La nota explora las experiencias de una organización llamada “Creativity Matters” – cuestiones creativas – de Washington. Veamos algunos de los conceptos planteados:
"Un alumno flexible, adaptable, que pueda pensar creativamente y solucionar problemas y encuadrarlos de manera creativa. Eso es lo que todos están buscando", dijo Eric Liu, disertante motivacional, mentor y fuerza impulsora de una nueva organización...”
“A los estudiantes se les debe enseñar a usar su imaginación para solucionar problemas, dijo Liu. Los buenos profesores ya lo están haciendo, agregó, pero hay que darle mayor prioridad a esa idea, y considera que la enseñanza basada en los proyectos y la experiencia debería reemplazar algunas de las tareas con libros y exámenes”.
Pone como ejemplo un colegio secundario ubicado cerca de la empresa de aviación Boeing y va recorriendo la experiencia desde la empresa y desde la institución educativa:
“A los estudiantes se les debe enseñar a usar su imaginación para solucionar problemas, dijo Liu. Los buenos profesores ya lo están haciendo, agregó, pero hay que darle mayor prioridad a esa idea, y considera que la enseñanza basada en los proyectos y la experiencia debería reemplazar algunas de las tareas con libros y exámenes”.
Pone como ejemplo un colegio secundario ubicado cerca de la empresa de aviación Boeing y va recorriendo la experiencia desde la empresa y desde la institución educativa:
"Creatividad e imaginación son requisitos de empleo para Boeing Co., dice Bob Watt, vicepresidente de relaciones con el gobierno y la comunidad. (...) "Nos ganamos la vida imaginando cosas que jamás existieron", explicó. "La creatividad está en el núcleo de lo que hace Boeing".”“los alumnos aprenden matemáticas, ciencias y otras materias estudiando los aviones, el clima, las leyes de aviación y la industria aeroespacial. Desde la construcción de un aeroplano como proyecto de clase hasta internados en la industria de la aviación, los estudiantes aplican sus conocimientos de clase a experiencias de la vida real.”
“Para que un diploma de secundaria sea significativo, necesita incluir algo más que una lista de habilidades, dijo Liu, que integra el comité de la Junta de Educación estatal que reescribe los requisitos para conseguir un diploma de secundaria.”
"Queremos que el diploma sea una promesa, un contrato social con cualquiera que reciba a nuestros hijos después", dijo.”
La relación entre industria, necesidad de innovación y planeamiento educativo público aparece –en estos comentarios – como muy estrecha. Uno podría preguntarse, incluso, si no termina en subordinación. Aunque la gente de Boeing lo ve de otra manera:
“Watt dice que Boeing estimula a sus empleados a continuar su educación y ganar potencialmente mayor inspiración ofreciendo pagarles su matrícula universitaria para estudiar cualquier materia que quieran, esté o no relacionada con la construcción de aviones.”
Si estas cuestiones pueden decirse de la educación secundaria ¿Qué menos para quienes enseñamos en un instituto de formación técnica superior, en este caso orientado a la gestión cultural? En una entrevista que hiciéramos a Ricardo Santillán Güemes y comentada en este blog – Educar en Creatividad – este amigo nos decía:
"... enseñar a crear las mejores condiciones para que emerja la creatividad en el ámbito que sea. Esto implica no ser “verticalista” en el sentido de decir “así se crea” y, en consecuencia, “así no se crea”. La enseñanza en este campo tiene más que ver, diría Rodolfo Kusch, con un crecimiento “vegetal”. Con regar las semillas de creatividad que, no me cabe duda, todos tenemos.”
Sintetizando estos aportes surgidos de contextos tan diferentes podríamos reordenar estas ideas en un grupo de claves necesarias para incorporar el desafío creativo a la enseñanza:
1- vincular los cuerpos teóricos a experiencias y problemas concretos tan cercanos como sea posible a los intereses de los estudiantes; evaluando más la habilidad para aplicar los cuerpos teóricos que la capacidad de repetirlos.
2- entrenar la capacidad de “imaginar lo que no existe” como centro posible de una estrategia emprendedora. Recordando que el límite entre creatividad y fantasía está en el hacer.
3- no pretender crear recetas “verticalistas” sino apostar al despliegue de la semilla creativa que toda persona lleva en su interior aunque para ello haya que convivir con intereses tan diversos que, a veces llevan a “cualquier materia” tenga o no que ver con nuestra actividad. Cerrando esta entrada – no el debate – podríamos pensar que la relación entre sector público, sector privado y planeamiento educativo es el otro núcleo a problematizar si queremos hablar de creatividad en el aula.
“Para que un diploma de secundaria sea significativo, necesita incluir algo más que una lista de habilidades, dijo Liu, que integra el comité de la Junta de Educación estatal que reescribe los requisitos para conseguir un diploma de secundaria.”
"Queremos que el diploma sea una promesa, un contrato social con cualquiera que reciba a nuestros hijos después", dijo.”
La relación entre industria, necesidad de innovación y planeamiento educativo público aparece –en estos comentarios – como muy estrecha. Uno podría preguntarse, incluso, si no termina en subordinación. Aunque la gente de Boeing lo ve de otra manera:
“Watt dice que Boeing estimula a sus empleados a continuar su educación y ganar potencialmente mayor inspiración ofreciendo pagarles su matrícula universitaria para estudiar cualquier materia que quieran, esté o no relacionada con la construcción de aviones.”
Si estas cuestiones pueden decirse de la educación secundaria ¿Qué menos para quienes enseñamos en un instituto de formación técnica superior, en este caso orientado a la gestión cultural? En una entrevista que hiciéramos a Ricardo Santillán Güemes y comentada en este blog – Educar en Creatividad – este amigo nos decía:
"... enseñar a crear las mejores condiciones para que emerja la creatividad en el ámbito que sea. Esto implica no ser “verticalista” en el sentido de decir “así se crea” y, en consecuencia, “así no se crea”. La enseñanza en este campo tiene más que ver, diría Rodolfo Kusch, con un crecimiento “vegetal”. Con regar las semillas de creatividad que, no me cabe duda, todos tenemos.”
Sintetizando estos aportes surgidos de contextos tan diferentes podríamos reordenar estas ideas en un grupo de claves necesarias para incorporar el desafío creativo a la enseñanza:
1- vincular los cuerpos teóricos a experiencias y problemas concretos tan cercanos como sea posible a los intereses de los estudiantes; evaluando más la habilidad para aplicar los cuerpos teóricos que la capacidad de repetirlos.
2- entrenar la capacidad de “imaginar lo que no existe” como centro posible de una estrategia emprendedora. Recordando que el límite entre creatividad y fantasía está en el hacer.
3- no pretender crear recetas “verticalistas” sino apostar al despliegue de la semilla creativa que toda persona lleva en su interior aunque para ello haya que convivir con intereses tan diversos que, a veces llevan a “cualquier materia” tenga o no que ver con nuestra actividad. Cerrando esta entrada – no el debate – podríamos pensar que la relación entre sector público, sector privado y planeamiento educativo es el otro núcleo a problematizar si queremos hablar de creatividad en el aula.
2 comentarios:
La creatividad deben ejercerla inclusive los instructores en el curso, valga el siguiente ejemplo: en la enseñanza del computador, no solamente comparé la memoria del computador con un buzón de correos, sino que construí una estructura que simulaba el computador, con sus códigos y tabla de instrucciones. Tarjetas simulaban las instrucciones, que los alumnos ejecutaban, realizando pequeñas tareas. No hice solamente esto, desarrollé una metodología para enseñar el concepto de algoritmo. Con esto quiero decir que se debe enseñar creatividad y también ser creativos enseñando.
Juan Macedo
Bravo por tu comentario; justamente se trata de entender que enseñar creatividad es una cuestión transversal a cualquier práctica formativa. Hasta la materia más árida puede ser enseñada creativamente así como aún el lenguaje más creativo - en las artes por caso -puede ser burocratizado. Muchas gracias Juan
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