29 octubre, 2009

Intercambios culturales: convocatoria de la OEI

A través de su sitio en Internet la OEI está convocando a la presentación de proyectos de intercambios entre personas e instituciones vinculadas a la gestión cultural iberoamericana. Dice la presentación:

"La Organización de Estados iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), en el marco de la Carta Cultural Iberoamericana desea contribuir a la construcción de un espacio cultural iberoamericano favoreciendo el desplazamiento de los actores y agentes culturales con el fin de generar lazos de proximidad y un conocimiento mutuo.
Para ello, se impulsa una nueva convocatoria de ayudas a la movilidad para creadores, gestores, promotores y profesionales iberoamericanos de la cultura que quieran enriquecer su trabajo mediante el conocimiento de otros contextos profesionales que permitan el intercambio en los distintos ámbitos culturales de Iberoamérica
Este proyecto quiere contribuir a estimular la construcción de una cultura de paz, centrada en el intercambio, en el diálogo intercultural y la cooperación, buscando un mejor conocimiento de la realidad cultural iberoamericana. De esta manera se potenciará la puesta en marcha de proyectos conjuntos. También se busca estimular la realización de actuaciones que puedan replicarse en espacios diversos incorporando miradas distintas a problemas comunes.
La convocatoria quiere destacar que la Diversidad es una condición fundamental para la existencia humana y que sus expresiones y el conocimiento de las mismas constituyen un valioso factor para el avance y el bienestar de las comunidades en general. Por ello creemos que la Diversidad debe ser aceptada, adoptada, disfrutada y difundida en forma permanente.
Para la puesta en marcha de esta convocatoria la OEI cuenta desde el inicio con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID)
"

La presentación de proyectos está abierta hasta el 10 de enero de 2010 y requiere de una “Carta de invitación y/o aceptación” de las partes. La convocatoria incluye el pago de gastos de traslado, estadía y otros adicionales.
Los países comprendidos en la convocatoria son: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela.
Más información, bases, procedimientos y formulario en el sitio de la OEI

28 octubre, 2009

Economía de la atención y gestión cultural

El suplemento económico del diario Clarín de Buenos Aires publicó el último domingo algunos artículos que pueden resultar útiles para pensar la economía de la gestión cultural.
Citando, entre otros, al Premio Nobel Herbert Simon se refiere a la llamada economía de la atención titulando: “Riqueza de información, pobreza de atención”.
Lo explican con una cita de Simon: “lo que la atención consume es bastante obvio: la atención de sus receptores. De esto se deduce que una riqueza de información produce una pobreza de atención”.
Para entenderlo cabalmente basta con una simple comprobación: trate usted de recordar cuántos mensajes, de todo tipo, recibe a lo largo del día y a cuantos realmente le presta un mínimo de atención.
El crecimiento exponencial de los volúmenes de información lleva a que aumente el valor de la atención de las personas. Y esto porque estaríamos aplicando recursos escasos – la atención de las personas – a fines infinitamente múltiples – los mensajes disponibles en un tiempo y espacio determinado.
Claro que la comunicación involucra, además, aspectos simbólicos de todo tipo que pueden hacer que un mensaje se vuelva más o menos relevante para uno u otro receptor. Y eso, en un extremo es cultura y, desde el vamos, arte.
Un ejemplo muy interesante al respecto lo trae el mismo suplemento en la nota de contratapa titulada. Tickets, sponsors y rock and roll: el negocio de los recitales en la Argentina.
Se analizan allí las diferentes modalidades que caracterizan al negocio de los recitales lo cual, a nuestro juicio, está enmarcado en aquello que en otra entrada de este blog hemos caracterizado como un verdadero cambio cultural en la industria musical.
Hay artistas que financian la actividad con la venta de los Tickets – entradas – al recital y subsidiariamente algún recurso publicitario. Otros, cuya convocatoria es decididamente masiva invierten la fórmula: el foco económico está en los anunciantes que utilizan su concierto para atraer la atención del público.
Aunque, como sostiene la gerenta de marketing de una empresa que suele participar como sponsor de grandes marcas: “No hay una relación con la venta directa, pero salta en la afinidad de la marca con el mundo de la música”.
Además hay marcas – Personal Fest, Quilmes Rock y Pepsi Music, según la nota – que se superponen directamente con la propuesta artística relegando, hasta cierto punto, al artista a un segundo plano. Simplificando la mirada podríamos decir que el artista importa porque participa en ese evento.
El arte se vuelve vehículo para captar o asociar la atención del público con una propuesta comercial determinada. Esto, por cierto, actualiza los debates de todo tipo habidos sobre la relación entre arte, cultura de masas y mercados.
Simplificando podríamos decir que el arte o la producción artística para ser más exactos construyen tres tipos de relación no necesariamente excluyentes entre sí:

- El arte sostenido por la atención de su propio público.
- El arte como vehículo de las marcas que necesitan convocar la atención del público
- El arte subsumido en las estrategias de marketing de grandes empresas

La verdad es que, como gestor cultural, convivo mejor con los dos primeros modelos que con el último. Pero lo cierto es que todos ellos existen y hay muchos (y muy buenos) artistas que no dudan en recurrir a las más diversas combinaciones posibles.

Nota Relacionada:
Públicos culturales en la era de Internet

27 octubre, 2009

Gestión cultural en La Plata


Nos informan que la semana próxima se realizan en la ciudad de La Plata, capital de nuestra provincia de Buenos Aires unas jornadas de Gestión Cultural:

"Las Primeras Jornadas “Encuentros Posibles en la Gestión Cultural” se realizarán el martes 3 y miércoles 4 de noviembre en la Sala de Reuniones del Teatro Argentino de La Plata, calle 51 entre 9 y 10, 3° piso. Son organizadas por los alumnos, directivos y docentes de la carrera Tecnicatura Superior en Gestión Cultural del ISFDyTn°8 de La Plata. Este evento invita a la interacción y la reflexión en torno a diversos enfoques, miradas y experiencias acerca de la gestión cultural en el contexto actual, a partir de la participación de diferentes especialistas, instituciones y organizaciones, articulando los saberes académicos de esta disciplina con aquellos no académicos que ofrecen numerosas prácticas socioculturales, en una construcción colectiva de conocimientos, en un intercambio plural con la comunidad, donde se logren algunos puntos de encuentro en torno a la/s idea/s del “gestor” y la “gestión cultural”. Los ejes que se abordarán se vinculan con la gestión cultural en los ámbitos estatal, privado e independiente; aspectos legales y económicos; enfoques de la Gestión Cultural desde prácticas estatales y gremiales, experiencias alternativas y comunitarias de gestión cultural; su articulación con la educación formal, como así también actividades artísticas y talleres de reflexión con la participación del público asistente. Se trata de una actividad abierta y gratuita."


Para mayor información pueden comunicarse a:

21 octubre, 2009

La UNESCO y la diversidad cultural


La UNESCO ha publicado un informe titulado “Invertir en la diversidad cultural y el diálogo intercultural”. Un resumen del mismo puede bajarse en versión pdf. Son unas cuarenta páginas al que seguramente deberemos volver en más de una oportunidad. Dice, a modo de presentación:


La diversidad cultural ha comenzado a suscitar un interés fundamental al iniciarse el nuevo siglo. Sin embargo, los significados que se le asignan a esta expresión “comodín” son tan variados como cambiantes. Algunos consideran que la diversidad cultural es intrínsecamente positiva, en la medida en que se refiere a un intercambio de la riqueza inherente a cada cultura del mundo y, por ende, a los vínculos que nos unen en los procesos de diálogo e intercambio. Para otros, las diferencias culturales son la causa de que perdamos de vista lo que tenemos en común en cuanto seres humanos y, por lo tanto, constituyen la raíz de numerosos conflictos. Este segundo diagnóstico resulta hoy tanto más digno de crédito cuanto que la mundialización ha aumentado los puntos de interacción y fricción entre las culturas, originando tensiones, repliegues y reivindicaciones en relación con la identidad, en particular de índole religiosa, que se convierten en fuentes potenciales de conflicto. Por consiguiente, el desafío fundamental consistiría en proponer una perspectiva coherente de la diversidad cultural y, por su conducto, aclarar cómo, lejos de ser una amenaza, puede contribuir a las medidas que adopte la comunidad internacional. Éste es el objetivo esencial del presente informe.


Veamos algunos datos contenidos en el informe:


La mitad de las lenguas que existen actualmente (se estima que su número se cifra entre seis y ocho mil) las hablan menos de 10.000 personas y se afirma que cada dos semanas desaparece una de ellas.

Los datos recopilados por el Index Translationum muestran que el 55% de todas las traducciones de libros corresponde a obras escritas originalmente en inglés, frente a un 6,5% de obras traducidas a este idioma

En 2006, el sector de los medios de comunicación y la cultura representaba más del 7% del producto interno bruto (PIB) mundial y tenía un valor aproximado de 1,3 billones de dólares, es decir, prácticamente el doble de los ingresos provenientes del turismo internacional ese año (estimados en 680.000 millones de dólares).

En la década de 1990, en los países de la OCDE, la economía de la creación y la cultura creció a un ritmo anual dos veces superior al del sector de los servicios y cuatro veces superior al del sector industrial

La participación de África en el comercio mundial de productos creativos, por ejemplo, continúa siendo insignificante (menos del 1% de las exportaciones mundiales), a pesar de la abundancia de talentos creadores con que cuenta.

Los resultados de trabajos de investigación recientes parecen confirmar la existencia de un vínculo positivo entre la diversidad y los resultados económicos y financieros de las empresas multinacionales. De hecho, las empresas están fomentando la “inteligencia cultural”, centrándose en las ventajas que puede ofrecer la diversidad de empleados, a saber: mayor creatividad e innovación; comercialización más eficaz de productos entre distintos tipos de consumidores; ampliación del proceso de adopción de decisiones, a medida que las firmas se internacionalizan y se hallan en situaciones y contextos más variados; selección cuidadosa de los empleados y mejora de su capacitación; y creación de estructuras de buena administración que salven las distancias entre esquemas diferentes de la cultura de empresa.

La diversidad cultural es – como se sostiene en el informe – un hecho. Y además un hecho con una inmensa significación simbólica y también económica. Conocerla, comprenderla y gestionarla es, de lejos, el principal desafío para la gestión cultural de las próximas décadas.

Notas Relacionadas:






19 octubre, 2009

El patrimonio cultural inmaterial produce nuevos significados

La investigadora mexicana Lourdes Arizpe afirmó que “el patrimonio cultural inmaterial es una práctica que produce nuevos significados. Es ir al trueque al mercado llevando un chiquihuite de fruta, es llevar un objeto al altar de Día de Muertos o colocar flores de cempoalxochitl en noviembre en el zócalo de la ciudad.
En una nota publicada en el portal “Ciudadanía Express” agregó que: “…en la lista de Patrimonio de la Humanidad, México es uno de los países con más lugares registrados, hecho que muestra la importancia de comprender el legado inmaterial que se entreteje en torno a estos sitios.” (…) “El término de patrimonio cultural inmaterial va más allá de lo que antes se llamaba folclor o, de manera más general, usos y costumbres. En un mundo que está destruyendo a toda velocidad prácticas culturales muy valiosas, ha crecido el afán por salvaguardar, como dice José Saramago, lo que nos acabaría haciendo falta.

En otras entradas de este blog nos referíamos a los riesgos que el cambio climático y el turismo representan para el patrimonio cultural. De un modo, quizás más grave, ciertas formas de la cultura de masas son una amenaza para el desarrollo del patrimonio cultural inmaterial de los pueblos. Bien lo dice Lourdes Arizpe:

Por una parte, la pobreza, las migraciones y el predominio de un consumo de mercado afectan la producción de artesanías y que las comunidades puedan financiar su vida ritual y festiva. Por otra, los programas de televisión, audiovisuales y películas, generan un cambio cultural que no se sabe a bien cómo manejar”.

El empobrecimiento material de las comunidades así como la destrucción de sus componentes simbólicos son riesgos ciertos – evidentes y patéticos en muchos casos – que se retroalimentan mutuamente.
Comprender la profundidad de estos fenómenos es el primer paso para comenzar a revertirlos. De allí la relevancia de investigaciones como la producida por la autora mexicana.

Notas Relacionadas:
El tango es patrimonio cultural de la humanidad

Podemos Construir Nuevos Patrimonios

16 octubre, 2009

Diversidad y modernidad: un aporte negro a la cultura

Un artículo firmado por Daniel Mera Villamizar con el título “Negros, modernidad y diversidad” pone en discusión el lugar de “los negros” en la cultura colombiana. Su lectura nos parece imprescindible para quienes nos dedicamos a la gestión cultural ya que pone en discusión temas tales como modernidad y diversidad cultural, resistencia y cambio, etnicidad e identidad en tiempos en que frecuentemente se acumulan significados como si todo fuera lo mismo.
Sus postulados refieren a la identidad negra – o afrodescendiente – en Colombia pero pueden, a nuestro juicio, trasplantarse al resto del territorio americano y, casi, a cualquiera de las culturas que fueron subsumidas en este tremendo experimento humano que es la construcción de las muchas Américas que conviven en nuestra geografía.

Empieza el autor estableciendo una cierta prelación entre modernidad y diversidad:
Vivamos la diversidad sin descuidar la modernidad. Primero, la construcción de la modernidad (de todos); segundo, cultivar la diversidad (de la región o el grupo).

Dice, sobre la modernidad: “…es pasar de una “vida solitaria, pobre, primitiva, brutal y breve” (añadiría, “y servil”), a una vida autónoma, provista (no que todos tengamos lo mismo), cultivada, larga y libre (para todos).

Y, sobre la diversidad: “Es la manifestación de la diferencia. Y aquí importa mucho distinguir entre “diferencia cultural expresiva” y “diferencia cultural radical”

Concibe la diferencia radical cómo búsqueda de autonomía – incluso y eventualmente – desde el punto de vista territorial. Y la expresiva como una singularidad estética. Una distinción que alguna vez convendría profundizar.
Agrega sobre la diversidad una mirada que – aunque el autor no lo exprese – interpela a ciertas etnicidades extraviadas que suelen terminar en autoritarismos variopintos:

La diversidad cultural producto de la diferencia expresiva, hace parte de la modernidad, la enriquece, y muy difícilmente es contraria a ésta, a menos que se la magnifique para utilizarla políticamente al servicio de visiones que desprecian el proyecto de nación y las ideas que lo sustentan.

Plantea, para Colombia, un reclamo que estimamos legítimo para toda la América pero que desde ya es absolutamente pertinente para la Argentina:

Es un error bienintencionado valorar lo negro o afro solamente en relación con la diversidad cultural, pues hemos hecho un doble aporte a la nación colombiana: tanto al proyecto de la modernidad como a la diversidad cultural. El error nace de creer que la legitimidad de los negros en la nación es principalmente cultural, pues la “nación es pluriétnica y multicultural”. (…)Así que en vísperas del Bicentenario, tenemos la enorme tarea de rescatar y valorar el aporte negro a la modernidad colombiana. Esto permitirá argumentar que la primera legitimidad de los negros en nuestra nación es política.

Los negros fueron las primeras líneas de infantería en los ejércitos patrios que, formados en la Argentina, lucharon contra el colonialismo hasta los campos de Ecuador luego de haber pasado por Chile y Perú. También en las montoneras y ejércitos regulares que combatieron en nuestras guerras civiles del siglo xix y en la atroz guerra de la triple alianza que, injustamente, llevamos a nuestros hermanos del Paraguay.
Pero, insistimos, esto que se dice de las minorías negras puede hacerse extensivo a las diferentes comunidades originarias así como a los muchos “gringos” que poblaron el territorio de nuestro país. Hay allí una legitimidad de ciudadanía que es tan fuerte como la legitimidad basada en la diversidad cultural y que nos convierte en deudores de las culturas minoritarias sin más.
¿Qué necesita una persona para acreditar esa pertenencia a una cultura minoritaria o, como sostiene el autor, ser étnico?

Para ser ‘negros’ o ‘étnicos’ no es necesario haber nacido con partera, ni saber montar en canoa, o comer pescado sin espinarse, ni tener una relación vinculante con la tierra, ni tener curas naturales, ni hijos en muchas mujeres, por poner “signos” que suelen desaparecer con la modernidad. Si se quiere, ese es un tipo de “etnicidad”.” (…)Lo “étnico” debería poder viajar a través de las distintas capas socioeconómicas del grupo. Si lo “étnico” se asocia a las costumbres de los más pobres o aislados en el grupo poblacional, entonces ese tipo de “etnicidad” desaparecerá con el tiempo, como ha venido pasando. En cambio, si se expanden las clases medias negras y resignificamos en términos modernos lo étnico, como parte de la diversidad cultural de la nación, la “identidad negra” se fortalecerá y lo étnico no desaparecerá sino que se masificará. De paso, los portadores ancestrales podrán vivir dignamente de tales manifestaciones culturales.

Hay mucho más en el artículo que conviene leer en la misma integridad que propone el autor. Simplemente queremos dejar planteadas estas cuestiones que nos parecen centrales a la hora de pensar las relaciones entre identidad y cultura. Creemos firmemente que se puede tener identidades distintas – diferencias expresivas – y ser parte de una misma cultura – carecer de diferencias radicales. La gestión cultural puede construir estrategias de vida – cultura, en la definición de Kusch – entre los diversos.

Notas Relacionadas:
Identidades culturales complejas: Posjudaismo

Cultura Iberoamericana

Discriminación: ignorancia, mala praxis y mala fe