Según un estudio que publica el suplemento económico del diario Clarín del 10 de diciembre pasado, los profesionales de las industrias culturales ganan, en promedio, 1461 pesos. Mientras que el mismo promedio para el general de la economía argentina es de 2209 pesos. Más de un 50% arriba, para decirlo rápidamente.
Informa además que el sector emplea a unas 215.000 personas en todo el país. Y que durante el último año las remuneraciones del sector aumentaron casi un 36 por ciento.
Claro que las actividades consideradas como “industrias culturales” por el estudio tienen una considerable dispersión: cinematografía, televisión, museos, archivos, espectáculos artísticos y deportivos, además de la industria publicitaria.
Está, además, la natural división hacia el interior del sector: profesionales, técnicos, operarios y personal sin calificar. El promedio de todo este conjunto sería de 902 pesos.
Héctor Schargorodsky, Director del Observatorio Cultural de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA agrega que las industrias culturales están “concentradas en la Ciudad de Buenos Aires, donde aportan el 6% de su PBI”.
Se destaca que el sector tenía en 1995 126.899 personas ocupadas de las cuales el 10% eran profesionales. Esa participación creció en la actualidad al 15%.
En general, se concluye que los puestos mejor remunerados requieren profesionalización, experiencia y trayectoria. Y que los aumentos salariales promedio estuvieron, durante este año que estamos terminando, entre el 23 y 39 por ciento. Contra un 19 % del promedio económico.
Alguien podría preguntarse si en las industrias culturales el vaso está medio lleno – se profesionaliza, tiene aumentos superiores al promedio – o si está medio vacío – el promedio de remuneraciones de sus profesionales es, más o menos, un 33% inferior al promedio del conjunto.
Desde la gestión cultural preferimos preguntarnos ¿se está llenando o se está vaciando?
Informa además que el sector emplea a unas 215.000 personas en todo el país. Y que durante el último año las remuneraciones del sector aumentaron casi un 36 por ciento.
Claro que las actividades consideradas como “industrias culturales” por el estudio tienen una considerable dispersión: cinematografía, televisión, museos, archivos, espectáculos artísticos y deportivos, además de la industria publicitaria.
Está, además, la natural división hacia el interior del sector: profesionales, técnicos, operarios y personal sin calificar. El promedio de todo este conjunto sería de 902 pesos.
Héctor Schargorodsky, Director del Observatorio Cultural de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA agrega que las industrias culturales están “concentradas en la Ciudad de Buenos Aires, donde aportan el 6% de su PBI”.
Se destaca que el sector tenía en 1995 126.899 personas ocupadas de las cuales el 10% eran profesionales. Esa participación creció en la actualidad al 15%.
En general, se concluye que los puestos mejor remunerados requieren profesionalización, experiencia y trayectoria. Y que los aumentos salariales promedio estuvieron, durante este año que estamos terminando, entre el 23 y 39 por ciento. Contra un 19 % del promedio económico.
Alguien podría preguntarse si en las industrias culturales el vaso está medio lleno – se profesionaliza, tiene aumentos superiores al promedio – o si está medio vacío – el promedio de remuneraciones de sus profesionales es, más o menos, un 33% inferior al promedio del conjunto.
Desde la gestión cultural preferimos preguntarnos ¿se está llenando o se está vaciando?
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1 comentario:
y porque ocurre eso? donde estan los gestores, cuando se los necesita? entiende el funcionario político cual es el rol del administrador cultural? que tipo de solidaridad existe en nuestro ámbito? Yo he podido comprobar como reaccionan los pares cuando alguien del ambito de economía -de carrera se entiende- esta en peligro, he visto como defienden las conquistas aunque no abandonen la natural competencia
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