturas en beneficio de otras. Y las posibilidades y frustraciones que las políticas culturales enfrentan a la hora de aportar a la construcción de mejores convivencias en los territorios.


Nota Relacionada:


27 octubre, 2015

Identidades Culturales Superpuestas: desafíos para la administración cultural del siglo XXI


El mundo que vivió entre las revoluciones burguesas de fines del siglo dieciocho – la americana,
1776 y la francesa de 1789 – y la implosión del estado soviético – 1991 – operó sobre un supuesto cultural que no siempre recordamos: un estado, una cultura.
Así podríamos recorrer páginas, discursos y acontecimientos destinados a consolidar ideas tales como LA CULTURA ESPAÑOLA, LA CULTURA ARGENTINA y tantos otros.
Claro que si hablamos, por caso, con gallegos, catalanes y vascos, cultura española se escribe, seguramente, con menos mayúsculas y muchos más adjetivos que sustantivos.
Si recorriéramos la Argentina con una mirada bien abierta veríamos que guaraníes y mapuches – entre tantos otros – están culturalmente hablando más cercanos a sus hermanos paraguayos o chilenos que a un habitante de la ciudad de Buenos Aires.
Entre 1776 y 1991 esta contradicción estuvo tapada por conflictos inter burgueses – diría el marxismo – o por conflictos nacionales diversos y complejos – según creemos que mostró la historia.
Pero caído el muro de Berlín los viejos nacionalismos volvieron por sus fueros y – en un extremo – borraron estados completos como la Yugoslavia de Tito o recrearon naciones como la Alemania por solo citar dos ejemplos obvios.
Lo cierto es que esa dura argamasa entre estado y cultura forjada – también en un extremo – a sangre y fuego durante más de doscientos años saltó por los aires en unos pocos lustros.
Algunas miradas hablan de “un mundo de ciudades”; estados que se perciben a sí mismos como herederos de “civilizaciones milenarias” como postula el Plan Nacional de Cultura de México o Bolivia que se define a sí misma como estado multinacional.
Hasta aquí una breve reflexión histórica formulada desde una generación nacida hacia mediados del siglo pasado y que pasó de la era nuclear – máxima amenaza bélica de una modernidad prolífica en batallas – a la aldea digital – máxima constancia tecnológica de una posmodernidad aún innominada.
¿Cómo impacta esta reflexión histórica en el discurso de la administración cultural? Empecemos proponiendo algunas afirmaciones sobre las cuales, creemos, no hay demasiada discusión:
nuestros estados abarcan más de una cultura
nuestras culturas atraviesan más de un estado
nuestras ciudades son crecientemente multiculturales
nuestras culturas se sostienen / espejan en más de una ciudad
nuestros idiomas expresan más de una cultura
nuestras culturas insisten en expresarse en más de un idioma incluida, claro, la idea de “segunda lengua” en nuestros programas educativos
Un bonito desorden heterogéneo, cambiante, complejo, conflictivo, abigarrado y, sobre todo, polifacético.
Y sin embargo los estados – y los más grandes conglomerados empresarios – son quienes disponen de los mayores presupuestos para formular y sostener políticas culturales.
Las empresas, naturalmente, piensan el mundo como mercado. Los estados ¿pensaran el mundo como ciudadanía? ¿serán capaces de formular derechos culturales que trasciendan las fronteras? Más allá, claro está, de las buenas intenciones de una u otra declaración.
La administración cultural debería, nos parece, pensar el mundo como participación y sentido. Trascendencia de la experiencia humana, al fin y al cabo.
Para esto la administración cultural debería asumir que el caos no es una opción entre otras; es una realidad que llegó para quedarse.
Que la uniformidad no sólo es indeseable porque sacrifica la infinita diversidad humana; además es inviable y anti económica.
Que las regiones culturales, las rutas temáticas y las ciudades mismas son territorios inculturados por múltiples relatos fundacionales.
Que desde una objetividad honesta y veraz – subjetividad histórica y socialmente compartida – cada pedazo de suelo le pertenece a diversas, y a veces contradictorias, místicas culturales.
Y, finalmente, que si estas premisas son compartidas la administración cultural tiene por desafío la construcción de múltiples regiones de convivencia cultural. Sin la ingenuidad de tolerar la intolerancia; sin el menor atisbo de discurso único.

¿Qué herramientas ha desarrollado la gestión cultural para intervenir proactivamente en este escenario? Hasta ahora unos pocos organismos multilaterales o de cooperación intercultural y no mucho más. Quizás sea este el desafío más trascendente para la administración cultural de este siglo ya quinceañero. 

24 septiembre, 2015

Patrimonio e identidad cultural: aproximaciones preliminares

- Nadie duda de la relación íntima entre patrimonio e identidad cultural. Ambas realidades se requieren mutuamente activas para ser tales. O, para decirlo más llanamente: no hay identidad cultural sin un patrimonio cultural material e inmaterial que la sostenga.

- Tan necesaria es esta relación que, para ser claros, necesitamos partir de la mala noticia que lleva implícita: el patrimonio cultural es caro, muy caro. Sin inversión no hay patrimonio y sin patrimonio no hay identidad.

- Y cuando decimos inversión nos referimos a recursos de todo tipo de los cuales el más importante no es el monetario aunque a veces parezca lo contrario.

- ¿Reduce esto el problema a una cuestión de economía de la cultura? No, pero ayuda y mucho empezar por ahí. Eso intenta poner a debate mi participación en estas jornadas.

- Un buen subtítulo para esta ponencia podría referirse a modelos sustentables de gestión del patrimonio cultural en el medio rural. Una sustentabilidad que tendría que atender, por lo menos, tres ejes:
* sustentabilidad ambiental
* sustentabilidad participativa y
* sustentabilidad financiera

- Permítaseme citar a una amiga y colega que ha trabajado mucho en el Proyecto Huellas, María Silvina Iroleguy, quien hablando del próximo congreso internacional de patrimonio cultural en el medio rural que se hará en Benito Juarez, provincia de Buenos Aires en noviembre próximo quien decía que, para hablar de patrimonio cultural hay que:

"Trabajar en el sentimiento colectivo, con gente que quiere comprometerse con la comunidad, que quiere cambiar las formas de relacionarnos con nuestra cultura. Emancipar el conocimiento mediante la expansión de los saberes y la co-creación de contenidos y metodologías. De este modo conoceremos las distintas formas de ver, tratar y considerar al patrimonio rural como generador de riqueza y posibilitar a los agentes locales el desarrollo de iniciativas culturales y económicas innovadoras y sostenibles dentro de su propio territorio."

- Como se ve están presentes estos tres ejes a los que hacíamos referencia; la participación, la sustentabilidad y la economía yendo, incluso, un paso más adelante: la creación de riqueza.

- Pero antes de avanzar por el camino de la economía de la cultura conviene decir que el concepto mismo de patrimonio cultural está cruzado por varios debates teóricos que nosotros vamos a omitir en razón de la brevedad.

- Sí necesitamos dejar sentada posición en cuanto a que patrimonio natural, patrimonio histórico y patrimonio cultural forman parte de una misma construcción social e histórica a la que llamamos cultura. Es decir que no se trata de fenómenos aislados en sí ni mucho menos de realidades rígidas e inmutables sino que están sujetas al cambio y la creatividad de las personas y las comunidades. Son parte fundamental de esa estrategia de vida que, siguiendo a Kusch, denominamos cultura.

- De lo cual se desprende la necesidad de "abrir los modelos mentales" con que operamos sobre el patrimonio. Entender que el patrimonio cultural está sujeto a presiones y disputas de poder que nunca son inocentes. Y que una construcción democrática y participativa del patrimonio común requiere decisiones políticas y económicas surgidas desde las complejas tramas sociales de nuestras comunidades sin exclusiones de ningún tipo.

- Y que debemos prevenirnos contra todo intento de imponer una visión única y verticalista de la identidad y el patrimonio cultural. Como solemos decir: la cultura no debe pedir permiso.

- También el concepto de identidad cultural está habitado por múltiples confusiones: la más grave de ellas es la idea de una identidad cerrada sobre sí misma e inmune a los cambios.

- Una identidad cultural que se desangra en las pérdidas a que es sometida por el influjo creciente de la "globalización" que todo lo destruye. Cierto es que hay una globalización escrita
desde el poder y que tiende a la uniformidad de la experiencia humana.

- Pero también hay una globalización asentada en la construcción de nuevas y más democráticas convivencias planetarias. Donde el conocimiento, la tecnología y nuevas formas de socialización son posibles a condición de centrarse, justamente, en la propia identidad cultural.

- ¿Pero qué es entonces la identidad cultural? El conjunto de rasgos, costumbres, tradiciones que nos hacen ser diversos de otras experiencias humanas construidas en el tiempo y el espacio por los diferentes actores sociales que habitan un territorio.

- Porque la identidad cultural es siempre una constatación de la otredad inevitable de la experiencia humana. Aun en la universalidad de la que toda persona forma parte.

- Rodolfo Kusch, filósofo argentino empeñado en desvelar lo americano profundo, decía que "Una cultura americana no ha de consistir en ver alguna vez un cuadro y decir que ese cuadro es americano. Lo americano no es una cosa (...) La cultura americana es ante todo un modo: el modo de sacrificarse por América".

- Parafraseando a Kusch podemos decir que la identidad cultural no es una cosa sino el modo en que nos sacrificamos por nuestro hábitat.

- Pensadas desde allí patrimonio e identidad cultural son cualquier cosa menos un conjunto de repositorios prolijamente catalogados: son materia viva que co creamos en comunidad mediante nuestra decisión de construir este pedazo de mundo sobre el que asentamos nuestro domicilio físico y existencial. Después vendrán las técnicas de catalogación, las restauraciones y las puestas en valor.

- Allí la técnica cobrará un valor superior que la técnica misma: el valor de nuestra decisión cultural de estar aquí, en este mundo nuestro, dialogando con el mundo otro. Y en absolutos términos de paridad humana.

- Permítaseme ilustrar esto, brevemente, con la experiencia de mi propio pedazo de mundo: la ciudad de Glew en el conurbano bonaerense.

- Glew era hacia mediados del siglo pasado un pueblo rurbano donde el tambo empezaba a dejar paso a la ciudad dormitorio que proveía de mano de obra a la creciente industrialización de las periferias porteñas.

- Llegó entonces un artista plastico - Raul Soldi - que propuso y logró pintar la capilla del pueblo en acuerdo con la comisión Mediator Dei del Obispado de Buenos Aires.

- La pintura consiste en narrar la vida de Santa Ana y San Joaquín, padres de Maria, abuelos de Jesús, en las calles y con las costumbres del pueblo de Glew. Así el milagro evangélico ocurre en la esquina de mi barrio, en sus calles polvorientas, pueden verse los por entonces últimos molinos de viento que abastecian de agua a la producción rural.

- Con el tiempo e investigando la génesis de la obra supimos que la misma formaba parte del movimiento de inculturación del mensaje evangélico que culminó con las reformas del Concilio Vaticano II. El equivalente, en artes plásticas, a La Misa Criolla.

- Lo interesante del caso es que las familias más tradicionales del pueblo se opusieron a la obra porque no respetaba las tradiciones locales.

- Hoy, apenas seis décadas después, no es posible pensar la identidad de nuestra ciudad sin la capilla pintada por Soldi, además de otras obras como la fundación que lleva su nombre y exhibe sus cuadros y administra una sala teatral donde se forman elencos de vecinos que han obtenido diversos premios. Y además la Biblioteca Pablo Rojas Paz que al homenajear al escritor tucumano nos emparenta, por ejemplo, con la fuente de las Nereidas de la escultora Lola Mora.

- Ese patrimonio cultural se montó a pesar de las tradiciones locales recombinando disponibilidades propias y ajenas. Se sacrificó una parte de la identidad preexistente para gestar una identidad más potente.

- Una identidad cultural que - diría Kusch - está siendo y que, en un punto, no ha terminado de desplegarse en toda su potencialidad.

- ¿Estamos diciendo que para gestar nuevas identidades culturales es siempre necesario sacrificar lo existente? De ninguna manera.

- La identidad y el patrimonio cultural son siempre el producto de recombinar lo existente, lo apropiado, lo prestado y lo que, en un extremo, podría no existir. Incluso resignificando aquello que se nos ha impuesto contra nuestra voluntad, como cuando mapuches, guaraníes o collas resignifican el término "indios".

- ¿Podría imaginarse la cultura urbana de la Argentina sin el llamado rock nacional? Un movimiento cultural que nació de reprocesar un elemento cultural ajeno impuesto por la industria musical norteamericana.

- Incluso el rock nacional funcionó como herramienta de lucha contra las variopintas dictaduras que sufrimos durante la segunda mitad del siglo pasado.

- Y si hablamos de préstamos, imposiciones, apropiaciones, de lo propio y de lo ajeno estamos hablando de economía de la cultura: la aplicación de recursos escasos a fines múltiples.

- La diferencia sustancial es que el patrimonio y la identidad cultural son fenómenos abundantes. De hecho podríamos hablar, parafraseando a Santillán Güemes, de los múltiples e infinitos modos en que las personas y las comunidades resuelven sus relaciones esenciales con la propia comunidad, las otras comunidades, la naturaleza y lo que consideran sagrado con el objeto de dar continuidad y sentido a su propia experiencia cultural.

- En términos económicos el patrimonio cultural puede perfectamente ser asimilado al stock de las organizaciones comerciales. Solo que en esto las organizaciones comerciales tratan de llegar al nivel cero de stock ya que su mantenimiento es muy caro, tanto en términos financieros cuanto en términos de acondicionamiento, seguridad, etcétera.

- En el terreno de la cultura está claro que no podemos siquiera pensar una situación de stock cero: no habría lenguajes, ni símbolos ni convivencia posibles. De allí que digamos que la cultura es el fenómeno más caro pero también más irremplazable de la condición humana.

- Las empresas resuelven esto mediante diversas técnicas productivas que tienden a la movilización permanente de sus stocks ¿Podemos aprender de estas técnicas para hacer más sustentable el patrimonio cultural? Creemos que sí, a condición de no olvidar que estamos hablando de continuidad y sentido y no de un simple problema de costos.

- En primer lugar entendiendo que el patrimonio cultural es una disponibilidad que entraña costos pero que consagra el valor en la medida que lo usamos. Para decirlo más directamente: no hay patrimonio cultural más caro que aquel que no se usa intensivamente.

- Hay un uso evidente, muy consagrado, que es el turismo cultural: la posibilidad de atraer audiencias hacia nuestros territorios en función de un patrimonio cultural bien organizado y adecuadamente interpretado. Un uso económico que siempre podemos mejorar.

- Pero hay otros usos menos extendidos pero que también tiene implicancias económicas: el cruce con otras experiencias de los sectores públicos, sociales y aun privadas. Por ejemplo las bibliotecas, las escuelas, los hospitales y aun los cuarteles militares.

- Si logramos esto es posible pensar en el público ya no como audiencias sino como socios privilegiados en el sostenimiento y promoción del patrimonio cultural. Nuevas tecnologías como las plataformas de crowfunding pueden ser claves en el fondeo de nuestro patrimonio.

- La diferenciación entre bienes cuya conservación requiere condiciones de guarda muy estricta de aquellos que pueden ser movilizados más intensamente saliendo a la búsqueda de públicos.

- Por último es clave pensar el cruce con las industrias culturales. Un ejemplo obvio es que todo patrimonio (natural, histórico, cultural) puede ser instrumentado como locaciones para las producciones de las industrias culturales.

- Para sintetizar: el cruce entre identidad y patrimonio cultural requiere de nuestro sacrificio en defensa de nuestro hábitat, un sacrificio en el que necesitamos salir del espacio de los especialistas para involucrar a todos los habitantes del territorio. Pero también de la instrumentación económica en términos de movilización de recursos. No se trata de una u otra sino de la recombinación creativa de ambas dimensiones y sus respectivas variables.

03 junio, 2013

Desafíos estratégicos globales: la emergencia de África al mercado global


La implosión del estado soviético primero y la explosión de las llamadas (entonces) nuevas tecnologías
de la información y la comunicación cambiaron el mundo en que vivimos. Los parámetros y las ideologías del siglo xx son, cuando menos, insuficientes para explicar los fenómenos sociales, políticos y económicos de este nuevo siglo.
Las teorías finiseculares que proponían el fin de la historia, el fin de las ideologías y su consecuencia inmediata, el choque de civilizaciones, tampoco fueron capaces de preveer los profundos cambios que el siglo xxi traería aparejados sobre los escenarios internacionales.
Un mundo, este del siglo xxi, que es heterogéneo, cambiante, complejo y conflictivo como nos lo recuerda siempre Santillán Gúemes y cuya única permanencia es el cambio.
Y sobre el cual no tenemos más que algunas pocas certezas y una enorme cantidad de preguntas; algunas de ellas en el borde de la desesperación.
¿Sabemos? que la ecología de nuestro hábitat está gravemente dañada, que la matriz energética basada en los combustibles fósiles debe ser cambiada más temprano que tarde; que la crisis alimentaria podría estar a la vuelta de la esquina, que el capitalismo financiero sin más no logra salir de su crisis y pocas cosas más.
Hay datos, descripciones parciales de los nuevos escenarios y la tarea enorme de rearmar el rompecabezas global en un mapa inteligible que permita producir las estrategias de vida necesarias para convivir mejor en un mundo cada día más pequeño. Y, parafraseando a Rodolfo Kusch, eso ya es cultura.
Sabemos también que cultura es creación social e histórica y no mero ejercicio de iluminados. De tal modo no pretendemos ser capaces de producir ese mapa ni, mucho menos, esa cultura del nuevo siglo.
Nuestra única capacidad es proponer el debate, acercar algunos datos o incentivar algunos núcleos temáticos posibles. Eso hacemos desde nuestro programa de radio: Buscadores de cultura.
Les dejamos un audio sobre la realidad del continente africano hoy.



Notas Relacionadas:

12 marzo, 2013

Inteligencia colectiva, desafío cultural

Las redes digitales son una herramienta poderosa para el desarrollo de la inteligencia colectiva Una habilidad que está en el centro del desarrollo cultural de la especie.
Cada persona aporta una cuota de talento que, combinada con la de sus pares, da por resultado un todo mayor que la mera suma de las partes.
Un texto ya clásico sobre el tema dice: “La prosperidad de las naciones, las regiones, las empresas y los individuos depende de su capacidad para navegar por el espacio del conocimiento. La potencia es en lo adelante conferida por la gestión óptima de los conocimientos, ya sean técnicos, científicos, del orden de la comunicación o que tengan que ver con la relación “ética” con el otro. Mientras mejor logren los grupos humanos constituirse en colectivos inteligentes, en sujetos cognitivos abiertos, capaces de iniciativa, de imaginación y de reacción rápidas, mejor aseguran su éxito en el medio altamente competitivo como es el nuestro.
Sin embargo no utilizamos esta herramienta en toda su potencialidad. Se ha demostrado  que el desarrollo de la inteligencia colectiva requiere de modos específicos de interacción grupal y de la diversidad misma de los grupos colaborativos. ¿Qué debiéramos hacer para mejorar nuestras prácticas digitales?
El artículo del portal Tendencias 21 brinda unas cuantas herramientas centradas básicamente en el desarrollo de la sensibilidad social a la cual definen como “la buena disposición para ser flexibles en la asignación de ocupaciones y para que los todos los miembros del equipo puedan aplicar sus habilidades a cualquier desafío presentado.
Traducido a nuestras prácticas en la red se trata de ser tan buenos lectores como productores de información. La capacidad de seleccionar y compartir contenidos y participar de debates con un sentido constructivo.

Recorriendo la Red:
Un interesante artículo publicado por la OEI: “Desde nuestro punto de vista, la discusión sobre educación multicultural surge en el momento en que ciertos aspectos de la variable cultura, en tanto variable representativa de la diversidad, se introducen en el aula y en la escuela. Cuando existe una presencia de grupos étnicos claramente diferenciados por razones del color de piel, lengua materna, valores y comportamientos religiosos, y, junto a todo ello y otros elementos más, diferencias socioeconómicas, se reconoce la necesidad de una educación «especial» para atender tales diferencias. Aparece una nueva forma de conceptualizar la discriminación que se practica a través de la escuela: la discriminación por la diferencia cultural. La vieja (?) escuela discriminatoria y reproductora de las diferencias de sexo y clase también discrimina ahora (siempre lo hizo) quienes pertenecen a grupos culturales diferentes al dominante y hegemónico en ella, y ambas discriminaciones, lógicamente, caminan juntas.”


Un país de coloresUn muy interesante blog catalán sobre gestión y patrimonio cultural. Recomendamos especialmente la nota sobre la relación de los museos con sus visitantes. El blog está escrito en catalán pero apelando al traductor de google se puede leer perfectamente en castellano. Lo conocimos gracias a un comentario que dejaron en un post anterior y la verdad es que vale la pena leerlo.


Facebook de una comunidad mapuche de Argentina dedicado a difundir – y enseñar – la historia, la cultura y el idioma de ese pueblo milenario.


Dicen los diarios:
Una interesante nota sobre la editorial de la Universidad Nacional de Villa María – Córdoba, Argentina – que destaca el trabajo de las editoriales universitarias.

La estética de las redes sociales es todavía una materia pendiente. Y quizás lo sea siempre pero vale la pena seguir estos debates.

Abriendo Archivos:




Nota Relacionada:

16 agosto, 2011

Capacitación en comunicación y gestión cultural: una experiencia en Salta

En el marco del Programa de Cultura del Consejo Federal de Inversiones, fui invitada a la provincia de Salta con el objeto de capacitar a Directores de Cultura municipales, sus equipos y gestores culturales independientes sobre la temática “Políticas Culturales locales y Comunicación”.

Esta asistencia técnica se desarrolló en dos períodos. El primero, durante los días 30 de junio, 1 y 2 de julio en la ciudad de Salta y el segundo, durante los días 4, 5 y 6 de agosto en la ciudad de San José de Metán.

Con la presencia de representantes de los municipios de Cerrillo, Cafayate, Salta Capital, San José de Metán, el Galpón, Aguaray, Colonia Santa Rosa, La Poma, Las Lajitas y Tartagal; se realizaron talleres con el propósito de incorporar herramientas metodológicas para la planificación y gestión cultural en el espacio local.

Cada uno de estos dos eventos fue divido en dos etapas. En la primera jornada se expuso sobre los conceptos teóricos de gestión, por un lado, y de cultura, por el otro, para incorporar el término “Gestión Cultural” como la acción que todo promotor cultural debe llevar a cabo a partir de una evaluación previa del contexto territorial en donde va a operar. También, sobre el significado del ámbito municipal como el espacio de articulación donde la política cultural tiende a fortalecer la vida asociativa y el tejido social.

Durante la primera jornada del segundo evento, se analizó el esquema de comunicación de Shanon para entender los distintos códigos con los cuales se puede emitir un mensaje que pueda ser decodificado por el receptor; planteándose, asimismo, si este esquema es el adecuado cuando hablamos de una política comunicacional comprendida en el “vacío cultural” (dijera Kusch) que se produce cuando dos culturas se encuentran en el mismo contexto geográfico, histórico y cultural.

A fin de construir el conocimiento a partir de la práctica, se desarrollaron talleres utilizando herramientas para la evaluación de contexto, la planificación, la búsqueda de indicadores, el armado de una matriz de recursos y la formulación y ejecución de proyectos; como, así también, sobre las técnicas relacionadas con el análisis del mensaje y la política comunicacional.

En la última etapa de cada evento, se realizaron debates con las conclusiones de ambos talleres, donde se discutieron los lineamientos o criterios que deben orientar la organización de un plan municipal que involucre a todos los sectores.

En esta instancia, los participantes plantearon la problemática de algunos municipios de la provincia, los cuales poseen entre dos y más de diez comunidades originarias habitando el mismo contexto geográfico. También, se formularon algunos proyectos de construcción de espacios para la oferta cultural y se generó un proyecto interesante de participación y articulación entre un grupo independiente y los municipios para la capacitación de jóvenes y niños en herramientas audiovisuales con salida laboral.

El debate generado en este encuentro, facilitó el trabajo de los grupos del taller, quienes abordaron la siguiente temática:

• Integración de los pueblos originarios.

• Estilos de Gestión Cultural Institucional.

• Patrimonio Cultural.

• Creación Artística.

• Industrias Culturales.

• Comunicación y cultura.

Los resultados obtenidos mostraron un importante compromiso de todos los actores en defensa de la cultura como parte de la identidad local y provincial.

Como resultado de esta capacitación, se propuso para el año siguiente, capacitar a los equipos y gestores culturales municipales, segmentando a la provincia por regiones. Esto permitirá que, dentro de un mismo contexto regional, los municipios articulen satisfaciendo sus propias necesidades y, trabajando en equipo, puedan desarrollar proyectos socio-culturales comunes.

La cultura se está convirtiendo, cada vez más, no sólo en una herramienta para el desarrollo humano, sino también en una fuente de desarrollo económico. Este crecimiento debe colocar a los elementos del patrimonio tangible e intangible al servicio de la comunidad, estimulando el crecimiento económico en las regiones.

En esencia, administrar significa seguir las instrucciones, mientras que gestionar significa conseguir resultados. Por ello, es importante analizar la política cultural, a partir de la evaluación del contexto donde cada gestor va a operar.

En 1973, la UNESCO señalaba que “... los gobiernos han de tener una política cultural, como tienen una política de educación, de la ciencia, etc....”.

Nuestro programa, “Buscadores de Cultura”, intenta transformar a cada gestor “artesanal” en un gestor “profesional”.

Por ello, como señalaba Paulo Freire, haciendo referencia al papel del profesional en la sociedad:

"…cuanto más me capacito como profesional, cuanto más sistematizo mis experiencias, cuanto más me sirvo del patrimonio cultural que es patrimonio de todos y al que todos deben servir, más aumento mi responsabilidad con los hombres."

Lic. Lucía Isabel Nader
Agosto de 2011

Nota de Prensa:
Continúa desarrollándose el programa de capacitación en gestión cultural

29 julio, 2011

IV Congreso Iberoamericano de Cultura: inscripción abierta

Del 15 al 17 de setiembre de este año se realizará en Mar del Plata – Argentina – el IV Congreso Iberoamericano de Cultura. Son sus temáticas: 

- Biopolítica: Nuevas formas de gobernabilidad y gestión de la vida cultural.
- Innovación tecnológica: Cultura y comunicación en la era de la información.
- Geopolítica sur: La lucha creativa por la identidad y la autonomía.
- Diverso y alterno: Nuevo protagonismo en expansión.
- Futuro: Posmodernidad y agenda emergente del siglo XXI.
- Economía y cultura: El desafío de la creación de valor y el nuevo desarrollo
.

Se realizarán, además, los siguientes seminarios y encuentros paralelos: “3er Seminario Iberoamericano de Políticas de la Música; la Reunión coordinadora del Foro de Políticas Culturales en el Ámbito Municipal y Local 2012; el Primer Encuentro Iberoamericano de Jóvenes Creadores; y el Seminario "Periodismo, participación y cultura", organizado junto con la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI)

Se puede realizar la inscripción en línea tanto como asistente como en carácter de representante de un medio de comunicación.

En el sitio del congreso puede verse un video subido a youtube por la Secretaría de Cultura de Argentina titulado Spot IV Congreso Iberoamericano de Cultura  que depara algunas curiosidades.
Los únicos jefes de estado iberoamericanos que pueden verse en primerísimos planos son los presidentes Hugo Chavez de Venezuela, Rafael Correa de Ecuador y Evo Morales de Bolivia así como al fallecido ex presidente argentino Néstor Kirchner. No se los ve, por ejemplo, a los presidentes de Uruguay, Brasil, Paraguay o Chile por sólo citar a nuestros vecinos más inmediatos.
Entre las manifestaciones culturales representativas de la región no hay ninguna imagen que aluda o represente al tango, dato curioso si se considera que el video fue hecho en el país que, junto a Uruguay, le ha dado origen a esta manifestación cultural. Los únicos artistas argentinos que aparecen en primeros planos destacados son León Gieco y Fito Paez, artista, este último, que acaba de protagonizar una disputa política más o menos virulenta con el electorado de la ciudad de Buenos Aires a cuya mitad calificó con “asco”.
En la página de youtube hay otro video titulado Adelanto del Cuarto Congreso Iberoamericano de Cultura. Esta pieza es mucho más diversa en los ritmos y artistas que muestra; conviven allí Atahualpa Yupanki con Lito Nebia y Astor Piazzola o Jauretche con Borges por citar algunos ejemplos paradigmáticos. Y a las figuras ya vistas de Nestor Kirchner y Evo Morales se suma un breve plano del ex presidente Lula del Brasil.
La diversidad cultural iberoamericana es también su amplia diversidad política que va desde el Partido Popular español al Frente Amplio de Uruguay y todas las culturas y subculturas políticas que nos han constituido como bloque geocultural.
Esperemos que este dejo sectario que recorre más al primero que al segundo de los videos citados no represente al espíritu del congreso.
La geocultura iberoamericana es para nuestras diversas identidades culturales una inmensa oportunidad de futuro en el mundo global. Para concretarla sólo necesitamos hacernos cargo de todo aquello que nos constituye; excluyendo, solamente, a quienes hacen de la exclusión del otro su razón de ser.

22 junio, 2011

Interculturalidad, gesto y gestión


El concepto de interculturalidad suele aparecer confundido con otras formas de contacto entre culturas diversas. Una de las confusiones más habituales – y quizá la más extendida – es suponer a la identidad como un objeto dado de una vez y para siempre que lleva a las personas a comportarse en modos más o menos fijos. Se cristaliza la conducta porque se cristaliza la identidad para decirlo rápidamente.
Otra confusión habitual es plantear la interculturalidad como una relación entre los nativos de un territorio y los inmigrantes. La experiencia europea con los inmigrantes provenientes de África y de América suele estar en la base de esta mirada.
Vista desde nuestras tierras la interculturalidad tiene, por supuesto, esa dimensión. Pero también complejidades mayores producto de tradiciones milenarias dadas en un mismo y extendido territorio junto a otras hoy bicentenarias.
Nuestra América tiene interculturalidades diversas cuyas dinámicas no son tan fáciles de reducir a definiciones imbuidas de ciertos mecanicismos académicos. La modernidad europea nos heredó estados nacionales que, en su origen, se pretendieron homogéneos; lengua y religión oficial mediante.
Claro que no todas nuestras experiencias fueron iguales, que unos estados y unos gobiernos fueron más tolerantes que otros. Pero la interculturalidad supone miradas más abiertas, una vocación por valorar la diversidad cotidiana de nuestras sociedades; y ejercerla.
Vivimos un ejemplo claro de esto en nuestra participación en el encuentro de diseño gráfico en Ecuador del cual dimos cuenta en un post anterior.
Las palabras de bienvenida pronunciadas por la arquitecta Ximena Idrobo fueron, en este sentido, un recorrido por las interculturalidades americanas que queremos compartir con nuestros lectores.

“En el seno de la institución rectora de la gestión cultural nacional y provincial, entre muchos de sus sueños, hace 19 años uno de sus presidentes, el Arq. Franklin Cárdenas Mazón, alvergó uno: vincularnos con las culturas de América y el mundo, a través de una vocación milenaria presente en todos los pueblos y todas las épocas: la danza; se crea desde entonces el FESTIVAL INTERNACIONAL DE DANZAS DEL NUEVO MUNDO DEL FOLCLOR, escenario mágico ritual en el cual los pueblos del país, de América y del mundo, se han reconocido, encontrado, entremezclado, bajo el lema: "Solo conociendo las culturas vivas, nos identificamos como país", evento que en sus dos décadas de existencia, se ha insertado en la memoria colectiva local.
Diecinueve años más tarde le corresponderá a otro de sus presidentes, el Esc. Gabriel Cisneros, inaugurar un nuevo sueño, concebido con el mismo espíritu: como un espacio de reencuentro. Los dos presidentes, han sido hombres visionarios que han asumido los retos que la sociedad ha demandado en su momento.
La edición de este año (abril 2011) ha extendido sus ámbitos, los saberes acestrales, la palabra impresa, las artes plásticas, el diseño gráfico, el circo de la calle, la arquitectura, se han sumado, para dar lugar al ENCUENTRO INTERNACIONAL DEL NUEVO MUNDO DE LAS ARTES, bienal que alternará desde ahora en adelante con las danzas.
Dentro de este evento, estamos aquí reunidos en esta noche para inaugurar el Encuentro Internacional de Diseño Gráfico, con el tema Diseño Gráfico vs. Cultura y desarrollo en América Latina, inicialmente se planteó como objetivo único crear un espacio de reflexión sobre el diseño ligado insoslayablemente a la cultura y consecuentemente articulado al desarrollo de los pueblos. Pero mirando el proceso de organización y todas las voluntades que se han sumado, involucrándose activamente en él, a la reflexión se suma el encuentro de la diversidad: argentinos, alemanes peruanos, ecuatorianos, empeñados en aproximarnos a un conocimiento menos epidérmico y más profundo del diseño; tarea difícil en medio de un entorno posmoderno marcado por la globalización, que ha provocado transformaciones profundas, nos ha cambiado "el modo de pensar, ser, sentir, actuar y fabular". El diseño concebido no como un valor agregado a los objetos sino como un elemento constitutivo de los mismos, es el registro y retrato de una de sociedad, una suerte de huella de identidad, pretendemos que sobre esto se profundice en la jornada de tres días.
Esta tarea difícil pero no imposible en la que nos hemos embarcado, de manera especial va dirigida a la nueva generación de diseñadores, un esfuerzo desplegado por y para ustedes jóvenes, y que, ha sido posible cristalizarlo gracias al apoyo de personas e instituciones fraternas, nuestro profundo agradecimiento a los hermanos y hermanas conferencistas: Arq. Franklin Cárdenas (Ecuador), Dis. Zadir Milla (Perú), Dis. Pablo Iturralde (Ecuador), Dis. Peter Mussfeldt (Alemania/Ecuador), Lcdo. Fernando de Sa Souza (Argentina), Dra. Mónica Lacarrieu (Argentina), Mgter.Mariana Costa (Argentina), Dis. Luis Bolaños, Sr. Carlos Logroño (Ecuador); a los diseñadores que han impulsado el taller de Producción de Objetos Gráficos sobre el encuentro Dis. Mónica Sandoval, Dis. María Alexandra López, Lcdo. Fabián Calderón, Lcdo. Edison Martinez, a la Espoch - EDG dirigida por el Ing. Milton Espinoza, a la Alianza Ecuatoriana de Diseño Gráfico, a su coordinador Lcdo. Marcelo Cepeda, GRAFITAT- COCOA USFQ a sus representantes Dis. Esteban Salgado e Ing. Hugo Burgos, al rector del Colegio Maldonado.
Retomo las palabras de nuestro presidente que las pronunció en el acto inaugural de la exposición de artes plásticas, este esfuerzo ha sido motivado por el amor y de todo acto de amor sembrado en terreno fértil se espera obtener buenos frutos, aspiramos que este evento cubra con sus expectativas.
A los conferencistas de los países hermanos que nos visitan, al igual de las otras ciudades del país, les damos una cálida bienvenida conforme es la característica de los riobambeños, y nuestro deseo que su permanencia en la ciudad sea grata. Y con la misma calidez sean todas y todos, BIENVENIDAS Y BIENVENIDOS. Arq. Ximena Idrobo C., Mg.”

Una lectura atenta de las palabras pronunciadas por la Arquitecta Idrobo permite leer las huellas que la interculturalidad esencial de nuestra América construye en nuestros discursos, aún aquellos destinados a una acción, aparentemente, protocolar:

1- el tiempo
Las primeras palabras fueron para historiar eso que se estaba haciendo; no se trataba de inaugurar un evento cultural – ese término tan en boga y que tan poco designa – sino de ser parte de un proceso cultural cuyos orígenes y protagonistas deben ser reconocidos en la continuidad que alimenta la innovación. En otras latitudes estamos lamentablemente acostumbrados a que cada gestión viene a refundar las instituciones culturales. Aquí la cultura construye su propia diversidad conectando creativamente la tradición y la innovación; ambas proyectadas como identidad cultural.

2- los plurales
La descripción del espacio y el sujeto de la acción cultural es claro: “...escenario mágico ritual en el cual los pueblos del país...” No se apela al pueblo de la nación sino a los pueblos del país. Es que se los sabe muchos y se los conoce por sus parcialidades pero también por su pertenencia a un mismo espacio territorial que, puesto a ser arte, se convierte en “un escenario mágico y ritual”; porque "Solo conociendo las culturas vivas, nos identificamos como país"

3- la vocación universal
Suele confundirse la defensa de las particularidades, la identidad y la tradición cultural con el rechazo a la condición universal de la experiencia humana. La interculturalidad supone exactamente lo contrario, construir la universalidad desde la diversidad: “... vincularnos con las culturas de América y el mundo, a través de una vocación milenaria presente en todos los pueblos y todas las épocas: la danza” El arte es el punto de encuentro en la medida que se legitiman sus múltiples lenguajes, estilos y estéticas. Así como los viejos y nuevos modos de expresión, desde los “saberes ancestrales” hasta “el circo de la calle”.

4- la contextualización
La interculturalidad es un modo de entender la relación entre proyectos distintos que operan en un espacio tiempo común. De allí la crucial necesidad de remisión al contexto: “... empeñados en aproximarnos a un conocimiento menos epidérmico y más profundo del diseño; tarea difícil en medio de un entorno posmoderno marcado por la globalización, que ha provocado transformaciones profundas, nos ha cambiado "el modo de pensar, ser, sentir, actuar y fabular".” El contexto nos cambia independientemente de cómo lo califiquemos; porque el contexto es ese otro humano que también actúa. Y es también la capacidad de nuestro propio proyecto para modificarlo. Un camino de interacciones tan múltiples como nuestras culturas.

5- la centralidad de la cultura
El gesto, el hacer un encuentro, el diseñar un artefacto, la gestión cultural misma tienen sentido en la medida que expresan una integralidad cultural: El diseño concebido no como un valor agregado a los objetos sino como un elemento constitutivo de los mismos, es el registro y retrato de una de sociedad, una suerte de huella de identidad...

Nuestra América es esencialmente intercultural porque aquí la cultura no es objeto sino proceso que nada tiene que ver ni con las etnias, ni con los estados, ni siquiera con las ideologías – en su definición más restringida. Aquí cultura es experiencia humana que transforma y se transforma en contacto con un otro al que se sabe igual en su humanidad y diverso en sus experiencias y modos de expresión. Quizás debiéramos hablar simplemente de culturas; transcurridas en tiempos diversos, atentas a la trascendencia universal de lo humano, tensionadas por contextos heterogéneos, cambiantes y complejos pero ancladas en un saber tan ancestral como las diversas humanidades que nos hacen ser lo que somos. Instalar la totalidad de nuestras culturas en cada gesto es, ya lo hemos dicho, la tarea central de quienes nos dedicamos a la gestión cultural.

25 abril, 2011

Diseño, identidad cultural y gestión en Ecuador

Entre el 12 y el 18 de abril estuvimos en el Encuentro Internacional de Diseño Gráfico organizado por la “Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión Núcleo del Chimborazo” en el marco del 19° Encuentro del Nuevo Mundo de las Artes.
Asistir a un evento internacional como este supone la responsabilidad de aportar el trabajo y los conocimientos por los cuales los organizadores nos han convocado.

Pero además supone la enorme oportunidad de aprender de esa cultura otra que nos ha convocado: la ciudad, los organizadores, el público que asiste a las diferentes actividades y, naturalmente, de los otros ponentes.

Desde ese lugar uno se pregunta si ha sido capaz de aportar, por lo menos, tanto como ha recibido.

En este último sentido nos han quedado sensaciones y aprendizajes de todo tipo sobre los temas del encuentro que iremos tratando de reflejar en sucesivos post. De todos ellos lo más significativo ha sido palpar de cerca la enorme profundidad de la cultura andina.

Se percibe en la gente de Ecuador una cultura tan puesta a flor de piel, cotidiana y profunda que ningún texto podría narrarla. Tenemos además la sensación – por largas charlas mantenidas con el diseñador peruano Zadir Milla – que esto que hemos dicho de la gente de Ecuador también podríamos decirlo de la gente del Perú. Viajes anteriores a las provincias de Salta y Jujuy en el noroeste argentino nos habían dejado la misma impresión.

La región andina es sin duda uno de los corazones culturales de nuestra América. Allí la multiculturalidad pasea por las calles. Una multiculturalidad afincada en una identidad cultural tan profunda que está siempre dispuesta a dialogar con el mundo.

Desde la región rioplatense siempre hemos dicho que nuestras ciudades son multiculturales por historia, por composición humana y por la plasticidad simbólica que heredamos de nuestros abuelos gringos, criollos y aborígenes. Como decía Leopoldo Marechal “… cualquier latido del mundo nos parece natural y asequible, puesto que Buenos Aires es un puñado de mundo”. Una categoría que compartimos – igual que el futbol y el tango – con Montevideo y, seguramente, las otras grandes ciudades de la región.

El diálogo entre estas dos grandes regiones americanas – la andina y la rioplatense – tiene una potencialidad cultural enorme que debiéramos explorar con más detenimiento. Sin mengua, naturalmente, de otros corazones tan americanos como los nuestros.

Como dijo Gabriel Cisneros, presidente de la Casa de la Cultura que organizaba el evento, estos encuentros sirven para mirarnos a la cara e intercambiar esos afectos y sentimientos que las pantallas de las computadoras no pueden transmitir.

Las diferentes actividades que teníamos programadas hicieron imposible asistir a todas las conferencias y actividades incluidas en el Encuentro de Diseño Gráfico. Sí pudimos disfrutar de las exposiciones de Franklin Cárdenas, Mariana Costa, Zadir Milla, y Peter Mussfeldt.

De esas ponencias recogimos un conjunto de ideas más o menos comunes a todas las exposiciones que vale la pena listar aunque su ampliación quede para otra oportunidad:

- la cultura como transformación
- trabajo, sistema y sacrificio
- el error como camino de aprendizaje
- la identidad cultural como emergente dinámico de una cultura en busca de su desarrollo
- el diseño como actividad creativa que atraviesa todas las actividades de la sociedad
- la interculturalidad como punto de encuentro de nuestras diversidades y como enorme capital simbólico capaz de impulsar nuestro desarrollo.

Párrafo aparte merece la calidad, en todo sentido, de la Casa de la Cultura Ecuatoriana – Núcleo del Chimborazo: su trabajo ha sido impecable tanto desde el punto de vista de la gestión del evento – su concepción, las temáticas seleccionadas, la amplitud de la convocatoria, la diversidad cultural e ideológica de los ponentes – cuanto la administración que hicieron del evento en sí – elección de los lugares para sesionar, la atención a los visitantes, la cuidada gastronomía, el cumplimiento de horarios, el transporte puesto a disposición de las diferentes necesidades, la cobertura de prensa, etcétera.

Por otra parte la propia naturaleza jurídica de la Casa de la Cultura es, para nosotros, una novedad muy interesante: siendo un organismo público con fondos gubernamentales disfruta de una absoluta autonomía para designar sus autoridades y desarrollar su propia oferta cultural. Esto permite una libertad de trabajo tanto en lo ideológico partidario cuanto en lo operativo. Desde ese punto de vista nos parece un ejemplo digno de ser replicado.

Queremos expresar nuestro profundo agradecimiento a toda la gente que participó de este evento empezando por los estudiantes que asistieron a nuestras ponencias y talleres: su participación, respeto y el afecto en el trato para con nosotros ha sido inigualable.

El personal y los voluntarios de la Casa de la Cultura cumplieron su tarea con una gran dedicación y mucho profesionalismo. Un agradecimiento muy especial a la Arq. Ximena Idrobo, coordinadora del Encuentro de Diseño Gráfico, quien aporto el profesionalismo imprescindible para el éxito del evento y, sobre todo, su gran calidad humana. Como decíamos al despedirnos: ojalá este sea el inicio de los más diversos proyectos y encuentros.

04 abril, 2011

Arte, cultura, diseño y saberes ancestrales en Riobamba, Ecuador

Hemos recibido una invitación para exponer nuestro trabajo en la ciudad de Riobamba de la hermana república ecuatoriana en el marco de las actividades culturales que esa ciudad realiza en el mes de abril.
"La Casa de la Cultura Ecuatoriana ”Benjamín Carrión”, Núcleo de Chimborazo , institución autónoma del Estado del Ecuador, desde 1992 , organiza cada año el ENCUENTRO DEL NUEVO MUNDO DEL FOLCLOR destinado a crear nexos entre las culturas vivas de América y del Mundo. Durante estos dieciocho años, 8.300 artistas de América, Asia y Europa, han venido a Riobamba y Ecuador a exponer su arte ante 313.000 personas.
Para este año, nuestra institución, por intermedio del Comité Organizador, realizará en el mes de abril el 19º ENCUENTRO DEL NUEVO MUNDO DE LAS ARTES en “Saberes Ancestrales” de la Pachasofía, Feria Nacional del Libro Ecuatoriano, Arquitectura, Fotografía, Diseño Gráfico, Artes Plásticas, Poesía y Literatura, y del Circo de la Calle.

Queremos hacer público nuestro agradecimiento al Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana ”Benjamín Carrión”, Núcleo de Chimborazo, Esc. Gabriel Cisneros así como a todos los miembros de ese equipo; en particular a la Arq. Ximena Idrobo quien ofició de nexo con esa institución.

Esperamos estar en Ecuador el 12 de abril donde expondremos sobre “Multiculturalidad urbana e industrias culturales en América Latina: el diseño como oportunidad”. También dictaremos un taller bajo el título: “De la identidad cultural al plan de negocios”.

Desde este blog trataremos de cubrir, en la medida de nuestras posibilidades, el desarrollo del evento organizado por “La Casa de la Cultura Ecuatoriana ”Benjamín Carrión”, Núcleo de Chimborazo

18 febrero, 2011

El espejo de Egipto: el lugar de Google

Sobre una nota anterior – El espejo de Egipto: desafíos culturales convergentes – recibimos un comentario de uno de nuestros habituales lectores. Se decía allí:
También creo que debemos analizar haciendo el esfuerzo de hacerlo desde el otro, porque podemos incurrir en el error conceptual de definir cuestiones que histórica y culturalmente son distintas… Porque es evidentemente distinto el concepto de democracia para un norteamericano, que para u haitiano o un egipcio.”
Tiene razón nuestro lector, no podemos opinar a la distancia sobre un fenómeno tan complejo como la rebelión popular que terminó con un régimen político con treinta años de anquilosamiento. De allí que utilicemos, desde el título, la figura del espejo para dejar claro que estamos hablando del reflejo que de la situación en el mundo árabe hacen los medios globales de comunicación.

Aunque, por cierto, Internet también brinda la posibilidad de acceder a la mirada de expertos que, como la española Amparo Tortosa, también llaman la atención sobre la emergencia del valor democracia entre los árabes: 
“Nadie puede seguir especulando a estas alturas que un islamismo oxidado o Al Qaeda están organizando entre bambalinas una revolución en los países árabes. Las manifestaciones son de carácter pacífico, desideologizadas, interclasistas, intergeneracionales, seculares y además introducen un elemento novedoso que es la utilización de los medios digitales. Ni tan siquiera claman contra Occidente o Israel, pues giran entorno a las dos reinvindicaciones más básicas que pueden hacer digno a un pueblo y a su sistema de organización social: mejoras de vida y unas libertades públicas plasmadas a través de un sistema político democrático.”
Hace ya tiempo hemos sostenido – en una ponencia accesible desde este blog – que nuestra mirada sobre Internet se propone “… un recorrido del fenómeno de las TICs desde la gestión cultural apelando a la metáfora de la luz y la sombra para tratar de captar la integralidad del fenómeno. Apelando en consecuencia a un estilo de gestión cultural más abierto a aquellos aspectos que por menos espectaculares no suelen ser parte de las agendas de las administraciones culturales.” 

Los medios globales tienen tanta luz como sombra pero también abren la posibilidad de acceder a niveles de información que eran impensables para la ciudadanía hasta hace un par de décadas. Y eso es, en sí mismo, un gran avance para la cultura humana.

También debemos aclarar que Google, Facebook , Twitter y otros similares constituyen medios de comunicación muy distintos de los tradicionales: no crean contenidos, solo una plataforma para que la gente se exprese sin importarle qué expresa la gente. Su negocio es la expresión y no el contenido; recurren a una idea que tiene ya tres décadas: hágalo usted mismo, según la formula acuñada por Alvin Tofler.

Las empresas siempre tuvieron un roll político, me parece que esto no está en discusión, ni requiere de mayor justificación. Pero en estas plataformas el roll político es clave, casi constitutivo de su foco de negocios. Esto ha sido muy claro en el lugar que ocupó Google en la crisis egipcia.

Tan así que uno de sus gerentes se convirtió en una suerte de líder popular al decir de la propia empresa
"Estamos muy, muy orgullosos de lo que Wael Ghonim ha sido capaz de hacer en Egipto", dijo Schmidt en el Congreso Mundial de la Telefonía Móvil que se celebra en Barcelona. (…)"En Egipto fueron capaces de utilizar toda un amplio panorama de tecnologías, que incluyó a Facebook, Twitter y otros instrumentos para expresar la voz del pueblo, y eso es un buen ejemplo de transparencia. Les deseamos lo mejor. He hablado con él. Estamos muy, muy orgullosos de lo que ha hecho", (…) Ghonim, responsable de marketing de Google para Oriente Medio y el Norte de Africa, creó una página en Facebook que influyó en la organización de la revuelta, que finalizó con la salida del poder del presidente egipcio Hosni Mubarak. El joven ejecutivo de 30 años también apareció en una emotiva entrevista televisiva, poco después de ser liberado por la policía tras 12 días de detención, reimpulsando la protesta justo cuando ésta parecía estar languideciendo.”
La revolución – en la mirada de Google – ya no baja de la selva ni está encabezada por míticos guerrilleros sino por un prosaico gerente de marketing de una plataforma de alcance global. No sé si Lenin hubiera reivindicado un protagonismo tan fuerte para los periódicos bolcheviques en la revolución rusa.

Tan claro es el ejemplo que el gobierno dictatorial encarcela al joven gerente de marketing pero debe liberarlo ante la presión internacional.

Pero Google también vive otras situaciones. Brasil fue campeón mundial de la censura en Google, titula el diario Clarín de Buenos Aires comentando un informe del Centro Knight y el Comité de Protección a los Periodistas (CPJ). Se dice allí: 
“… el célebre buscador fue obligado por las autoridades judiciales brasileñas a retirar 398 notas, el doble que en Libia segundo país de la lista. El grueso de esas exigencias se verifico durante el periodo de la carrera presidencial, entre junio y fines de octubre, cuando los partidos políticos tanto oficialistas como opositores accionaron la justicia electoral para demandar la retirada de circulación de informaciones.”
No es lo mismo acatar una medida judicial que resistir el encarcelamiento de su gerente de marketing, eso está claro. Pero el acento puesto por la empresa en una y otra situación no ha sido el mismo ¿Será que la política consiste en cumplir restricciones autoimpuestas?

Detrás del lugar de los medios – los tradicionales y los novísimos – está la situación sociocultural que vive el orden global.

Una nota firmada por Rosendo Fraga en el diario La Nación llama la atención sobre la enorme cantidad de jóvenes que, en el mundo, no trabajan ni estudian: 
“El segmento de los jóvenes inactivos es crucial, porque implica que se está generando una población totalmente fuera del sistema laboral y educativo. (…) Pero cabe reiterar que es un fenómeno mundial. Como se dijo, está en esta situación el 20% de los jóvenes argentinos; el 25% de los egipcios; el 50% de los que habitan la Franja de Gaza; el 16% de los italianos; y el 15% de los españoles. Se trata de un fenómeno social globalizado que está detrás de conflictos tan diversos como la rebelión en Egipto y el debate sobre la baja de la edad para la imputabilidad penal en la Argentina.”
Luces y sombras de un tiempo fascinante tan cargado de oportunidades como de amenazas. Y reflejados por un sistema global de significación capaz de inventar sus propias místicas revolucionarias.

05 febrero, 2011

El espejo de Egipto: desafíos culturales convergentes


Finalmente el choque de civilizaciones no ocurrió. Como tampoco había finalizado la historia con la implosión del pacto de Varsovia. Ni Estados Unidos podía sostener su pretensión de superpotencia única y absoluta.
La agitación que vive hoy Egipto y otros países árabes, las modestas explosiones europeas - Grecia, Francia, Italia - y las sucesivas revoluciones informáticas así como la pertinacia políticamente conservadora del partido comunista chino plantean escenarios muy distintos de aquellos que se previeron en el último fin de siglo occidental.
Esta segunda década de nuestro siglo 21 parece responder mejor a Tofler que a Huntington.
Las bases materiales de la cultura humana se reparten caoticamente en las tres olas que describió aquel autor: la agraria, la industrial y la pos industrial también llamada del conocimiento por otros autores.
Aunque parezca obvio, la humanidad necesita de esos tres soportes para asegurar su continuidad. Y si bien la convivencia entre los bloques históricos interesados en cada ola es conflictiva nada hace suponer el triunfo de unos sobre otros sino mas bien su yuxtaposición en bloques de complejidad creciente.
Un solo ejemplo: las semillas destinadas a la agricultura fundan su valor agregado en el conocimiento y su puesta en el mercado en sofisticados sistemas de marketing y logística mas propios de la era industrial.
Cada bloque histórico juega sus fichas en la mesa del poder mundial con las armas fácticas que cada situación le otorgan.
Y lo hacen con el menor escrúpulo posible tal como ocurre desde los tiempos históricos.
Se conspira, se presiona y se negocian intereses con, casi, la misma obstinación que describió Maquiavelo.
En el plano material hay poco espacio para la ilusión: el poder fuerza los límites de lo humano tanto como puede. Y todavía puede demasiado. 
Pero además de base material la humanidad es esencialmente horizonte simbólico.
Un horizonte simbólico cuya construcción acumula historicidades milenarias sintetizadas desde hace un siglo por un actor que en sus orígenes parecía de reparto: las industrias culturales y sus naves insignia, los sistemas masivos de comunicación - radio, cine, televisión, internet.
Ellos han instalado en el imaginario humano dos elementos culturales trascendentes: el capitalismo y la democracia y los estilos cotidianos que idealmente se les asocian.
Capitalismo y democracia son presentados como los supuestos básicos de lo humano mismo sin importar demasiado qué cosas signifiquen el uno y la otra. O aún más: asignándoles significados no solo diversos sino francamente contradictorios.
Frecuentemente se los presenta como los peores valores existentes si se exceptúa todo lo demás. Trascendencia insuperada de la cultura tal y como ella es hoy.
Entre la base material de cada cual y ese horizonte simbólico implantado en el living de cada hogar vamos, los humanos, construyendo el camino hacia una humanidad definitivamente planetaria.
Pero visto que las bases materiales y los horizontes simbólicos tienen la precariedad de lo humano aquí y ahora el camino resulta inevitablemente sinuoso y desprovisto de toda certeza.
Según los medios -otra vez su preeminencia- los egipcios arriesgan su vida por libertad y trabajo pero  ninguna garantía tienen de que el régimen que emerja de la crisis pueda asegurarlos.
Es mas, no falta analistas mediatizados que alerten sobre el riesgo de una involución medieval de la sociedad egipcia y, naturalmente, de una parte significativa del mundo árabe.
El común de los mortales poco o nada sabemos de cómo impactará todo esto en el explosivo equilibrio del Islam y el mundo árabe. Tampoco de cómo serán afectados los intereses estratégicos de occidente.
Será la antesala de un vasto movimiento participativo y contradictorio o el inicio de una renovada experiencia autoritaria. O, lo mas probable, la apertura de una crisis estructural en la identidad cultural del mundo árabe.
Conclusiones apenas informadas por una pedagogía nacida de las pantallas de nuestro televisores, computadoras y celulares.
Simplificando puede decirse que la escuela de Frankfurt había previsto esta preeminencia de la cultura de masas sobre la cultura académica o mas refinada.
Pero, en los hechos, perdió la batalla discursiva. Entre otros aspectos porque la cultura de masas resultó más dinámica y flexible que la cultura académica.
Apocalíptica e integrada, diría Umberto Eco, la cultura de masas llevó el arte y el conocimiento - devaluados hasta cierto punto, es cierto - a casi todos los rincones  de la experiencia humana.
Sabemos de Egipto solo aquello que narran los sistemas globales de significación.
¿Pero acaso la enciclopedia británica era más veraz que la CNN? Ni una ni otra pueden asegurarnos que lo que ocurre en Egipto coincide con su relato.
De lo que podemos, casi, estar seguros es que no será la última revuelta que transcurra por fuera de los canales institucionales del estado, esa creación inconclusa de la modernidad.
La diferencia estriba en que la modernidad era un horizonte simbólico cerrado, previsible hasta en sus atrocidades.
En cambio los de hoy - ya se ha dicho - son tiempos de incertidumbre aunque paradójicamente menos crueles.
Los cientos de muertos de la revuelta egipcia son una tragedia para cada víctima y su entorno. Para ellos cada muerto es todos los muertos.
Pero en perspectiva histórica son irrelevantes ante los horrores de la modernidad. Baste mencionar la guerra civil española, el holocausto o los treinta mil desaparecidos de la ultima dictadura argentina.
Claro que, como los de Vietnam, los muertos egipcios están televisados al living hogareño. Significados por la industria cultural: los humanos toleramos mejor la muerte que el espectáculo mortuorio.
El régimen de Mubarak pretendió, apagón tecnológico mediante, detener la historia de su caída deteniendo el relato que de ella hacia la industria cultural.
Tarde. La historia posmoderna esta sobredeterminada por su relato pero ocurre en un territorio concreto, con sus proyectos y complicidades.
Un horizonte simbólico alimentado por los mass media, es cierto. Pero también sustentado en pactos territoriales que amalgaman intereses y símbolos otros que se constituyen en socios inestables de una negociación perpetua.
Global y local a un tiempo la experiencia humana oscila entre polos materiales y simbólicos todo el tiempo.
La modernidad construyó los escenarios privilegiados para ese transcurso: las ciudades. Allí, y casi excluyentemente allí, se construye la historia humana. Frenéticamente en los excepcionales períodos revolucionarios, sutilmente en los espacios mas grises de la cotidianeidad.
Pareciera - es nuestra tesis - que las ciudades son, lo sepan o no, glocales: su cotidianeidad está anclada en el territorio y su sustentabilidad en la capacidad de acceso a los sistema globales de significación.
Esos que hoy alimentan la ilusión capitalista y democrática de las clases medias urbanas.
Los sistemas globales de significación se expresan a través de las industrias culturales. Son las industrias culturales pero también otra cosa: redes institucionales prestigiosas y con la capacidad de subrayar espacios crecientes de la agenda publica global. También allí hay contradicciones, alianzas y negociación permanente.
Si este fuera el escenario de las próximas décadas de cultura humana ¿Que margen de maniobra tendrían las culturas nacionales?
Lo primero es decir que un personalismo treintañero sostenido a fuerza de terror no es una cultura nacional sino mas bien el emergente perverso de una cultura sometida a condiciones extremas de supervivencia.
Condiciones extremas en las que el occidente capitalista y democrático tiene una cuota no menor de responsabilidad.
Lo segundo es asumir que las condiciones de autonomía cultural que se perdieron en el siglo veinte no se recuperaran en el veintiuno. Alianza atlántica, pacto de Varsovia, tercero o cuarto mundo da lo mismo; la historia no vuelve por sus heridos.
Las culturas nacionales sí podemos ampliar, redefinir, fundar nuestras autonomías en las condiciones materiales y simbólicas del siglo veintiuno.
Las condiciones materiales están, como siempre ha ocurrido, vinculadas a las capacidades de acumulación, las disputas y negociaciones multilaterales, las guerras comerciales, la dinámica de los bloque regionales y, quizá en mayor medida que en cualquier otro tiempo histórico, a las bruscas oscilación en las porciones de rentabilidad que obtienen los distintos bloques capitalistas.
El horizonte simbólico de la cultura humana se construye, irremediablemente, en el marco de los sistemas globales de significación donde las culturas nacionales tienen su lugar si saben cuál es.
Google versus China y Microsoft versus Unión Europea muestran claramente cual no es y cual puede ser el lugar de la cultura nacional bis a bis los sistemas globales de significación.
El apagón tecnológico de Mubarak lisa y llanamente no califica en estos escenarios: es un burdo intento por tapar el sol con la mano.
Las culturas nacionales no están legitimadas hoy frente a las clases medias urbanas globales para regular los contenidos de los sistemas globales de significación.
Cualquier intento en este sentido es inmediatamente condenado por el emergente sentido común planetario.
Todo el poder material del secretario general del partido comunista chino no alcanza para desarmar el mayor prestigio simbólico del Dalai Lama.
Cierto es que la pertinacia conservadora puede darle algunos quinquenios de sobrevida al orden político chino. Un lujo posible en virtud del tamaño, enorme pero único, de su mercado.
El resto de las culturas nacionales pagarán, como le ocurre hoy a Egipto, a precios crecientes sus intentos por limitar los contenidos de los sistemas globales de significación.
Las culturas nacionales pueden sí intervenir en las condiciones materiales de acceso de las clases medias urbanas a los sistemas globales de significación a condición de que las medidas tomadas no sean percibidas de ningún modo como excusas discursivas para el control ideológico.
Paradigmáticos en este sentido son los recursos anti monopolicos interpuestos por la UE ante Microsof; o las preferencias por el software libre impulsadas por Brasil, Francia o Rusia y la propia China por citar algunos casos.
Otro espacio de acción autónoma son las medidas de fomento a las propias industrias culturales.
Es que las clases medias urbanas están irremediablemente convencidas de la existencia de una cultura humana capitalista y democrática a la cual quieren acceder del modo más rápido posible.
En pos de esa reivindicación legitiman al espacio local tanto publico como privado o gubernamental. Y lo hacen con la misma pertinacia con  que reniegan de él si sospechan que se les imponen barreras de acceso de cualquier origen e intensión.
Mas allá de como termine el episodio egipcio de esta historia, esa es la tendencia de largo plazo: la convergencia cultural de las clases medias urbanas en torno a los sistemas globales de significación.
Claro que hay otros actores, otros intereses y otras reivindicaciones. Lo no urbano, las clases no medias, los regímenes conservadoramente territoriales. Pero nada hace suponer que logren poner en retirada la protagónica preeminencia de las clases medias urbanas y su opción preferencial por los sistemas globales de significación.
Alguien propuso alguna vez, pensar global, actuar local. Hoy ese límite, si acaso existe, está muy diluido. Es necesario pensar y actuar global y local a un tiempo.
Conflictos intra locales e inter globales siempre los hubo, baste recordar las guerras - extremo conflictivo - de los últimos cien años.
Pero habrá que sumar a estos - hasta hoy menos dramáticos que los de la modernidad - los conflictos propios de todas las convergencias posibles.
Hay bloque geográficos (América, Europa, Asia, etc.) comerciales (Asean, Mercosur, Nafta) lingüísticos (Hispanoamérica) culturales (Iberoamérica) e incluso alianzas de seguridad específicas frente a fenómenos delictivos globales como el lavado de dinero, la trata de personas o el narcotráfico.
Se trata de las mas diversas yuxtaposiciones de los diferentes modelos - y necesidades - de convergencia.
Las culturas nacionales y sus organizaciones (gubernamentales, públicas y privadas) tienen para la construcción de sus márgenes de autonomía un recurso privilegiado: promover el acceso de sus poblaciones a los sistemas globales de significación tanto en términos de consumo pero sobretodo de producción cultural.
Combinando los aspectos duros de la ecuación (costos de transacción, aranceles aduaneros, tasas de interés, etcétera) con componentes simbólicos de largo plazo. Esto supone políticas culturales más públicas que gubernamentales descartando todo intento de partidización.
Lo contrario supone correr el riesgo de quedar entrampados en la imagen que el espejo egipcio le devolvió al régimen de Mubarak: el masivo rechazo de las clases medias urbanas globalizadas a todo intento por salvar su continuidad; incluso los formulados por el presidente de los Estados Unidos.