Todo tiempo futuro puede ser mejor y el 2012 puede serlo aun mas toda vez que sera - según todos los pronósticos - un año con profundos sacudones en las entrañas del poder.
Cuando en 2011 estallo la revuelta egipcia muchos celebraron la paja en el ojo ajeno.
Pero resulto que la crisis -tan simbólica como económica- campea por Europa, golpea las puertas de Wall Street y deambula por mas de una provincia argentina.
Internet - se insistió - esta en el corazón de la llamada primavera árabe ¿No lo esta también en los variados reclamos que recorren el mundo occidental?
Como objeto la red es un conjunto de cables, microondas, silicios y artefactos de costos y alcances muy variables.
Como símbolo supone una humanidad mas comunicada, menos endogámica y con un poder mucho mas disperso y democrático que todo lo visto hasta hoy.
Being Digital - Siendo digitales o, aun mas, digitalizandonos - fue uno de los primeros paradigmas que, formulado por Negroponte, pretendió encorsetar a la red como la continuidad lógica del fin de la historia proclamado por los vencedores de la guerra fría. Olviden los átomos, solo los bytes importan - decía, más o menos el libro de don Nicolás.
Pero ocurre que el alimento, la vivienda y aun la mortaja son átomos sin los cuales la humanidad no es posible.
Los apocalípticos de siempre se ampararon en esto ultimo para impugnar la red; denunciar su imperialismo y tratar de escamotear a sus pueblos del nuevo paradigma - acaso el stalinismo no había prohibido al rock tachándolo como arte degenerado.
El problema empieza cuando faltan átomos y bytes al mismo tiempo. Cuando la carencia material y el reclamo de libertad se juntan: allí se igualan el egipcio, el neoyorquino, el madrileño y aun el riojano argentino que enfrenta a una compañía minera sospechada de connivencias non santas con el poder político.
Es la globalización, con sus costados reaccionarios pero también sus potencias de nueva humanidad, mas justa y democrática.
Quienes intentamos construir cultura desde la red estamos, desde el principio, trabajando por una globalización de la experiencia humana que amplié derechos, promueva igualdades creativas y, sobre todo, redistribuya el conocimiento, autentico nombre del poder.
Es así por default, porque la red se ubica más allá de las fronteras y porque sus costos y requisitos de conocimiento se democratizan un poco más cada día. Y la crisis – aún en sus peores pronósticos – no cambiará eso. Incluso debiéramos apostar a que se convierta en el foro donde la crisis sea mostrada en toda su dimensión y no solo en el discurso menor de bolsas y descalificadoras de riesgos.
Ese es, nos parece, el verdadero desafío para este 2012 preñado de crisis y oportunidades.
Desde esta mirada deseamos a quienes nos leen, a nuestros colegas y tantas amigas y amigos cosechados desde el 2006 mas y mejores bytes; muchos y muy buenos ladrillos y, sobre todo, un año cargado de nuevas dignidades.
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Y sin embrago, feliz 2009
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