27 mayo, 2013

El valor de las instalaciones culturales


Las instalaciones culturales son tales porque involucran un valor simbólico que excede su mera
materialidad. Son más que ladrillos, hierros y maderas o colecciones.
Tienen también un valor por el impacto que generan en sus comunidades tanto en términos de identidad y pertenencia cuanto en aporte económico concreto. Esto último, lo habíamos visto ya en una nota anterior, depende en buena medida de que se genere un determinado modelo de negocio alrededor del valor simbólico y de su utilidad física.
Pero además tienen un costo asociado al mantenimiento de la instalación, a los empleados que las hacen funcionar, etcétera.
Son una ecuación económica entre los recursos que generan y los aportes y gastos que requieren.
Sobre esto charlamos en nuestro programa de radio con Antonio López Crespo y Ricardo Santillán Güemes a propósito del impacto de los recurrentes recortes presupuestarios que suelen sufrir los organismos de cultura.
Ricardo aportó los conceptos de atelia (sin dirección) e hipertelia (una dirección demasiado rígida) así como una idea sobre la que ha trabajado mucho tiempo: el juego de luces y sombras que se da en torno a los fenómenos culturales. Cómo ocurre que frecuentemente los presupuestos obvian invertir en aquellos aspectos que siendo imprescindibles para el desarrollo de políticas culturales no tienen suficiente luminosidad.
Es que las políticas culturales también suelen ser víctimas de modas pasajeras. De pronto se instala una buena idea, por ejemplo la de marcas culturalesglobales que luego, crisis mediante, resultan excesivamente “pesadas” para presupuesto achicados.
Podes escuchar el audio en el siguiente enlace:


Entrada Relacionada:

No hay comentarios.: